LOVE IS NOT OVER (JIMIN) - 7 -

🍁Capítulo 14

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*HANNA*

El parloteo de todos al rededor me están empezando a dar dolor de cabeza, solo sonreía cuando debía y besaba a Jimin cuando gritaban que lo hiciera, más fue de fuerzas que de ganas. Después de esa ceremonia en la playa caminamos unos buenos veinte metros donde nos esperaban con mesas muy adornadas y comida deliciosa. Hubiera disfrutado del momento si no fuera yo la novia quien tenía que casarse por interés. Suspiré. La vida me odiaba.

Me distraje de mi mundo pensando en mil formas de como suicidar a mi madre y al ceo, pensaba en cadenas, esposas, un auto a toda velocidad, sogas, machetes... toda una digan escena del crimen, al menos en mi cabeza lo veía genial. Los ceos, ambos se pusieron de pie llamando la atención de todos en la única mesa grande, nosotros estábamos al lado de ellos y hicieron un pequeño brindis que ignore por completo, ni siquiera supe las palabras que dijeron ambos para después chocar sus copas llenas de vino fino. Tarde un poco en procesar cuando mire que todos nos miraban, a Jimin y a mi. Los ojos del chico reflejaban confusión pura, al igual que yo, no pusimos atención.

–¡Aigoo! Nuestros chicos están muy enamorados. Ni siquiera nos pusieron atención. —dijo Jin con suma ternura mirando a Jimin, al lado de él estaba su futura esposa, no tenía idea de cómo se llamaba, ninguna de ellas, solo conocía a Suni.

Las mejillas de Jimin se tornaron un poco rojas, se veía muy tierno con esa acción. Parpadie con rapidez, ¿dije tierno? Me hace falta una muy buena copa de vino.

—No importa que no nos hallan puesto atención, lo que importa es que ahora son marido y mujer. ¡Muchas felicidades chicos! —alzó su copa una vez más. —¡Por los novios!

—¡Por los novios! —todos respondieron.

De un solo sorbo me tomé la copa de vino, el líquido embriagante pasó por mi garganta quemandome pero no me importo, Jimin me miró sorprendido pero se rio bajo.

—Necesito que mis defenzas bajen para evitar suicidio. —me excuse llenando de nuevo la copa.

—¿Suicidio? —preguntó aún sonriendo.

—Aja. Estoy pensado en diversas formas de como extrangularlos, ¿alguna idea? —me lleve la copa esta vez llena a mis labios y me la bebí toda de nuevo.

—Pienso que sería excelente una guillotina. Nosotros podemos ser los verdugos. —sonreí, era increíble que Jimin me siguiera la corriente.

—¿Una guillotina? ¿Pará qué? —preguntó de repente un chico.

—Pará cortarte la cabeza por metiche. —le dijo Jimin sonriendo.

El chico de cabello azul se llevó sus manos a su cuello y nos dio una mirada llena de miedo fingido.

—Par de suicidas, mi cuello vale millones, que diga, billones de dólares. Además, esta apartado para cuando llegue a casa y Stephanie me ahorque. —miró ahora con miedo a una chica de cabello rubio y ojos verde avellana tan hermosos.

—¿Y por qué te ahorcara? —la curiosidad emanaba mi voz.

El chico sonrió con timidez y toco su nuca. —Se me olvido ponerle un pañal al pequeño Tae. Estoy segurisimo que ya se hizo del dos. Y pienso escaparme esta noche de sus garras, créanme, esas uñas no las tiene por que si. Aunque se siente muy bien cuando estamos teniendo sexo. —sonrió con suficiencia.

—Ahora entiendo por qué el pequeño no puede ponerse quieto. —Jimin miró al niño que estaba empezando a llorar.

—No es por nada. Pero tú esposa te matara. —dije sirviendo otra copa de vino tinto y llevarla a mis labios.