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Pasaron un par de horas, fui la primera en entrar a las aguas termales. Ahora me encontraba con Senku recolectando el sulfuro necesario para la pólvora. Se notaba que estaba muy emocionado por esto.
— Senku — dije llamando su atención. Mirando de lejos conversar a Yuzuriha y Taiju

— ¿Qué? — respondió sin ánimos. Tonto

— ¿Crees que Taiju ya se le haya declarado?

En ese momento sonrió de una manera extraña. Era aterrador.

— Lo hará cuando hayamos salvado al mundo — respondió mirándome

— ¿Y tú? No puedo creer que en todo el tiempo que te conozco nunca te haya gustado una chica — digo volteando la mirada. Aun estábamos sacando el sulfuro y no quería tener algún accidente por distraída. En este mundo de piedra no hay curitas con dibujos de bob esponja

Quedó en silencio por unos minutos — realmente no quieres saber — dijo en voz baja pero, pude escucharlo perfectamente ¿qué me ocultas, alimaña?

— Dime, dime, dime, dime — dije acercando mi rostro al suyo, apoyando mis codos en el suelo y mi cabeza en mis manos

Pude notar un pequeño sonrojo de su parte, siempre que hacía eso se sonrojaba. Desde niños, era curioso que hasta ahora le pase.

— ¡Alejate, segundona! — exclamó poniendo su mano en mi cara dándome un leve empujón

— ¡No me empujes! — respondí golpeándolo en la nuca de nuevo

Ya saben amigos. Juego de manos, juego de villanos.

Esa noche ambos terminamos con unos cuantos moretones pero, por el lado positivo teníamos todo lo necesario para la pólvora.

— Tenemos los tres materiales necesarios para la pólvora — dijo Senku

— ¿Ya están listos? — preguntó Taiju

— Solo hay que mezclarlos — respondí sonriendo

Luego de una extraña y rara cara de Senku pasó a explicar lo que haríamos.

— El ingrediente número uno de la pólvora, Sulfuro, de lo que hay mucho en las aguas termales — explicó mientras lo mezclaba — número dos, carbón, solo hay que quemar madera y número tres nitrato de potasio. Ya preparé un poco para ahorrar tiempo

— Creo que he escuchado eso antes... ¡El ácido nítrico! ¡El agua milagrosa! — exclamó Taiju

— Por una vez acertaste, simplón. Tienes diez mil millones de puntos — dijo Senku — nitrato de potasio, carbón y sulfuro. Los revuelves y aplicas una pizca de azúcar para más sabor. Es glucosa que hice de las uvas ¡Por último lo molemos hasta endurecerla!

¿Senku piensa a hacer el trabajo de fuerza?

— Molerlo, ¿eh? — gritó Taiju — ¡Yo me encargo del trabajo pesado!

— ¿Seguro? Podrías darle tan duro para hacerlo explotar, como un pedernal — dijo Yuzuriha

Yo me mantenía al margen de lo que estaba pasando. Siendo sincera la química me gustaba pero también me asustaba mucho, más cuando se trabaja con explosivos que pudieran o no sacarte una extremidad. Me gustan mis extremidades, no las quisiera perder. Que Senku se encargue, sabría como ideárselas sin un brazo.

— No va a haber chispas si se golpea piedra con piedra — respondió él. Taiju prosiguió a golpear la pólvora — el pedernal es solo piedra. No habrá chispas si no tiene metal, aguas termales o pirita de hierro

¿Pirita de hierro?

Fue cuestión de segundos, todo pasó en cámara lenta. Taiju golpeó la polvora, se pudieron observar unas chispas a lo lejos y a continuación ¡boom! ¡Lo sabía! ¡En cualquier momento iba a explotar! Solo me cubrí con las manos ya que me encontraba alejada de ahí pero Senku cayó encima mío. Maldita vaca, qué tanto come que pesa como león marino.

A New World [Senku y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora