Héctor, ha sido Héctor.

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Era Héctor.

(Tn)- ¿Me explicas qué haces aquí?

Héctor- Calla -empezó a besarme el cuello, me agarró las muñecas fuertemente y me pegó a la pared.

(Tn)- ¡Qué me sueltes joder! ¿Acaso no escuchas? ¿¡Que coño te pasa y de que vas!?

Héctor- Que dejes de gritar, no quiero tener que hacerte daño.

(Tn)- A ti lo que te pasa es que has visto a Dani, pues tranquilo que no voy hacer nada con él, ya puedes soltarme.

Héctor- no te confundas, esto lo hago porque me apetece y por que quiero, pero aquí solo voy a disfrutar yo -dicho esto me levantó la falta y me rompió la camisa.

(Tn)- Héctor, no serás capaz...

Héctor- ahora lo vas a ver -me bajó las bragas, el ya se había quitado sus pantalones junto a los calzoncillos.

(Tn)- ¡Que me sueltes gilipollas!

Héctor- ¡Que te calles! -me dió una bofetada y se me saltaron las lágrimas, pero no de dolor, era rabia, el estar en esa situación, y quien iba a decir que iba a ser Héctor el que en estos momentos estaba violándome. Yo solo lloraba mientras el me penetraba, al fin acabó y se fué, yo me quede bajo la ducha de los vestuarios, sola, pero escuché una voz.

x- ¿tn? ¿Estás ahí? Soy Jesús.

(Tn)- Aquí -suspiré -en la ducha.

Jesús- Uy perdón.

(Tn)- Jesús por favor ven -solté un sollozo y Jesús se acercó rápidamente, al verme así no supo como reaccionar, intentaba no mirarme, ya que solo estaba en ropa interior, quería hablar pero no sabía que decir.

Jesús- Pe.. Pero ¿qué ha pasado pequeña? -se metió bajo el agua conmigo y me abrazó, como me confortaban sus brazos -¿quién te ha hecho esto?

(Tn)- Nadie Jesús, no voy a decírtelo.

Jesús- ¿Cómo que no? Me lo vas a decir y le voy a explicar cuatro cosas tranquilamente, porque como se entere Dani le parte la boca.
Dani... Le necesitaba.

(Tn)- Jesús, déjalo estar por favor.

Jesús- ¿Pero cómo quieres que lo deje? Te han violado y me voy a quedar tan tranquilo, ¡que te... -le corté.

(Tn)- Que te calles y me abraces -me hizo caso, raro porque estaba más nervioso que yo, pero lo hizo. Levanté la cabeza y miré sus ojos, tan bonitos como los de su hermano. Ambos acercamos las caras hasta que nuestros labios se juntaron.

(Tn)- Yo.. Lo siento Jesús.

Jesús- No pasa nada pequeña.

(Tn)- Ambos sabemos que no podemos, yo... Yo quiero a Dani...

Jesús- y yo estoy conociendo a una chica.

(Tn)- ¿Enserio? ¿¡Y cuándo pensabas contármelo!?

Jesús- Pues no sé -me miró de arriba abajo -no lo veía oportuno.

(Tn)- Que bobo, y bueno ¿quien es la afortunada?

Jesús- No la conoces porque se mudó hace poco de Mallorca, vive cerca nuestro, se llama Silvia, y tiene un culazo...

(Tn)- ¡Ay Jesús! -reí ante su comentario -nunca cambiarás eh.

Jesús- pero no olvides que por muchas niñas que entren en mi vida, tú siempre vas a ser mi pequeña, siempre tú.

(Tn)- Joder Jesús...Quizás..

Jesús- Quizás te equivocaste de gemelo ¿verdad?

(Tn)- No lo sé... Puede, pero el corazón puede a la razón, y en mi corazón manda tu hermano a su antojo.

Jesús- Lo sé...

(Tn)- Gordito, tú ahora a por la nena esa, verás como te sabe hacer feliz, ¡por que si no se entera!

Jesús- Seguro que lo hará, y ahora vístete que vas a coger frío.

(Tn)- Solo tengo la falda, la camisa... Bueno...

Jesús- Te dejaría mi sudadera pero esta chipiada como ves, espera ahora vengo.

*Tras diez minutos*

x- ¿tn?

Ese no era Jesús... Era Dani. No le contesté.

Dani- Vamos tn, ¿dónde estás?

(Tn)- En las duchas -le respondí suavemente. Cuando se acercó y me vió se le cayó la sudadera que traía en las manos al suelo, y se empezó a poner nervioso, se tocaba el pelo mientras caminaba de un lado a otro.

Yo cogí la sudadera, me la puse y abracé a Dani por la espalda, eso pareció tranquilizarle. Me puse de puntillas y le susurré un tranquilo, ya está, al oído, él se giró y me miró a los ojos, agarró mi cara y me besó los labios, fué un beso corto y dulce, pero con mucho deseo. Pegó su frente a la mía.

Dani- Perdóname, por todo, -acarició mi mejilla -por todas las veces que te he fallado cuando prometí no hacerlo.

(Tn)- Ya está ¿vale? Te... Te quiero.

Dani- Y yo, y solo a ti.

Me abrazó con fuerza y apoyó su cabeza en mi hombro.

Dani- ¿Quién ha sido? Dímelo por favor, no me voy a quedar tranquilo si no lo sé.

Cogí aire.

(Tn)- Héctor, ha sido Héctor.

Casi no había terminado de decir su nombre y Dani ya salía corriendo, lo intenté agarrar pero fue en vano y tuve que salir corriendo tras él mientras gritaba su nombre, que parase, que me escuchara y muchas cosas más, pero Dani me ignoraba.

EL COMIENZO DE ALGO GRANDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora