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Doy dos toques pausados por encima del micrófono oculto entre mis senos y luego suspiro con cierto pesar tras confirmar que todo está en orden.

—¿Quién me manda a mí meterme en estos líos? —me cuestiono a mí misma en voz alta, sabiendo que mi enlace me está escuchando—. Ahora me hacen trabajar como enfermera y para colmo ¡gratis! Tch, cretinos.

—¿Todo bien? —se asegura mi compañero.

—Todo correcto —respondo, como si continuase con mi perorata externa que me camufla entre estos locos.

Se hace una pausa, pero sé que el canal de comunicación todavía continúa abierto.

Y yo que me alegro.

Casi sonrío por la tontería, pero no quiero llamar demasiado la atención si de pronto paso de estar enfurruñada a alegre en menos de un segundo. Miro de derecha a izquierda con disimulo y diviso a Toga en la barra del bar con Kurogiri y, al otro extremo, al tal Mr. Compress que hizo su magia en cuanto puse un pie en este antro. El chico extraño con tatuajes de escamas y cabello púrpura... ¿Spike? ¿Spinete...? No. Era Spinner... me observa desde la distancia cuando atravieso la sala, pero no hace ademán de acercarse ni detenerse cuando se percata del contenido de mis manos.

La caja metálica que contiene utensilios de primeros auxilios resulta bastante liviana y poco sospechosa gracias a la gran cruz de color rojo en su tapa. Además, me estoy dirigiendo hacia uno de los vestuarios, tras pasar una sala de espera en la que reconozco los enseres y bolsas deportivas de los combatientes.

En cuanto tengas vía libre, sal de ese lugar —mi compañero habla a través de mi auricular; le escucho con atención—. Lo has hecho bien. Ya tenemos todo cuanto queríamos y más.

—Espero que este sea el último mandado de la noche —bufo, fingiendo estar molesta y cansada por si hay alguien a mi alrededor, pero diciéndole así a mi enlace que me queda una última cosa por hacer antes de cumplir su solicitud.

Mi mano se desliza por la puerta de madera cuando hago el ademán de tocarla con mis nudillos, solo para recordar que en este sitio no necesito ser educada ni tener modales para entrar en una estancia pidiendo previamente permiso. Por ello, agarro el pomo y abro sin saber qué encontraré al otro lado, pero sea lo que sea, ya tengo preparada una cara inexpresiva por si acaso...

Recuerdo haber visto un vestuario de las mismas dimensiones y parecida disposición cuando gracias a Toga espié a Twice en el suyo. Sin embargo, este cubículo tiene una larga hilera de taquillas a ambos lados de la pared hasta casi llegar al final de la estancia, pues dos accesos permiten ir a las duchas laterales de donde todavía emana vapor y el aroma a gel y loción corporal. En el centro, hay dos bancas metálicas y en una de ellas reposa una bolsa abierta de deporte.

Apenas he tenido tiempo de entrar, cerrar la puerta a mi espalda y observar mi entorno cuando de una de las aperturas laterales aparece el adonis rubio ceniza portando varios botes de champú en su antebrazo y frotándose el cabello húmedo con su mano libre. Arroja los productos de aseo personal dentro de la bolsa deportiva y agarra una toalla de algodón blanca con que atrapa las gotas de agua que caen de las púas de sus mechones, moteando sus hombros y clavículas con perlas transparentes. Me hubiese gustado que saliera solamente con una toalla envuelta alrededor de sus estrechas caderas, pero me conformo con su atuendo de unos limpios pantalones cortos de boxeo que exponen el elástico anaranjado de su ropa interior.

Él alza la vista cuando me ve parada junto a la puerta y, con el ceño aun fruncido, enarca una de sus cejas como si me preguntara con ese gesto qué estoy haciendo aquí.

Gira su cuerpo hacia mí al ver que yo me mantengo en silencio, dejando con cierta desgana la toalla húmeda sobre uno de sus hombros. Al tener ambas manos libres, las apoya por encima de sus caderas, poniendo así sus brazos en jarra mientras yergue la espalda. Está expuesto, lo sabe y simula no importarle, porque puedo notar que se tensa y que está atento a cualquier reacción por mi parte.

TAINTED I: Corruption (+18) [BNHA A.U. Adulto] [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora