💞Cap 11💞

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Cuando me di cuenta, no estaba en la habitación, sino en un hermoso bosque nevado.

Cuando me di cuenta, no estaba en la habitación, sino en un hermoso bosque nevado

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Caminé en círculos varias veces, admirando lo mágico de el paisaje. Fue entonces cuando escuché voces; no tenía ni idea de a quien podrían pertenecer, pero sentí la extraña obligación a encontrar a la otra persona que se escondía en este lugar. Sentí que una rabia increíble se acumulaba en mi pecho: Este era mi lugar y nadie tenía derecho a irrumpir mi paz!
Pude ver una silueta alta y esbelta entre los árboles, y la seguí sin pensármelo dos veces. Iba a acabar con quien osaba entrar en mi espacio de soledad; así se lo había prometido a mi hermano, ese que no debería estar conmigo en estos momentos, ese que debería estar muerto. Él siempre me dice que solamente se queda conmigo porque le soy útil, pero se que en el fondo me ha cogido cariño.
Corro cada vez más rápido, la nieve se derrite allí donde piso y las ramas de los árboles hacen contorsiones inexplicables a mi paso, pero me parece lo más normal del mundo. No me detengo. No me detendré hasta que alcance a la persona misteriosa y la haga trizas por destruir la delicada conexión que había podido establecer con  los muertos, ese mundo que anhelo pero que es inaccesible para mi.

Llego al fin a una parada. Veo que estamos al lado de una carretera. Las voces de mi cabeza me dicen que grite, que llame la atención de el insolente que se atrevió a desafiarme, así que eso hago:

T/N: *gritando*Oye! Tu!

La figura se da la vuelta silenciosamente: ahora está mirando hacia mí. Me causa una sensación que no había sufrido antes; mi mente no puede pensar derecha, mis piernas no me aguantan y siento algo extraño en el interior de mi estomago. Mi mente me dice que debo seguir, vengar la pérdida de mi frágil paz, pero mi corazón siente la extraña necesidad de ir adonde ella y abrazarla, pedirle perdón por todas esas cosas que nunca hizo. Estaba inmersa en mis pensamientos cuando vi otra figura que si que reconocí: era Taemin. Mi hermano estaba intentando matar a esta persona misteriosa, mi persona misteriosa! Sin embargo, esta no se quedó atrás, y pronto los dos estaban enzarzados en una pelea en la que yo no podía hacer nada; no sabía a quien ayudar, a quien traicionar.
Pude reaccionar cundo vi que la silueta sacaba un cuchillo de algún lugar y atacaba a Taemin. Entonces mi corazón gano mi batalla a nivel neuronal y corrí hacia la macabra escena. Me interpuse entre los dos y le di la espalda al desconocido. Pude ver que mi hermano estaba en condición crítica, con profundos cortes en el abdomen. Solamente entonces deje fluir toda mi energía, todos mis sentimientos, y los canalicé en una sola acción: hacer sufrir a quien me hizo sufrir a mi.

Los dos nos vimos rodeados por una esfera de energía, blanca y azulada. No me asuste, solamente me pareció curioso que la persona encerrada en la cárcel que había creado tampoco. Mi pelo ondeaba por las fuertes corrientes de viento que se hicieron notar el momento en el que nos elevamos.
El desconocido se acercó a mi, muy lentamente. Yo iba creando distracciones para que no me alcanzara; sabía que podría hacerle daño si me lo propusiera, pero las ganas que tenía de hacerlo trizas habían desaparecido en cuestión de segundos. Para cuando me si cuenta, la persona que había dañado mi frágil estabilidad y había conseguido hacerme sentir algo extraño dentro de mi se encontraba a unos escasos centímetros de mi. Lo único que se me ocurrió hacer en ese momento fue mirarlo a los ojos y susurrar con una voz extrañamente melodiosa:

T/N: *susurrando* Hace tiempo que te estaba esperando...

No sabía que tipo de reacción me esperaba, pero ciertamente no era que el encapuchado sacara el cuchillo con el que había herido de gravedad a mi hermano de debajo de su túnica y me atacara con el. Pude ver con tiempo suficiente sus intenciones, por lo que pude esquivar el golpe, que iba dirigido a mi corazón, sustituirlo por una herida no más superficial en mi brazo izquierdo. Mi sangre, negra como la pez, brotaba a chorros de mi extremidad; pero no notaba ninguna molestia. Al menos, no por eso. El sentimiento de traición que se acumulaba en mi interior era mucho mayor que cualquier otro; fue esa la causa de mi grito, un grito alto y agudo que acabó por ser mi salvación.

(La hermana de Jhope) Hermanita!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora