D O C E

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Abri los ojos lentamente y lo primero que sentí fue unos brazos rodeando mi cintura y pecho el cual estaba cubierto pero solo por una sábana. ¿¡Que carajos paso!? No abre.. ¡Oh por dios! ¡ME EH ACOSTADO CON LEO! ¡IMPOSIBLE!

—Leo...—Lo intento despertar, el solo gruñe—¡LEONARDO!—Se despierta y se me queda viendo, al notar la forma en la que me encuentro abre los ojos como platos.

—¿Que hemos hecho?

—No lo sé, si te iba a preguntar a tí—Gruñí enojada.

—¡Oh por todos los cielos! Tú y yo... ¿Que tal si no usamos protección?—Se escuchaba preocupado.

—Yo soy la que debería estar preocupada, yo fui la que probablemente perdió virginidad y ni se acuerda.

Me levanté cubierta por la sabana, note que aún llevaba la parte de abajo de mi traje de baño lo que indica que no pasó nada, pero que quizás hubo algo más que solo un beso.

Me coloque algo de ropa de la que traje tome mi maleta y sin despedirme me fuí, baje las escaleras, pase por la sala y caminé hasta donde se encuentra mi auto.

Coloqué mi pequeño equipaje en el maletero y me subí en el vehículo, antes de arrancar aparece Leo.

—Carolay espera. ¿A dónde vas sin hablar?

—Na hay nada de qué hablar Leo, te aprovechaste de que estaba ebria anoche y quizás que cosas me haras hecho.

—Yo estaba igual o peor de ebrio que tú, tampoco recuerdo nada.

—Eso no es algo que yo pueda confirmar.

Encedí el auto y  puse en marcha el auto.

Al llegar a mi casa, me di una ducha y subí mis maletas al auto, mañana me iré de campamento por ocho semanas.

Y me voy a olvidar por completo de Leonardo, es el colmo que se aprovechará de mi como lo hace con todas esas chicas plásticas, está no se la perdono.

»¿Que esperabas Carolay? el es un chico popular y guapo, puede tener a cualquier chica y con solo unas palabras las puede llevar a la cama, el no iba a acercarse a ti por algo más«

Te odio maldita conciencia, solo apareces en momentos como este y me hace sentir peor, aunque ahora lo que me duele es que estoy enamorada de él, me eh enamorado de Leonardo o mejor dicho el Leonardo que se me acercó luego de la carrera, no creí que ese llegaría hacer ésto.

No puedo creer que sea tan ilusa como para caer en sus juegos.

Me quedé llorando en mi cama, después de un rato llego gente a la casa, supongo Sara y Brayan.

Unos minutos después lo corrobore, pues Sarabeth entro a mi habitación, por suerte sola.

—¿Que ah pasado mi niña—Se sento a mi lado y me abrazó, yo enterré mi cara en su cuello y segui llorando hasta que por fin pude controlarme.

—Es que...—Las palabras no salían de mi garganta—Leo... Ah... Abu... Abu... Abusado de mi anoche—Ella de veía entre enojada y triste, pues Sara sabe que yo era o soy virgen y que quería que mi primera vez fuese con alguien que amara y que me amara.

—Pero... ¿como? ¿Te agredió o algo así?

—No, yo... estaba ebria por... el juego y el... supuestamente también, pero... No lo creo, el seguro solo me hizo otra de sus conquistas y ah dicho eso para que se repita.

—Carolay... Cálmate, de seguro es verdad de lo que estaba ebrio, el salio tambaleándose detrás de tí.

—No creo Sara—Segui llorando y en eso entro Brayan, se veía un poco pálido.

Soy diferente |Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora