D I E C I O C H O

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El único pensamiento que cruzaba por su cabeza era precisamente el de tener que detenerse. Durante mucho había sido él quién había estado preocupado por todo lo que concernía a Seung Hyun, sin embargo, había llegado al punto de no poder más. De alguna u otra forma, siempre terminaba haciéndose cargo.

Ji Yong se sentía verdaderamente cansado al verse nuevamente dentro de una situación como en la que se encontraba.

Relamiéndose los labios, se reclinó sobre la incomoda silla en la sala de espera mientras veía a los doctores y enfermeras caminando de un sitio a otro. Cerrando los ojos, no pudo evitar pensar de nuevo en la expresión ausente del mayor antes de caer inconsciente en sus brazos. Le había pedido disculpas, sin embargo, no sabía exactamente por qué.

—¿Familiares de Choi Seung Hyun?— la repentina voz consiguió hacerle abrir los ojos. Levantándose de su sitio, se apresuró hasta el delgado hombre de bata blanca.

—Soy amigo suyo...

—¿No hay ningún familiar que pueda recibir la información del estado de salud del señor Choi? — el médico frunció al ceño al observar al delgado castaño.

—No he podido contactar con su madre, y por el momento soy el único que está al tanto...— asintiendo a regañadientes, el médico simplemente guardó sus manos en los bolsillos de la bata.

—Bien, por el momento lo único que puedo decirle es que el señor Choi se encuentra en la UCI. Su salud está un poco deteriorada, presenta sintomatología anémica, así como también un cuadro de desnutrición. Además, estamos esperando los resultados de un examen toxicológico...

—¿Qué? —frunció el ceño— Debe de haber un error, él no consume ningún tipo de droga.

—El paciente presenta una sintomatología específica y es preciso saber los resultados de dicho examen para comprobar su estado de salud. — reiteró, viendo al menor sacudir la cabeza, incrédulo. — Por cierto, debería de tratar de comunicarse nuevamente con los familiares del paciente, la policía querrá hablar con ellos.

—¿La policía? ¿Por qué la policía tendría que estar aquí?

—Como médico es mi deber informar cuando exista la sospecha de que un paciente ha sido víctima de abuso. — suspiró.

—¿Qué signos? — murmuró, con el entrecejo fruncido.

—Signos de abuso sexual. — concluyó. Después de ello, se excusó con el menor para seguir con su labor dentro del hospital.

Absolutamente nada de lo que escuchaba tenía sentido. Seung Hyun no podía haber sido abusado sexualmente. Simplemente no podía.

Por supuesto que no se había quedado en las mejores manos, sin embargo, estaba seguro de que Young Bae no era esa clase de persona. El moreno no había podido atreverse a dañar de esa forma la integridad de Seung Hyun.

Suspirando profundamente, se dedicó a esperar. Después de todo, era lo único que podía hacer.

Se había encargado de llamar a la madre del pelinegro, quién a su vez había contactado con su hija mayor, así que, poco más de una hora después, ambas se habían presentado en el hospital, ansiosas y preocupadas. Había estado allí cuando la policía había comenzado con sus preguntas. Y por supuesto, se había compadecido cuando el médico había repetido su diagnóstico frente a ambas.

Parecía ser que el abuso infringido había dejado más marcas de lo que nadie podía adivinar. Horas más tarde, sin querer nadie despegarse de allí, la señora Choi había intentado hablar con su hijo, solamente para recibir la más cruel de las negativas.

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