A la hora del almuerzo fui a la cafetería de enfrente a la universidad, estaban Agus, Alan, Cassie y para mi sorpresa James. Todos reunidos en una mesa con sus almuerzos y dejándome un lugar para que pueda sentarme tranquila y pedir algo. Nadie parecía tener nada que contar y por dentro lo agradecía no quería hablar o escuchar a nadie. Aquella paz duró nada porque en la cafetería entró una rubia hecha una furia al local. Su mirada reflejaba ira pura y con su elegante porte camino hasta nuestra mesa donde señalo con sus uñas perfectamente cuidadas a James.
—Tú no puedes hacerme esto —habló con rudeza la rubia apartando un mechón de su cabello del rostro. —Antes muerta que ser humillada por un idiota como tú, yo te dejo a ti primero y en persona maldito cobarde —las mordaces palabras de la rubia nos dejaron a todos atónitos y de reojo mire a James.
—Jodie intente hablar contigo, pero tú nunca me escuchas y por eso te deje un mensaje —la rubia movió su cabeza de manera exagerada, pero sin perder su elegancia.
—No me interesa lo que me tengas que decir, solo vine a dejarte en claro que soy yo la que está terminando contigo nadie deja a una Birkin y mucho menos alguien que no está a mi altura —escuche la risa ahogada de Cassie y yo no pude evitar tener que cubrir mi boca para no reírme. —Perdón a los demás si arruine su almuerzo, pero necesitaba aclarar las cosas —la diva rubia se colocó unos lentes de sol negros y se fue con la frente en alto y contoneando sus caderas.
—¿Qué acaba de pasar? —el primero en hablar es Alan y Cassandra suelta una risa que hace difícil el trabajo de Agustina de no reírse.
—Es la diva de Jodie Birkin estuvimos saliendo un tiempo, pero las cosas no estaban funcionando y quise dejarla, pero ella no me escuchó. Le envié un mensaje explicándole la situación y la drama queen ataco —no me pude contener y comencé a reírme, parecía una loca pues no podía dejar de hacerlo y la cara me dolía al igual que mi estómago.
En un momento la risa fue cambiando y las lágrimas comenzaron a salir, fue momento en donde Cassandra y Agustina me abrazaron. Esto se estaba volviendo tan habitual en mí, hasta el punto en donde no reconozco en quien me he convertido. Separándome de ellas me fui al baño con la vista empañada por las lágrimas y me encerré en aquel pequeño espacio. Respire hondo antes de mojar mi cara con el agua, necesitaba recomponerme para irme a la universidad. Secando mi cara con toallas de papel me miro al espejo viéndome como desde hacía días, sin maquillaje, demacrada y con los ojos hinchados.
—Sé que no te hubiera gustado verme así bombón, pero qué más puedo hacer si lo único que siento es dolor por tu falta —pasando mis manos por mis ojos contuve las ganas de llorar —No puedo hacer esto sola Dylan —alejándome del lavado salí del baño caminando más tranquila hacia la mesa donde estaban todos.
☁️☁️☁️
La semana fue bastante pesada para mí, pero no derrame más lágrimas y eso fue una pequeña victoria. Es fin de semana y como desde hacía tiempo no estaba planeando irme de fiesta. Me pongo un jean azul claro, una blusa blanca y un suéter fino blanco metido dentro de los pantalones, zapatos blancos y una campera café de lana. Tome mi bolso pequeño de color café guardando dinero, gas pimienta y mi celular. Mis amigas no estaban por lo que cerrando el apartamento me fui guardando las llaves en mi bolso. Subí al taxi que llame previamente y le di la dirección al taxista. Debía enfrentar mi realidad e intentaba reunir coraje para no irme en cuanto llegara a mi destino. Mis manos sudaban y jugaba con ellas sobre mi regazo, mordiendo mi labio inferior mi pierna derecha comenzó a sacudirse con violencia.
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Hey, Morena (#2 HS)
Teen FictionIsabella está rota, sin rumbo en un duro proceso sin Dylan, su gran amor, pero su historia se llenó de nubes grises. Sus destinos iban en caminos separados. ☁️ Isabella Gotti llevaba la vida modelo de una joven estudiante de diseño en indumentaria e...