T R E S

9 4 0
                                    

Leonardo Fejervary:

—Oscar ella es muy terca, tiene un carácter fuerte, es ruda, hermosa ¿Viste esas curvas?— Suspiro, el quita la almohada que cubría su cabeza y me mira con los ojos entornados.

—Leonardo ya me tienes cansado, llevas todo el puto día hablando de ella. ¿Me llamaste para votarme los tornillos?

—Que amigo el que tengo, creo que mi hermana escucharía más que tu — EL rueda los ojos.

—Tú mejor que nadie sabes que eso no es así. Ahora, volviendo al tema ¿Cuando Tienes pensados invitarla a salir?

—¿Tú crees que no lo hice? Ella solo me dijo: lo pensare.

—Un reto difícil ¿He? — Lo fulmino con la mirada. Para su suerte nos interrumpen y tocan la puerta.

—¡Leonardo! — Me llaman detrás de la puerta.

—¿Quién es y qué quieres? — Pregunto fastidiado.

—Soy una intrusa que quiere entrar a violarte — Responden, reconozco la voz como la de mi hermana, el Sarcasmo no pasa desapercibido en sus palabras.

—Pasa Sabrina — Digo esta vez en un tono más calmado, ella abre la puerta de manera violenta y pasa caminando a zancadas.

—Muy graciosa — Ella se limita a  mirarme,  cierra la puerta de la misma manera de que la abrió, se lanza en el sofá al lado de oscaR y coloca su cabeza en su regazo.

—Gracias siempre lo soy, creo que debería ser comediante además de diseñadora — esboza un sonrisa.

—Creo que merezco respeto —Digo refiriéndome a su posición con mi mejor amigo

—Y yo creo que mis mejores amigas no merecen que las uses, pero igual lo haces — Se encoge de hombros

Viro los ojos — ¿Qué haces en mi sala de juegos?

—Es el único lugar donde mama no va a entrar, no quiero ir a mis clases de danza

 Oscar interrumpe.

—Disculpa que me meta, sé que esto no me incumbe, pero... ¿Por qué quieres estar en un lugar sin tu madre?

—Estoy planeando una venganza — Dice de manera que no te dan ganas de preguntarle más nada, me levanto de donde estoy y me paro a un lado de ella con los brazos cruzados en mi pecho.

—Tiene algo que ver con el idiota de Pocket. ¿Verdad?

—Si Leonardo, pero si te digo lo que paso no quiero que te agarres con él, y eso va para ti también Oscar— En la ignora, se le ve tan o incluso más enojado de lo que estoy yo, se podría decir que nosotros somos lo más cercano a amigos que tiene, nos cuenta todo lo que pasa, lo que siente y también es nuestra consejera — ¿Me escuchaste Oscar?

Oscar la mira con desaprobación — Esta bien — Termina diciendo rendido.

—Hagan nuestro juramento.

—¿Es enserio? ¿Qué edad tenemos?

—Háganlo.

Oscar y yo ubicamos nuestras manos derechas en alto y comenzamos a recitar el juramento estúpido ese que inventamos cuando teníamos como doce años — Lo que aquí se diga, aquí se queda, lo que aquí se prometa se cumple, yo lo juro por mi vida y por todo lo que amo—Esto lo creamos cuando éramos pequeños, es ridículo que aún lo sigamos usando.

Ella se acomoda en el sofá y con la mayor tranquilidad dice.

—Termine con él porque lo descubrí con otra chica en pleno acto carnal.

Soy diferente |Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora