Capítulo 01. | La nota en mi puerta.

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Temothée Hammer

Caminar por las transitadas y frías calles de Madrid era algo que me agradaba mucho cuando recién llegué a España, y estaba empezando a conocer la ciudad. Hacerlo ahora para buscar otro empleo, ya no es algo tan divertido.

Para ponerlos en contexto, hace unos días me despidieron de la empresa en la que estaba trabajando como community manager. La inflación del país los ha llevado a aumentar de manera exagerada los precios de los productos, dejándonos con pocas ventas y llevando la empresa abajo. Una de las primeras alternativas que tomaron los socios para no dejar que le empresa terminara de quebrar, era la vieja confiable, reducción de personal.

Ahí salí yo, ahora me encontraba aquí, dejando mi síntesis curricular en una cafetería cerca de la universidad a la que voy.

Suena la campanilla de la puerta, anunciando mi salida de la cafetería. El resplandeciente sol de la mañana me cubre el rostro, pero apenas se puede sentir lo cálido de su temperatura, el frío de la ciudad es más envolvente.

Luego de un suspiro cargado de no mucho ánimo, decido cruzar la calle y subirme al coche para irme directo a la universidad, tengo que retirar los resultados de mis últimas calificaciones.

La universidad estaba a solo veinte minutos, podía llegar rápido, pero al parecer alguien se antojó de que lo atropellaran en la avenida principal y el tráfico comenzó a aumentar.

Después de tomar varios atajos y pasar por mis notas en la uni, decidí relajarme. Necesitaba ir a un lugar tranquilo y poder disfrutar de un humeante café, mientras buscaba algo bueno en la sección de empleos en el periódico.

Tristemente, no había muchas ofertas de trabajo. Observé todo detenidamente y quisiera decir que los pocos empleos ofrecidos eran buenos, pero lo que había eran puras ofertas con horarios estrictos que no me dejaban tiempo para la uni, aún así seguí buscando. Algo bueno podía presentarse.

No conseguí relajarme con el café ni con el lugar tranquilo, lo único que gané fue un jodido dolor de cabeza con fuertes punzadas de tanto pensar en los parciales que seguían para la siguiente semana, sumado el tema de conseguir trabajo. Agotado mentalmente, decido irme a mi apartamento para poder descansar de este día tan caótico.

—Odio este jodido estacionamiento, es muy macabro —me quejo en voz alta, mientras conduzco al lugar donde me toca estacionar mi coche siempre.

No soy dramático, en serio es muy oscuro y tenebroso el estacionamiento.

Me bajo del auto, paso seguro y no logro dar tres pasos cuando comienzo a correr. No puedo evitar tener miedo, odio los lugares tan oscuros como estos, además ¿En qué jodido parking las luces se encienden y apagan cuando quieren? Parece el parking de un hospital psiquiátrico.

—¡Buenas noches, Temothée! —saluda el Sr. Luis, subiendo al ascensor en el tercer piso

—Buenas noches, Sr. Luis —no tenía ganas de hablar, pero intenté sonar educado — ¿Va subiendo?

—Si, voy a tu mismo piso —se me hizo raro, pero me limité a marcar el piso siete y quedarme callado.

Al bajar del ascensor el Sr. Luis camina con pasos confiados y se detiene en el apartamento 28, él tampoco parece estar muy contento. Toca la puerta bruscamente mientras yo sigo caminando a mi apartamento sin perderme la  escena.

¿Ahí no es donde se mudó el promiscuo que siempre mete prostitutas a su apartamento?

La puerta se abre, permitiendo ver al chico alto con una sonrisa de pocos amigos. Estaba sin camisa, sus brazos y abdomen parecían cumplir con una serie de entrenamientos que mi cuerpo no conocen ni conocerán jamás. Su cabello despeinado apuntando a todos lados le sumaban puntos a esa aura sombría.

JULIÁN © (Boys #1)  [ COMPLETA ] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora