Sonidos que nunca pensó hacer estaban siendo creados por su voz, temblores que nunca pensó experimentar atormentaban todo su cuerpo, ojos que miraban cada uno de sus acciones que nunca pensó disfrutar su profundidad. Esa pequeñas cosas que ni en los sueños más salvaje de Eli pasarían, estaban ocurriendo gracias por aquella manos placenteras de su compañera Nozomi.Se estara preguntando cómo Eli llego a esa situación. Pues ni si quiera ella lo sabe, cuando se percató de que estaba pasando llegó a esto. Nunca pensó que le gustaran ese tipo de "cosas", creía que aquella vez que vio a Nozomi teniendo relaciones sexualiza solo fue una respuesta biológica ante los sonidos. Hasta creía ser cien por ciento heterosexual, pero se equivocó y lo peor es que lo estaba haciendo con aquella persona con la que más se negaba a tener una atracción física. Pero aquí estaba. Teniendo un encuentro pasional con la peli violeta, quien hábilmente la estaba llevando a la locura con solo unos toques.
Nunca penso llegar tan bajo como para querer una relación que no sea de conocidos o compañeros con otra persona, ¡eso iba en contra de todo lo que creía! Estaba cayendo en la misma "cosa". Pero ella no sé iba dejar. Pelearía por seguir con su vida y morir en un departamento lleno de gato; y tener un relación no caía en esos planes.
—Erichi... —murmuró una voz aterciopelada en los oídos de la rubia. Ese simple sonido que pronuncio su garganta, esos labios carnosos que musitaron su nombre, la suavidad y delicadeza con la que le recorría esas manos, la ráfaga de calor que estaba experimentando su cuerpo ante el tacto de la contraria. Todo ello la estaba volviendo loca, hasta el punto de no recordar sus propios pensamientos. Sintió sus dedos moverse dentro suyo, jugando con su clitoris y chupando sus senos. Una corriente la recorrió por todo su cuerpo, ya estaba llegando a su límite.
—bien hecho. —Beso su frente, disminuyó la cercanía para poder apreciar su ojos celeste mientras lamía sus dedos mojados por los jugos que momentos antes había expulsado. —eres tan dulce como imagine... —entrecerró los ojos de forma picara, lamiendo con fogosidad sus dedos mientras una sonrisa perversa se formaba en sus labios al ver la expresión avergonzada que Eli -su cena- le estaba dando.
Intento desviar la mirada recuperando el aliento y organizando sus desastrosos pensamientos. No podía engañarse, le estaba gustando el acto pasional que habían hecho pero odiaba la idea de "gustarle" esa mujer. ¿Por qué ella entre todo el mundo? Hasta hubiera aceptado hacerlo con Umi aún si ella la odiaba.
—Erichi. —la llamo, acariciando su mejilla para captar su atención. —me la pasé bien hoy. Hagámoslo otra vez mañana ¿si? —sonrió, tocando la nariz de la rubia con su dedo índice.
La ojiazul no pudo evitar, sin darse cuenta, hacer un ademán triste por escuchar sus palabras. Sentía un horrible opresión en su pecho. No entendía el porqué de ello, simplemente quería llorar. Se reprendió, no tenía que sentirse así, sabía que las personas eran así. Todo el mundo forma una relación por un interés, ni si quiera ella podía evitarlo pero al menos les decía las cosas de frente y los evitaba descaradamente para que nunca se acercaran a ella. Pero Nozomi era diferente, a pesar de evitarla ella se seguía acercando, y eso era lo que más temía, encariñarse. Se sentía rota, se estaba encariñando con la oji verde, había experimentado su primera vez con una persona que le gustaba jugar con los sentimientos de otros.
—¡...! Erichi no llores. —se apresuró a decir, limpiando con torpeza las lágrimas que se deslizaban por la cara de la contraria. Nozomi se mostró preocupada de haberla lástima. Eli lo noto y se sintió feliz por también se odiaba por sentir a alegría que una jugadora sintiera preocupación por ella. Todo era tan patético, era obvio que estaba fingiendo preocupación, seguramente ya había hecho eso antes y con la típica frase "prometo amarte por toda la vida" cuando todo el mundo sabe que eso nunca sucede. Aun así una pizca de soberbia mezclada con enojo se anudó en su corazón, solo porque aquella noche realmente se sentía amada y cuidada por Nozomi, sus manos fueron tan dulces y su sentimientos tan sinceros que por un momento creyó que todo aquello era verdad. Que injusta y cruel era la vida...
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En las manos de un súcubo. (Terminada)
FanfictionEli es una estudiante de abogacía que no le ve el valor a relacionarse íntimamente con otras personas. Nozomi es una estudiante de psicología no mala reputación de jugadora pero que esconde un secreto que nadie sabe. En esta universidad todo puede p...