A New World [Senku y Tú]

8

Una vez me separé de él pude notar la cara de Taiju, era aterradora.

— ¡Senku! — gritó él con mucha alegría y saltó a abrazarlo también solo que con una fuerza un poco excesiva.

Pobrecito.

— ¡Olvida lo del nervio cervical! ¡Me acabas de aplastar! ¡Te mataré! — gritó Senku alejando a Taiju que al parecer lo acababa de aplastar.

Me sorprende que lo haya podido alejar con lo enclenque que es.

— Seguro que lo saben pero no me agradezcan por casa cosa — comentó él — yo tampoco lo haré

— Bienvenido, Senku — dijo Yuzuriha lagrimeando — tengo algo para darles

Volteé sorprendida, no me había dado cuenta que Yuzuriha había hecho un presente.

— ¿Parece un cohete? Es como una bandera científica. Será ideal para ustedes — dijo Yuzuriha atando el banderín al cuello de Senku junto con un tronco para que no se mueva — será mejor entablillarlo

— No, no lo necesito — respondió él. Yo reí al ver su expresión

— Qué guapo te ves — dije con sarcasmo, parecía un muñeco de torta

— Ya estoy bien. El experimento de sacrificio humano del profesor Senku fue un éxito — dijo Senku sonriendo — el efecto regenerador al deshacer la petrificación es muy alto

— La petrificación que nos dio tantos problemas es lo que te curó — comentó Taiju

Es extraño pensar en ese hecho. La petrificación repara todo a su alrededor cuando se deshace. Me pregunté todo el tiempo ¿Quién petrificó a la humanidad? ¿Quién nos atacó?

Vi a Senku a los ojos, él probablemente estaba pensando lo mismo que yo. ¿En realidad fue un ataque?

— Si arregló el cuello de Senku, tal vez si unimos las estatuas rotas y usamos el líquido para revivir, pueda hacerlos volver — dijo Yuzuriha

— Lo intenté al principio, solo volvió un cadáver despedazado — respondió Senku — ¿Por qué no funcionó si es tan regenerador?

Después de decir esa última frase pude notar un brillo en sus ojos. Se le había ocurrido una idea.

— Yuzuriha — dijo él acercándose — Taiju es diez mil millones por ciento muy bruto para esto. Eres nuestra miembro ultra hábil del club de manualidades. Será una misión muy exigente ¿Puedes hacerlo?

No pude escuchar de qué se trataba su plan pero podía intuirlo. Conocía como pensaba Senku ya que siempre compartíamos ideas y si es lo que pienso que es pues... suerte, Yuzuriha.

— De verdad es muy exigente — comentó ella nerviosa — pero lo haré

— Eso fue muy rápido — dijo Senku

— Hay que perseverar en manualidades — respondió ella aun nerviosa

— ¿Qué esconden? ¡Yo también quiero saber! — dijo Taiju sonriendo

— Este... Pensaba que deberíamos ir a ver a Tsukasa

Bingo. Planeaba mandarlos como espías.

— ¿En serio? ¿A Tsukasa? — respondió Taiju al principio con una sonrisa. Después su expresión cambió drásticamente — ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! ¡Es el hombre peligroso que mató a Senku! ¡Bueno, no está muerto y él es un buen tipo pero, al menos piensa que Senku está muerto! ¡También quiere matar a _________!

— Es lo que lograremos en esta pelea — explica Senku con una sonrisa — Tsukasa cree que yo estoy en el otro mundo. Mientras, yo siempre puedo saber dónde estará. Tenemos una gran ventaja en esta batalla. Si se infiltran en su imperio como espías. Le di a Yuzuriha los detalles de la misión, Taiju tú protégela. Es mejor que los cabezaduras como tú no lo sepan todo.

Nos pusimos en marcha para llegar lo más cerca a él que podamos, al menos sin ser detectados.

— Tsukasa piensa usar el agua milagrosa y hacer un ejército de jóvenes — siguió explicando Senku mientras caminábamos — para crear un mundo nuevo. Para vencer al imperio de Tsukasa y detener la destrucción masiva de la purificación de la humanidad haremos un ejército revolucionario que los combata con la ciencia

— Pero, ¿cómo lo harán solos? — pregunta Yuzuriha

— Sí, Tsukasa tiene el agua milagrosa y el ácido nítrico. No podrás hacer pólvora y conseguir más gente — dijo Taiju

— Buscaremos a las personas que hicieron la señal de humo hace un tiempo — respondo sonriendo — y los pondemos de nuestro lado. El problema está en si se encuentran con Tsukasa primero

— Tendremos que apostar a la posibilidad que no lo hagan — dijo Senku

— Así que ahora seremos espías en el imperio de Tsukasa. Tú buscarás aliados para un ejército científico, todos tendremos nuestra batalla — dijo Taiju a la hora de despedirnos. Yo los abracé antes de que se vayan

— Cuídense — dije al despedirlos

Y así los cuatro tomamos rumbos diferentes, no me sorprendió que después de unos minutos caminando Taiju regresara. No se había despedido correctamente de su amigo.

Ambos volteamos a verlo, Senku ató la bandera que hizo Yuzuriha al tronco que tenía como tablilla. Lo lograríamos.

— Los extrañaré — comenté una vez estuvimos lejos

— Eres una sentimental — respondió Senku

— O tú eres un insensible — dije rodeando sus hombros con mi brazo

Pude ver la expresión de Senku, estaba sonrojado. Iba a decir algo cuando de repente vimos a lo lejos cómo se caía un árbol y la nube de tierra que levantaba consigo. Cruzamos miradas y corrimos al lugar. Senku era un lento así que me adelanté.

Me paré en seco al observar la escena, había una chica atrapada bajo un gran árbol. Senku llegó unos segundos después.

— Tú eres el caballero hechicero que protegió a la mujer — dijo ella al ver a Senku — ¿Estás vivo?

— ¡No hables! Puedes presentarte después — respondió Senku alarmado — ¿Puedes aguantar la noche? Si no puedes más, me arriesgaré y lo volaré con la pólvora que me queda, pero si puedes aguantar tomará mucho tiempo pero te salvaremos seguro al dies mil millones por ciento

— ¡Decide! — exclamé impaciente — ¿qué hacemos?

— Sí, mis órganos y huesos están bien. Puedo aguantar — respondió ella con decisión

Le dimos una sonrisa y nos pusimos a trabajar. Realmente física nunca me había fascinado pero era muy útil en estos momentos. Gracias Arquímedes.

— ¿Qué es eso? — preguntó ella al ver lo que habíamos hecho

— Esto es ciencia — respondí emocionada — la inventó el viejo Arquímedes unos cientos de años antes de Cristo

— Convierte la débil fuerza de un par de estudiantes en poder hercúleo — terminó de decir Senku — Se le llama polea

Ambos saltamos agarrados de la cuerda y la atamos a un árbol cercano.

— Increíble — comentó la chica que ya se hallaba fuera de peligro — No, no hablo de la sabiduría de ese Arquí no sé qué. Hablo de su diligencia inquebrantable al seguir cada paso hasta resolver un problema. Me llamo Kohaku, parece que eso me ha dejado embelesada

Miré a Senku de reojo, él estaba tan sorprendido como yo.

¿Le gustó Senku?