TAINTED I: Corruption (+18) [BNHA A.U. Adulto] [Finalizada]

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—¿Estás listo, Twice? —Dabi le pregunta con cierto tono de aburrimiento en su voz.

—¿Y mi máscara? —rebate el luchador, pisoteando su cigarrillo con el pie descalzo y llevándose ambas manos al rostro, casi deformándolo bajo sus dedos—. Siento que me estoy partiendo.

Dabi le lanza un pedazo de tela y Jin se muestra desesperado por ponérselo sobre la cabeza y cubrir su cara por completo. El diseño me recuerda un tanto al de Deadpool, pero considerando que Jin o Twice estaba hablando solo hace unos minutos, bien podría estar rompiendo la cuarta pared como ese antihéroe.

Se acomoda sus pantalones ajustados de color negro con una franja gris mientras Dabi saca de su gabardina un par de guantes rojos y azules que dejan los dedos al descubierto. Los oigo conversar animadamente y me impacta el cambio tan drástico en la actitud de Jin, bromeando con el que interpreto es su representante porque Dabi, por muy atlético que parezca, no tiene complexión de luchador cuerpo a cuerpo.

Jin tiene una personalidad explosiva y animada, y a la vez contradictoria, dividida en algún trastorno mental que no logro distinguir, insultando a Dabi en un momento y luego alabándolo en otro. Sin embargo, los dos hombres se llevan bien dado porque la actitud de Dabi es tranquila y relajada, mientras que la de Jin cambia constantemente. El sexy representante parece tolerar los cambios repentinos del luchador de artes marciales mixtas con algún que otro resoplido y un leve improperio.

Toga baja de las cajas y me insta a hacer lo mismo cuando veo a Twice flexionar los dedos de su mano derecha, como si notase algo raro al tacto. Dabi por su parte sonríe ampliamente de un modo misterioso y a la vez espeluznante, sacando algo metálico del bolsillo interno de su chaqueta.

Y los eslabones encajan perfectamente sobre unos nudillos, simulando un puño americano.

Ya sabía yo que no era trigo limpio, pero ¡hombre! ¡Van a jugar sucio!

Dabi señala la taquilla a su lado y Jin no duda en asestar un golpe firme. El metal se hunde bajo sus nudillos, dejando una marca permanente que me hace pensar que, seguramente, ese no sea el gancho más fuerte de Twice... Sino un leve calentamiento.

El combate está amañado desde el principio. No debería extrañarme, pero se me hace ruin que, si la pelea de por sí es ilegal, no esté debidamente asistida y no siga las reglas deportivas, para colmo ni siquiera jueguen en las mismas condiciones de uno contra uno, sin armas ni ayudas extra.

Antes de descender observo a Dabi palmear la espalda desnuda de Jin, animando a su supuesto campeón porque intuye, o sabe, que va a ganar en cuanto ese puño trucado impacte una o varias veces sobre el combatiente contrario. Destrozándolo.

—¿Apostarás por Jin? —Toga me anima tras salir del corredor y volver a su estado jovial y despreocupado—. ¡Yo voy a hacerlo! ¡Vamos, busquemos a Giran!

No sé quién diablos es ese tipo del que me habla, pero ya me dejo arrastrar por la corriente entre un mar de delincuentes trajeados que no dudarían en devorarme como tiburones si supieran de mi existencia. Toga saluda con la mano a un hombre alto y moreno de labios carnosos, pero no nos detenemos en él, sino que ella continúa guiándome hasta una mesa de apuestas donde hay una única persona sentada al otro lado.

Intuyo que es Giran por los grandes fajos de billetes que contabiliza en sus manos mientras mantiene una sonrisa constante que le da un aire de seguridad. Se ve indiferente y antipático cuando observa a su alrededor por encima de sus gafas grises y redondas, apretando el dinero de sus clientes en cuanto alguien se acerca demasiado a su terreno. Sus cejas están fruncidas y parece estar entrecerrando los ojos con recelo y sospecha, por lo que me congelo un instante con cierto temor.