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Se acercaba el festival de aquella preparatoria. Todos los alumnos estaban emocionados, bueno, casi todos.

— No entiendo por qué hago esto — habló el joven de ojos carmín

— ¡No seas aburrido! — exclamó ella con una sonrisa, le estuvo insistiendo desde que anunciaron lo del festival.

Su clase presentaría un maid café, y aunque ella hubiera preferido un concurso de experimentos sabía muy bien que su clase no la apoyaría. Aún así se sentía gustosa de participar al menos en la decoración, el peliverde había insistido mucho en faltar aquel día, pero no pudo contra _______.

Tengo créditos suficientes para graduarme sin tener que hacer esto y tú también

— ¡Ese no es el punto! — ________ suspiró mientras trataba de pegar la decoración

— ¿Te ayudo? — preguntó uno de sus compañeros, cosa que incomodó al peliverde ya que era bien sabido que aquel chico estaba enamorado de ________

Nunca había sentido algo como eso. ¿Celos? No había nada más irracional que eso. Negó tajantemente sus sentimientos mientras volteaba la mirada, esa escena no era algo que quisiera ver.

— Estoy bien, pero gracias de todas formas — respondió la chica con una sonrisa

No era fea ni extremadamente bonita, atraía a las personas por su personalidad e inteligencia. Había más de un chico babeando por ella, cosa que sacaba de sus casillas al peliverde.

El tiempo pasó y la hora de apertura del festival llegó. Al ayudar con la decoración y demás cosas no era necesario que se quedara a atender el Maid Café así que decidió dar una vuelta por ahí con su amigo.

Él no era de las personas que disfrutaban de ese tipo de cosas, prefería mil veces estar investigando algo en su casa. Quería saber más acerca del fenómeno de las golondrinas petrificadas, sin embargo nada podía con la insistencia de _______. De ser cualquier otra persona se hubiera negado, pero al ser ella terminó aceptando.

Últimamente se sentía extraño al estar cerca de ________, cosa que habló con Taiju sin embargo él salió con locas ideas. "¿Que me guste ________?" pensaba él "No hay nada más ilógico y fastidioso que eso", sin embargo aún no podía explicar la incomodidad que le causaba verla cerca de los chicos que obviamente babeaban por ella.

Todo el día transcurrió a base de risas por parte de ella y comentarios sarcásticos por parte de él.

— ¡Vamos! — dijo ella con una sonrisa, quería apreciar los fuegos artificiales en otro lado. Ambos jóvenes se dirigieron a una pequeña area verde que tenía la preparatoria.

— Eres una fastidiosa — habló él

— ¡Mira! — dijo ella ignorando su comentario mientras señalaba los fuegos artificiales, Senku solo la puso mirar fascinado. Le gustaba ese brillo en los ojos que tenía en aquel momento.

— Segundona — dijo sonriendo mientras posaba su mano sobre la cabeza de la joven

— ¡Que no me digas así!

Senku

Terminamos de darle la medicina a Ruri y su papá me había nombrado líder de la aldea oficialmente. Me sorprendí un poco al ver la tumba de Byakuya, hasta el punto de derramar un par de lágrimas.

Al regresar a la aldea lo primero que hice fue preguntarle a Gen sobre el imperio de Tsukasa, teníamos que estar preparados para todo.

— ¡Senku! — escuché una voz llamándome, aproximé mi vista hacia ella. Quedándome desconcertado, ¿ella desde cuándo toma?

— ¿________? — pregunté — no es tiempo para que te pongas a tomar, es más ¡tú no tomas!

Después de aquel acontecimiento en el cual perdí la poca pólvora que me quedaba me encargué de dejar a ________ sana y salva en la choza científica. Chrome y los demás se encontraban afuera, la luz de la luna se colaba por las ventanas permitiéndome verla.

— Me gustas — escuché — como más que solo un amigo

¿Qué? He sido consciente de mis sentimientos por ________ desde hace mucho tiempo. En otras circunstancias quizá le habría dicho todo hace tiempo, pero ahora estábamos en una crisis global. ¿Qué se supone que le diga?

Volteé a verla, pude notar el rubor en sus mejillas. No estaba seguro si por el alcohol que tomó o por la repentina confesión, pero en este momento se veía preciosa.

— Estás ebria, duerme — comenté lo primero que se me venía a la mente

— No quiero, te quiero a ti — respondió estirando sus brazos

¿Cómo se supone que reaccione? Me considero una persona bastante racional, puedo hacer cálculos complejos en un tiempo bastante corto y con mucha precisión. Estudié cada libro que pude durante toda mi vida y ahora estaba frente a la chica que me gusta, en una crisis global y con el peso de la humanidad sobre nuestros hombros.

La tomé por la cintura, envolviéndonos en un cálido abrazo.

— Qué fastidiosa eres — dije con honestidad — yo también te quiero, segundona

Minutos después cayó dormida, me aseguré de que estuviera cómoda o mínimo en una posición que no le causara algún dolor muscular en la mañana y salí de ese lugar. Tenía que pensar las cosas.

En todos mis años de vida siempre he tenido una meta en concreto, antes era terminar el cohete a escala. Ahora el peso que llevábamos encima era el futuro de toda la humanidad, no es tiempo de pensar en este tipo de cosas.

Acepté mis sentimientos por ella en la preparatoria, era gracioso el hecho de que me iba a confesar. Justo unos minutos antes pasó la petrificación, quedando así las palabras que tenía planeadas en el aire. Cuando desperté deseché esas ideas, tenía ahora mucha responsabilidad como para pensar en una relación. Además de lo ilógicas y fastidiosas que eran.

Ahora viene ella a decir eso y de nuevo, me encuentro pensando en lo que tengo que hacer.

Para mí fue muy confuso saber lo que sentía por ella. Empezó en preparatoria, cada vez notaba más su sonrisa o sus comentarios sarcásticos. Tuve que pedirle ayuda a Taiju para saber qué era lo que me pasaba, puede ser muy tonto para muchas cosas pero al menos sabía sobre ese tema. Negué tajantemente lo que sentía por mucho tiempo, hasta que me di por vencido. Le iba a decir todo, si me rechazaba estaba bien, eso me quitaba un peso de encima y me permitiría seguir con mis experimentos y si me aceptaba también estaba bien, después de todo me sentía atraído por ella, pero definitivamente no podía seguir ocultando lo que al parecer sentía por ella.

Pero ahora, ¿qué se supone que haga? Tenemos mucha responsabilidad sobre nosotros como para ponernos a pensar en eso.

A New World [Senku y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora