LOVE IS NOT OVER (JIMIN) - 7 -

🍁 Capítulo 3

*JIMIN*

SongYo había preparado una mini fiesta para mi llegada, globos de todos los colores, serpentinas, sombreritos de fiesta, un enorme pastel en la mesa del centro. Sonreí, esta era una de las muchas razones por las que me había enamorado de ella.

Mis padres y mi hermano estaban sentados platicandome sobre lo que pasó en todo este tiempo. Mi hermano parecido a mi me dijo que su examen para la universidad lo había aprovado y estaba próximo a entrar a la universidad. Me sentí feliz por él, aunque no decidí entrar, sabía que mi hermano haría un gran trabajo.

Mi mamá partió el pastel y me dio la parte que tenía más fresas y chocolate, me estaba consintiendo. Le sonreí en agradecimiento y comí, todos comimos el pastel. La charla se extendió hasta las dos de la madrugada.

Mi amiga se fue a las diez de la noche, pero antes de que se fuera la acompañe a su casa.

—¿Aún vives donde mismo? —le pregunté empezando a caminar.

Me sonrió y asintió. —Sabes Mochi, te extrañe mucho.

—Van como cincuenta veces que me dices eso en toda la noche. —le sonreí.

Ella sonrió y camino a mi lado, su vestido se balanceaba de un lado a otro acompañada con mi paso.

—¿Recuerdas cuando éramos niños y me trajiste a casa en la bicicleta? —preguntó sonriendome.

Abente una carcajada.

—Cómo olvidarlo, apenas me estaba enseñando a conducirla y quise presumirte, pero terminamos en el fango cuando no pude controlarla.

Nos reímos recordando los viejos recuerdos.

—Esa vez llegué a casa y mi madre me castigo sin salir por una semana.

—Y yo iba todas las noches a visitarte, aunque tenía que trepar un árbol, estabas en el segundo piso. —negué sonriendo.

—Y te caíste.

—Me torci el tobillo. Pero valió la pena, desde esa vez nuestros padres decidieron no castigarnos más.

Sonreimos y el silencio era cómodo mientras caminamos. Me detuve de repente y ella lo hizo también.

—¿Que sucede? —hizo su cabeza a un lado, que tierna.

—Te había traído algo, pero todo este recibimiento hizo que se me olvidara. —recordé el peluche que había comprado en el día blanco, la vez que Jin me levanto temprano para ir con él a buscar algo para su prometida.

—Oye. Mientras estés aquí es más que suficiente.

Me dio una sonrisa tan dulce que se me pasó la culpabilidad.

—Unas carreras hasta el poste de luz. —dijo de repente y partió a correr.

—¡Oye, espera! —fui detrás de ella, pero ganó.

—¡Gane, gane!

—No seas tramposa, no me dijiste a tiempo. Te hubiera ganado. —fingi enojo.

—Si, pero gane yo. ¿Que me darás de premio? —preguntó con la mirada curiosa.

—Esta niña. —hice una mueca.

—No soy una niña. Soy una mujer hecha y derecha.

Ladie mi cabeza, durante toda la noche habia evitado mirarla demasiado, pero ahora que lo dijo...

—Te hace falta más cadera aquí. Y un poco de pecho aquí. —señale sus senos.

Se sonrojo y se cubrió.