SERÁS MI MUERTE

Recuperación

SERÁS MI MUERTE

Por Niteryde

Traducido por Inuhanya

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4.- Recuperación

Suavemente Bulma abrió la puerta de la habitación en la enfermería donde Vegeta estaba descansando, asomando su cabeza. Estaban de regreso en la Corporación Cápsula, habiendo llevado al Príncipe Saiyajin después de pasar la noche en el hospital. El Saiyajin aún no había recuperado la conciencia, pero había estado descansando durante la noche. Su ki se había elevado al azar y había dañado algunos equipos médicos como resultado. Los Briefs le habían pagado a los doctores por el daño, y habían arreglado para que Vegeta fuera trasladado a la Corporación Cápsula. Su cuerpo se había curado lo suficiente durante la noche por lo que todos los doctores estaban seguros de que se recuperaría de la explosión. Los doctores y sus padres estaban asombrados por su progreso, pero a Bulma de cierta manera no le sorprendió.

Entró tranquilamente en la habitación, mirándolo con cuidado como si pudiera despertar por su ingreso, pero Vegeta todavía estaba apagado como una luz. Su cabeza estaba levemente ladeada, uno de sus brazos descansaba sobre su estómago mientras respiraba continuamente. Los ojos azules de Bulma escanearon sus vendajes y los moretones que cubrían su cuerpo, y sus ojos se llenaron con preocupación. Sí, le habían dicho una y otra vez que estaría bien, pero no le gustaba verlo así. Vegeta era fuerte como una roca, no tenía necesidad de usar una máscara de oxígeno para respirar como lo hacía en el momento. Verlo así se sentía tan mal y anormal, que esa sensación no se iría hasta que lo viera de vuelta a la normalidad, enojado y agitado.

Bulma colocó los libros que había traído en la mesa que había colocado en su habitación. Estaba haciendo investigaciones por un nuevo algoritmo que desarrollaría para mejorar un programa que había estado diseñando, y se había llevado su trabajo con ella para poder quedarse al lado de Vegeta. Se dijo que solo lo hacía para que no despertara y regresara a la cámara de gravedad. Bulma se sentó en la silla que acompañaba la mesa, antes de abrir uno de sus libros.

Leyó unas pocas oraciones antes de mirarlo.

Unas oraciones más, y otra mirada.

Media página, un garabato de notas en el margen, y luego otra mirada.

Una oración, y entonces otra mirada.

Bulma suspiró, irritada consigo misma, y cerró el libro. Lo acercó y cruzó sus brazos sobre él, descansando su cabeza en sus brazos mientras lo miraba.

Aunque estaba severamente herido, Vegeta nunca se veía más en paz como entonces. Sin un frunce o mirada en su rostro, con sus músculos faciales relajados y su expresión completamente tranquila mientras descansaba, en realidad era... muy guapo. Bulma antes había notado que era atractivo, pero ahora no podía quitarle los ojos de encima. Admiraba sus rasgos, desde su fuerte mentón, su nariz perfecta, sus espesas pero no tan gruesas cejas hasta su bien definido pico de viuda.

Él era, sin duda, un príncipe.

Qué estoy haciendo? Estoy analizando a un hombre que está inconsciente! Bulma gruñó internamente, avergonzada consigo mientras desviaba la mirada. Tercamente descansó su cabeza en sus brazos, rehusándose a mirarlo así otra vez mientras encaraba hacia el otro lado. Tenía un novio, por amor de Dios...

Bulma no se dio cuenta que había dormitado hasta que bostezó y lentamente despertaba tiempo después. Murmuró un poco y trató de volver a dormirse, cuando escuchó lo que la había despertado en primer lugar.