A New World [Senku y Tú]

17

— Me enamoré — dije en español, sonriendo a ver si podía asustar a Senku. Sabe algo del idioma porque mamá nos enseñaba a ambos de pequeños

— ¿Qué? — preguntó

— Sin querer, sin razón, sin motivo. Tal vez no esté bien pero me enamoré — seguí diciendo en español, pero sin cantarla

— ________... — dijo en tono de advertencia, sabía que probablemente le estaba jugando una broma. Bueno, parte de lo que estaba cantando era cierto.

— Tal vez fue todo lo que me dijo
Tal vez no esté bien
Pero me enamoré — dije esta vez cantando, no sin antes sonreír un poco. Lo asusté

— No sé por qué no lo supuse — habló él con sarcasmo

— Ven, vamos — me levanté agarrándolo de la muñeca para que baile conmigo — si tu no estás aquí, aquí a mi lado. De nada vale ya lo que sé y mi doctorado

Sonreí al ver que me estaba siguiendo el ritmo, tenía la costumbre de hacer eso desde pequeña. Cuando estaba feliz o llevábamos mucho tiempo en silencio, pero sentía que esta vez había algo especial, algo que me aceleraba el corazón. Antes cuando lo hacía no estaba enamorada de Senku, ahora sí. Negaría el hecho de estar aterrada de sentir todo esto sobre mi mejor amigo, pero en este momento en concreto me sentía bien. Estaba bailando con el chico que me gusta bajo la luz de la estrellas.

— Mi niña bonita, mi dulce princesa. Me siento en las nubes cuando tu me besas — canté dándole una vuelta sobre sí mismo, él rió e hizo lo mismo conmigo

— Créeme que no fueras tú ya te habría echado a un volcán — comentó — solo te seguiré en juego porque eres de mucho apoyo en el reino científico

— Conoce bien cada guerra, cada herida cada ser, conoce bien cada guerra de la vida y del amor también — seguí riendo ya que a él no le gustaba esa canción — sabes muy bien que me aprecias, alimaña

— Segundona

— Esperpento — estábamos muy cerca en ese instante, duramos así unos minutos. Reí y le di un abrazo — cada vez nos acercamos más a la meta — dije refiriéndome a la civilización

— Tienes razón, segundona — habló cuando nos alejamos — regresemos, aún tenemos muchas cosas que hacer

Regresamos a la choza científica, ahí estaban Kohaku, Suika y Chrome. Escuchamos un ruido afuera así que fuimos a investigar. Nos llevamos una gran sorpresa al ver a Gen ensangrentado, por suerte un mago jamás revela sus secretos. Estaría bien ya que escondió varios paquetes de sangre falsa, haciendo creer a los atacantes que que en realidad había muerto.

— Se cubrió con algunas bolsas de sangre falsa — explicó Senku

— Siempre tiene un as bajo la manga — comenté

Regresamos a la choza, donde lo curamos lo mejor que pudimos.

— Podrá haberse salvado con su truco pero aún está herido — habló Kohaku

— ¿Quién pudo hacer algo así?

La pequeña Suika fue a investigar, esa noche nos la pasamos cuidando a Gen.

— ¡Malas noticias! — gritó llegando al siguiente día — ¡Sé quién fue!

— Bien hecho, detective Suika — la felicitó Senku

— ¡Sé quién fue el asesino de Gen!

— No está muerto...

— ¡Fue Magma! Dijo que ahora que el hechicero no estaba, él iba a ser el más poderoso. Cree que tu fuerza viene de la hechicería

— Asagiri hizo desaparecer flores en frente de él... — comenté — desde su perspectiva él debe ser el hechicero forastero

— ¿Entonces golpeó a Gen porque lo confundió con Senku? — preguntó Chrome

— Y pensar que cree que mi fuerza es por hechicería... — diji Kohaku

— Tienes el poder de todo un gorila — Chrome se terminó arrodillando mientras le pedía disculpas a Kohaku por sus comentarios

— ¿Por qué Magma quiere matarte? — habló Senku

— Debe ser..., no. Sin duda es por la gran batalla — respondió ella —, una vez por generación, la aldea hace una gran batalla de artes marciales

— Así que para eso era la isla con pinta de coliseo...

— Hace varios meses, cuando la sacerdotisa de la aldea, Ruri, se hizo mayor de edad. El ganador de la batalla debía desposarla para ser líder — siguió explicando — así es como mi padre se hizo el líder actual. Al escuchar las intenciones de Magma de ahogar a Ruri para liderar él solo,  intervine en la batalla y salí vencedora

— ¿Por eso tu viejo te echó? — preguntó Senku riéndose

— No bueno, eso fue lo último...

— Ha causado muchos problemas desde pequeña — intervino Chrome

— Ahora repetirán la gran batalla, será el próximo mes

— ¿No sería terrible que ese tipo sea el líder?

— Si él se hace con el liderazgo de la aldea, será más difícil darle la medicina a Ruri

— También es una oportunidad, si el un hombre del Reino científico derrota a Magma y gana, se casa con Ruri y se hace líder, tendremos todo resuelto — hablé mirando a Kohaku, ella asintió

Fuimos directamente con Kinro y Ginro.

— Ginro, Kinro, quiero preguntarles algo — habló Kohaku una vez estuvimos frente a ellos — ¿cómo ven a Ruri? ¡¿Quieren que ses su esposa?!

— Nunca lo había pensado... — habló Ginro para después sonrojarse totalmente y empezar a hablar de su físico

— Eres despreciable, Ginro — dijo el castaño

— Vamos, solo dije que sus te... las te..., que es linda

— Eres despreciable — dije en el mismo tono que Kinro

— Mi respuesta es simple, el portero no hace preguntas. Reglas son reglas — dijo él seriamente, ¿qué este nunca dice otra cosa que eso? — pero escuchar una conversación no va contra las reglas. Entiendo que Senku y _______ no son malvados. Pueden saltarse la explicación, ¿cuál es el objetivo?

— Quiero salvar la vida de mi hermana

— Bien — dijo el castaño

— No necesitas decir más — habló Ginro