Entre alfas║Kookv (Omegaverse) [Terminada]

Capítulo 32

Un nuevo día inició con una bella tormenta, perfecta para un sábado y no salir de casa; Jungkook sospechaba que iba a llover por lo nublado que estaba el día anterior, así que no le sorprendió, incluso abrió la ventana para sacar una foto al cielo, mojando un poco su teléfono.

Se percato que estaba solo en su habitación, asumió que el mayor se había ido a su casa temprano, aunque esperaba que no haya sido tan tonto de irse con la lluvia. Un calor en su estomago apareció, ya venía imaginándose que su celo estaba cerca y eso terminaba de confirmarlo.

─ Nunca pensé que tendrías un olor tan... Dulce.─ Rápidamente volteo su rostro hasta la puerta, apreciando a un menudo chico rubio con una bandeja en sus manos.

─ H-Hyung...─ Las palabras se atoraron en su garganta, la cual se secó en segundos y la vergüenza comenzó a invadirlo por tal comentario.

─ Te traje el desayuno, estabas dormido cuando me desperté y no quise molestarte, así que fui a desayunar con Jennie.─ Se acercó hasta él, dejando la bandeja arriba de sus piernas y depositando un beso en su frente.

Era muy común entre ellos saludarse o darse besos en la mejilla, para Jimin era un poco raro, pero para ellos era una muestra de cariño entre amigos.

─ Me hubieras despertado así desayunábamos juntos...─ Habló en medio de un bostezo. Al observar bien al mayor, una gran marca morada en su cuello fue lo que notó.─ Tae...

─ ¿Sí?

─ ¿Qué es eso en tu cuello?─ Con una fingida calma y cansancio de recién levantado, preguntó como si ni importancia tuviera.

─ ¿Esto?─ Señaló aquel chupón, viendo al menor asentir.─ Es que el otro estaba con YoonGi en su casa y... Bueno, no hace falta dar detalles, ya sabes lo que es.

El ceño de Jungkook se frunció, tapando con la palma de su mano su rostro, sintiendo que en cualquier momento las lágrimas saldrían de sus ojos, su corazón recibió un pinchazo tan fuerte que hasta su lobo chillo. Su lobo se sentía rechazo, engañado por el lobo contrario.

— Kook... ¿Qué sucede? ¿Te duele algo?— Sí, el corazón me duele.

— N-no... Es que me duele demasiado el estómago, el celo esta siendo más fuerte que los otros.— Con esa mentira que logró convencer al rubio, limpio tan rápido los finos caminos debajo de sus ojos que él ni lo vio.

— ¿Quieres que vaya por algún supresor?— El menor asintió, señalando con su dedo el armario cerca de la ventana. Cuando el mayor tuvo las pastillas, fue hasta la planta baja a buscar un vaso con agua.

— Yo solo quiero que... Notes tanto mi amor como mi dolor por ti, por favor...— Volvió a cubrirse el rostro con su antebrazo, intensificando sus sollozos y sin poder ocultar la tormenta que tenía en su interior.

— Debo de hablar con alguien y quién mejor que contigo...— Jeon se encontraba en llamada con un Alfa de pelo rizado y castaño que escuchaba atentamente a su amigo.