LOVE IS NOT OVER (JIMIN) - 7 -

🍁 Capítulo 2

*HANNA*

Sentada al frente del ceo en su oficina y mi madre a mi lado no pintaba para nada bien, el ceo me miró y sacudió su cabeza claramente decepcionado de mis acciones.

—Hemos intentado todo para borrar rastro de esas fotos, pero la gente ya las miro. Toda la información ya no está pero eso no quiere decir sobre qué ahora te cataloguen como una... "zorra".

Suspiré ante sus palabras que fueron muy hirientes.

—¿Que piensa hacer ahora? —le pregunté.

Sobo su barbilla pensando en alguna solución.

—Por el momento no saldrás a ninguna parte, tienes prohibido ir a esos citios. No saldrás hasta que la gente se tranquilice un poco.

—¿Estaré encerrada? Eso no es justo. —explote dándole un golpe a la mesa.

La expresión del ceo era serena.

—Tú te lo ganaste. Ahora afronta las consecuencias.

Hice una mueca. Mi madre que hasta el momento estaba callada habló.

—Señor. Tengo una idea.

—Te escucho. —sé mostró interesado.

Mire en acusasion a mi madre, cuando dice eso está claro que no me gustara en lo absoluto lo que dirá a continuación.

—Que tal si... ¿Hanna formalizará un compromiso?

Abri mis ojos como platos ante su idea tan absurda.

—¡¿QUE?! POR SUPUESTO QUE NO. —grite negandome.

—¿Por qué no había pensado en eso antes? —se sorprendió el ceo.

No podía consentir esto, no, no y no. Me puse de pie llamando su atención, mi madre me dio una mirada de "callate la boca y siéntate" no le hice caso a esa mirada, todo el tiempo le di gusto en todo, pero con mi futuro no. Ya no.

—Me niego rotundamente a esto. ¿Me escucharon? Me niego.

Iba a salir pero el ceo me detuvo.

—Tu carrera se verá afectada Hanna. ¿Por qué no dejas tus berrinches por una vez? Tienes 25 años, ¿acaso no lo vez? Piensa en tu futuro. Si esto no sale bien. ¿Que harás? Ninguna empresa te quedra, incluso serias odiada en el mundo, no tendrás apoyo de nadie, ni siquiera de tus fans. Solo por eso, piensa las cosas. Controla tus impulsos y sienta cabeza.

A cada palabra que salía de su boca subía de volumen su voz hasta el grado de gritar, si provocaba ese efecto en la gente. Mis ojos empezaron a cosquillear pero me negué a dejarme derrotar ante mi madre. Me di la vuelta dándoles la cara y sonreí con arrogancia.

—No me importa.

Dicho esto salí de su oficina y escuche los gritos de mi medre venir detrás de mi. Un jalón fuerte en mi brazo me hizo darle la cara, mostraba furia y ojos rabiosos.

—No seas tonta. Piensa las cosas, ese matrimonio te salvará, si entablas una relación más estable dejaran de sacar artículos ofensivos. ¡Entiende!

Me solté de su agarre de muerte y hice una mueca, inmediatamente su semblante cambió.

—No lo haré. No quiero comprometerme con un hombre al cual le valgo un comino, ¿quieres que sea más infeliz de lo que ya soy? Entonces haz lo que quieras.

Me fui de ese lugar hacia el auto y lo cerré de un portazo que si tuviera vida gritaria  por mi agresión. Apoye mi cabeza en el volante y sentí mis lágrimas salir, las dejé hacer su recorrido sobre mi rostro y respire  con agitación.