A New World [Senku y Tú]

27

Al separarnos pude notar una leve sonrisa en su rostro. Bajamos del observatorio para que el resto pudiera entrar, Suika estaba muy emocionada.

— ¡Ya va a salir el sol! — exclamó contenta

— ¡No lo mires con el telescopio! — respondió Senku desde abajo

— Si los minerales que trajeron son los correct- — empezó a decir Kohaku, pero se calló de un momento a otro — ¿Y eso? — dijo señalando nuestras manos entrelazadas

Sonreí mientras me apoyaba un poco en Senku. Pude notar una gran sonrisa por parte de Kohaku, pero no me esperé que lo anuncie a toda la aldea. Pasadas unas horas nos fuimos a descansar, ya faltaba poco para finalizar el celular.

— Novio — le dije sonriendo para molestarlo

— Ya duerme, segundona — respondió entrelazando nuestros dedos

— No me digas segundona, soy tu novia — hablé recalcando la palabra, notando un leve sonrojo de su parte

No dijo palabra alguna, puso una mano sobre mi cabeza para posteriormente atraerme a él, quedando abrazados.

Al siguiente día Magma ya se había encargado de hacer polvo las gemas que trajeron de la cueva.

— Con este polvo haremos algo parecido a un dentífrico — explicó Senku — por último nos libraremos del óxido en la pasta usando hidrógeno. Lo calientas en un contenedor de vidrio y listo. Necesita estar a mil grados, entre más caliente más fuerte será

— ¡Eso se escucha fácil! — exclamó Chrome

— ¿Qué le pasa a un contenedor de vidrio si lo pones a mil grados? — dije con obviedad

— Solo hay que calentar la masa de tungsteno dentro del contenedor

— ¿Cómo haremos eso? — preguntó el viejo Kaseki

— No hay tiempo, dividiremos el trabajo — respondió Senku — ________ y yo nos encargaremos de la química

Vi como Chrome y Senku chocaban las manos al separarse, ya que Chrome se encargaría de otra cosa.

— Qué envidia — habló el viejo Kaseki — desde niño qume gustó hacer cosas, construí muchas cosas, puentes y escudos para que la gente no me viera raro, incluso pude ser útil para la aldea. La verdad no puedo evitar querer tener un compañero constructor así

— Pero tienes tres, viejo Kaseki — respondió Chrome — tres compañeros

— ¿Tres? ¿Dónde?

Chrome nos señaló a los tres, no pude evitar conmoverme.

— ¿Yo? ¿Aunque les lleve casi 50 años? — habló él

— ¿La edad? ¿Eso importa? — respondió Chrome

— ¡Todos somos compañeros! — exclamé agitando a Senku ya que se encontraba a mi lado

— Siempre haces eso — habló él suspirando — vamos, tenemos trabajo que hacer

En ese momento el viejo Kaseki rompió su vestimenta, mostrando sus marcados músculos. Mi concepto de viejito tierno se fue por el drenaje.

Senku tomó a Gen del abrigo, arrastrándolo con nosotros.

— Ven a ayudarnos, hombre moderno. Debes saber algo más de química que los aldeanos

Dudaba acerca de los conocimos de Gen a juzgar por su reacción.

Al entrar al laboratorio lo primero que hicimos fue darle las instrucciones a Gen aunque dudaba que entienda todo.

— Ya estoy cansada — hablé viendo el cielo — estaba empezando a anochecer

— No seas llorona, aún falta mucho

— Yo también quiero descansar — dijo Gen saliendo a toda velocidad

Suspiré recargándome en la mesa, llevábamos un buen tiempo trabajando. No me percaté en el momento en el que me quedé dormida, al abrir mis ojos pude notar que todo ya estaba oscuro. Enfrente mío estaba Senku trabajando, solamente iluminado por la luz de un par de velas, ¿De dónde las sacó?

— Deberías descansar... — dije acercándome, tenía una manta encima de los hombros. Quizá Senku me la puso cuando dormía

— Estamos a contra reloj — respondió suspirando

Asentí y lo comencé a ayudar, entre los dos todo sería más simple. Terminamos a la mañana siguiente, algo cansados pero terminamos.

— ¡Dentífrico de Tungsteno! — exclamó

Salimos a ver a Chrome, que se estaba encargando de calentar el Tungsteno.

— ¿Cómo va todo, equipo calentador?

— Casi terminamos

— Nada mal... — dijo él, desvió su vista hacia lo que había hecho Chrome — ¡¿Qué diablos es esa cosa tan exagerada?!

— Senku, dijiste que usara todo lo que sé

— No me refería a eso, qué cosa tan fea — habló él — pero está bien, si el objetivo es unirse para subir la temperatura. Haremos una masa larga y delgada de Tungsteno, metes agua con electricidad y producirá hidrógeno. Con mucho calor, peleará el óxido de la plasta

Al terminar eso solo faltaba unir todo, suspiré al ver el gran trabajo que habíamos hecho.

— Hay un trabajo de cristalería complicado antes — habló Senku — es una bomba de Hickman, los bulbos se hacen succionando tanto aire como puedas

— ¿Esto es posible? — preguntó él desconcertado

— ¡En nuestros tiempos solo los mejores artesanos podían hacerlo! ¡Así que no te sientas mal si no puedes! ¡Esto es otra era! — exclamó Gen

— No necesito tu ayuda mental, lo haré — respondió Kaseki — pero a cambio... quiero hacer eso que hiciste con Chrome, eso como compañeros constructores

— ¡Esto es muy conmovedor! — exclamé apoyándome en Chrome

— Sí sí — dijo él sonriendo

Senku chocó los cinco con el viejo Kaseki. Después de eso el viejo Kaseki se quitó su ropa de nuevo, mostrando sus marcados músculos. Mi concepto de viejito tierno se volvió a ir al drenaje.

— Oye oye Senku — habló Ginro — acabo de notar algo. El viejo Kaseki actúa como un niño, pero en realidad les quiere aligerar la carga...

— Ya lo sé, tarado

— ¡Senku! ¿Hay algo que los niños podamos hacer? — preguntó Suika

— Sí, encárguense del alambre — habló él chocando los cinco con Suika

A este paso Senku terminará chocando los cinco con la aldea entera. Regresamos al laboratorio.

— El equipo químico se encargará del plástico — habló él refiriéndose a Chrome y yo

Asentí cansada, iba a ser agotador. Observé a Senku, siempre ha sido muy persistente en lo que queire lograr y si quiere hacer un celular en la época de piedra, definitivamente lo hará.

Terminamos poniendo calefactores en las casas de la aldea, eso mantendrá bien a los niños y encianos. Para el anochecer ya teníamos parte del micrófono, cada vez nos faltaba menos.

Pasaron los días, cada vez nos enforzábamos más. Era tierno pensar que siempre antes de dormir, Senku se aseguraba de que estuviera bien.

— El nacimiento del arma más poderosa de la guerra moderna — habló él — el celular, pudimos hacerlo antes de la primavera

Ya son los últimos capítulos de esta historia :(