Estaba en mi cuarto y me llegó un Whats App.
*Conversación Whats App*
Dani- ¿Ya has llegado a Zaragoza?
(Tn)- Sí, hace un rato.
Dani- Lo imaginaba, pero pensé que querrías dormir.
(Tn)- Estaba a punto de hacerlo, pero me ha llegado tu mensaje.
Dani- Te dejo dormir, adiós te quiero.
(Tn)- Adiós.
*Fin de la conversación*
Conseguí dormirme un poco.
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Ya llevo seis meses en Zaragoza, os cuento un poco.
Empecé el instituto y voy con Noelia a clase. Mis padres se han vuelto a Mairena ya que tienen allí el trabajo y yo ahora vivo con mis tíos.
Me cambié de número ya que Dani empezaba a agobiarme y ahora apenas se de él, solo lo que dicen por la tele. Con Jesús hablo casi todos los días, me alegra saber que siempre está para cuando lo necesito, me ayuda muchísimo.
Desde que lo dejé con Dani no he tenido nada con chicos, y estoy mucho mejor. Dani no, él a los pocos días de irme ya se estaba liando con todo lo que se movía pero bueno, me tengo que acostumbrar.
Había quedado con Noelia a las cinco y ya eran menos tres minutos, estaría a punto de llegar.
Noe- Hola fei.
(Tn)- Hola -contesté seca, hoy no era mi mejor día.
Noe- ¿Te has enterado verdad?
(Tn)- Sí...
Noe- Tengo que pedirte un favor -me agarró las manos, Noelia me asustaba -tenemos que ir.
(Tn)- ¿Qué? Sí maña tú lo flipas.
Noe- Ya tengo las entradas.
(Tn)- ¡Pues se las das a otra! -empezaba a ponerme muy nerviosa -Es que estas tonta si te crees que voy a ir -miré las entradas -¡Y aun encima golden! Vamos yo es que me descojono.
Noe- (Tn)... Por favor, necesito verle, lo echo de menos, al igual que tú a Dani. Vamos por favor, no pasa nada.
(Tn)- No pasa nada para ti que acabaste divinamente con Jesús pero para mí no es fácil volver a ver a Dani... Yo también lo echo de menos -dije cabizbaja.
Noe- De verdad que lo necesito... Hazlo por mí.
(Tn)- Bueno, pero solo por tí, a la mínima que me sienta incómoda me voy, te aviso. Y es que veo que el gilipollas de Dani hará la gracia de subirnos al escenario, lo veo.
Noe- Te quiero, te quiero, te quiero.
(Tn)- Lo sé, una semana tía, en una semana vuelvo a verlo después de seis meses -suspiré, ni si quiera sabía si lo quería ver o no, pero me tocaba verlo por narices.
