CAPÍTULO XLVII

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Contrario a todo lo que yo pensaba, al día siguiente cuando me desperté Mai estaba muy tranquila y podría decir que hasta feliz.

Al abrir los ojos y no verla recostada a mi lado entre en pánico pues pensé que seguro quería estar lejos de mi, pero cuando la vi parada en la puerta, toda tierna con su blusa de hombros  descubiertos y su short blanco y una sonrisa en su rostro me calme.

Buenos días amor, lo siento quería esperar que despertarás para desayunar juntos, pero la verdad tenía mucha hambre y me adelanté, espero no te molestes y tampoco quise despertarte. Decía mientras me miraba fijamente y se acercaba a la cama.

Sus palabras me desconcertaban un poco, parecía como si hubiera olvidado lo que pasó en la noche y por nada se lo recordaría.

Buenos días pequeña, no te preocupes esta bien voy a apresurarme y en unos minutos salimos rumbo al hospital, cómo te sientes. Dije con calma y dándole un tierno beso.

Muy bien de hecho estoy muy emocionada ya no puedo esperar más para conocer a nuestro bebé. Al pronunciar estas palabras sus ojos le brillaron, me miró por un momento y luego se levantó y salió de la habitación.

Una hora después estábamos llegando al hospital y todo parecía seguir normal a pesar de que no hablamos mucho en el camino.

Vaya justo a tiempo señor Brief el doctor ya tiene todo listo para el ultrasonido y los está esperando pasen por aquí. Decía la enfermera apresuradamente al vernos llegar.

Todo iba bien hasta que entramos al consultorio y Mai se recostó en la camilla, fue ahí donde empecé a sentir un gran vacío en el estómago y mis manos comenzaron a temblar mientras un escalofrío recorría mi espalda, todo esto mientras Mai miraba pacientemente el techo y tarareaba una pequeña canción.

Vaya parece que alguien está muy nervioso, se nota que es su primer hijo. Las palabras del doctor me hicieron saltar del pequeño banco donde estaba.

AAA... este... si... lo que pasa que esta muy emocionada por conocer al bebé. Respondí.

Jajaja, no señor yo lo decía por usted que tiembla como gelatina, pero bueno ya se le pasará así que comencemos.

De inmediato el doctor puso un poco de gel sobre el estómago de Mai y eso la hizo dar un pequeño salto, luego puso encima un pequeño aparato y nos pidió mirar hacia la pantalla mientras lo empezaba a mover.

Bien esperen un momento ya casi lo encuentro en un instante lo podrán ver... O miren ahí esta, esas son sus manos, ahí están sus piernitas y esa es su cabeza...

No podía creerlo de verdad ahí estaba nuestro hijo, al verlo me estremeci por completo, me puse de pie junto a Mai y la tomé de la mano, al mirar sus ojos pude ver como pequeñas lágrimas de alegría empezaban a brotar y como si fuera un reflejo a mi me paso lo mismo.

Una pregunta doctor, podemos saber en este momento cuál es el sexo del bebé. Dije tratando de disimular mi nudo en la garganta.

O claro señor de hecho es muy fácil, por favor miren la pantalla con atención, lo ven esta muy claro ustedes están esperando un fuerte, sano y hermoso NIÑO.

Al escucharlo no pudimos más y los dos soltamos el llanto.

Luego de la gran noticia llenos de felicidad regresamos a casa, pasamos a hacer unas compras, a dar un paseo al parque y finalmente fuimos a cenar al restaurante favorito de Mai.

Para cuando llegamos al departamento fuimos directo a la cama a descansar.

Inmediatamente que me recoste ella tomó mi mano y la puso sobre su vientre.

Lo ves amor yo tenía razón es un niño. Dijo con una gran sonrisa.

Si lo sé mi vida lamento haber dudado de ti. Respondí y la besé despacio pero algo me interrumpió así que me separe.

Espera amor, un momento. Cerré los ojos y me concentré lo más que pude.

Qué pasa Trunks. Dijo extrañada.

Mira, concéntrate por favor. Dije tomando su mano y poniéndola al lado de la mía.

Concéntrate por favor,   ¿puedes sentirlo?.

¿Qué cosa?, si no se ha movido.

No me refiero a eso, inténtalo de nuevo.

Creo que ya se que es.

Exactamente ese pequeño destello de energía que sentimos es el ki de nuestra hijo amor.

Cierto si que es pequeño.

No te preocupes por eso Mai poco a poco crecerá. Dicho eso la recoste y la besé de nuevo sin dejar de acariciar su vientre.

Trunks necesito pedirte algo. Dijo separándose de mi mientras yo la miraba extrañado.

Cálmate no me veas así, no quiero sexo es... otra cosa...

Si dime que quieres amor.

Lo que pasa es que yo... yo... quiero... entrenar.

¡Qué!, pero que dices como se te ocurre claro que no, acaso no escuchaste que el doctor dijo que nada de esfuerzo. Respondí sin pensar.

Si claro que escuché Trunks, te quieres calmar, eso es lo que necesita una embarazada normal, pero el doctor no sabe que soy una sayajin y necesito entrenar.

Claro que no Mai lo que tu necesitas es paz y tranquilidad no entrenar.

Por favor solo debes en cuando, sería contigo ambos tendremos mucho cuidado te lo pido por favor Trunks. Suplicaba ella sonando casi como niña pequeña.

Ya dije que no Mai y es mi última palabra, por ningún motivo voy a arriesgarte a ti o al bebé.

Al echarme inmediatamente se levantó de la cama y me dio la espalda.

Bueno con que así están las cosas Trunks, entonces ni sexo, ni entrenamiento.



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