Tarde en la Noche

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SERÁS MI MUERTE

Por Niteryde

Traducido por Inuhanya

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11.- Tarde en la Noche

Bulma terminó la última gota dentro de su botella de cerveza antes de depositarla junto a su celular. Miró el teléfono por un breve momento, tentada a llamarlo. En vez, suspiró y regresó al mar de capacitadores, resistencias, y circuitos que yacían en frente de ella en su laboratorio privado. Este desastre de electrónicos tenía perfecto sentido para ella. Al considerarlo todo para una nueva adición a su simulador de realidad virtual iba a ser tiempo consumido debido a la cantidad de trabajo que debía hacer, y aún era muy simple en naturaleza para la ingeniera genio. Podría perderse en su trabajo técnico, olvidar que el resto de la Tierra existía y solo vivir para la próxima mejora que podría hacerle.

Hacía fácil olvidar que extrañaba terriblemente a Yamcha.

Honestamente la heredera de cabello azul estaba sorprendida de que no la hubiese llamado todavía; había pasado un mes. Aun cuando habían tenido un enfurecido intercambio, en el fondo de su mente, había asumido que la llamaría y rogaría por su perdón. Así era como funcionaban las cosas entre ellos. Peleaban, él regresaba arrastrándose, la elogiaba lo suficiente, ella lo perdonaba, y continuaban. Claramente, esta vez era diferente. Parecía que había cruzado una línea con sus palabras, o sus acciones. Tal vez ambas. No estaba segura de dónde había sido dibujada la línea, o cuándo la había cruzado, pero claramente lo hizo, o ya la hubiese llamado. Por puro orgullo y dignidad, Bulma se rehusó absolutamente a ser quien golpeara primero e hiciera la primera llamada.

Así que trabajó. Mantuvo sus manos y mente ocupadas en un trabajo vigoroso y de redescubrimiento. Detuvo su mente de divagar hacia Yamcha y de cuánto quería escuchar y sentirlo.

Bulma miró la hora en su celular y suspiró. Ya eran las dos de la mañana y había estado trabajando por ocho horas sin parar excepto para traer una cerveza del refrigerador arriba. Cada empleado de la Corporación Cápsula se había retirado hacía mucho tiempo.

Pero ella estaba lejos de estar cansada. De hecho, estaba deseando otra cerveza.

Unos minutos después, Bulma abrió su refrigerador y sacó una nueva y fría botella. Caminó hacia un cajón y lo abrió, sacando un destapador. Mientras lo colocaba en la botella, levantó la mirada, por la enorme ventana de la cocina. Instintivamente, frunció ante la oscuridad de su enorme jardín. Oh, cómo extrañaba la luna y la forma en que iluminaría el jardín en la noche.

Bulma frunció un poco sus ojos y miró más de cerca, y de repente se dio cuenta que el jardín no estaba vacío. Estaba oscuro, pero en la oscuridad aun podía distinguir una silueta que se elevaba negra en el pasto. No era difícil adivinar quién era, con el cabello en punta de la silueta.

Qué está haciendo levantado a esta hora? Se preguntó curiosa. Seguro, había dicho antes que no podía dormir, pero no era como si estuviera revolcándose en las sábanas con Yamcha por esos días.

Bajó la mirada con un fuerte suspiro, y quitó la tapa de su cerveza. Imaginó que iría y se le uniría. No era como si tuviera algo mejor que hacer. Sin mencionar que muy en el fondo, estaba anhelando algo de compañía. Aunque fuera solo la suya.

En qué estoy fallando?

Era la pregunta que Vegeta había estado repasando por horas. Estaba sentado afuera, de piernas cruzadas en el pasto, sus ojos cerrados y una melancólica expresión en su cara mientras buscaba la respuesta correcta. Había tratado de perderse en su entrenamiento, tratando de no pensar en eso, pero la pregunta había estado atormentándolo por un tiempo.

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