Possessive

"No soy perra, no soy gata. Soy diva y eso te mata"

SAM  POV*

(Escuchen la canción de multimedia))

  Voy a ahorrarles los detalles de “Me desperté con el sol tocando mi ventana, me levante para luego sacar la ropa de mi armario, ponerme una tanga, una minifalda y un top que no me cubría nada para luego bajar a desayunar e ir camino al instituto en mi descapotable rosa y en el camino encontrarme con Harry Styles, quitarle la ropa, meterlo en mi auto para luego violarlo y tener sexo salvaje” porque piénsenlo ¿A quién realmente le pasa eso? ¡Exacto! A nadie, así que mejor y empecemos con la verdad, no soy rayita, no tengo auto y lamentablemente Harry Styles no está por aquí, créanme. Ya lo eh buscado y no hay rastro de ese guapetón de rulitos sexys

Soy rubia natural, tengo los ojos marrones, una nariz respingada y soy bajita. A quien engaño, soy un maldito Hobit. Mido 1.57, máximo 1.59, soy delgada, no anoréxica, solo soy normal. Por ahora, porque como como una verdadera puerca, según los que me rodean.

Voy vestida con unos pantalones simples, ni tan ajustados, ni tan sueltos. Pero que se ajustan perfectamente a mi “cintura”, camiseta de la película enredados, sí, estoy locamente enamorada de Máximus, así que ya saben. Él es mío  perras.

Les daré una pequeña introducción de mi vida, o lo que queda de ella después de mi mudanza.  Creo que se preguntaran el porqué de mi mudanza. Bueno, la razón tiene un asqueroso y sádico nombre, John. Mi padre, si es que se le puede llamar así a una persona tan malvada como lo es el. Pero volviendo al tema principal, nos mudamos para que él no nos encuentre, o por lo menos no encuentre a mi madre y le haga daño. Como hace unas semanas atrás. Mi padre tiene un ´pequeño´ problema de obsesión, obsesión con mi madre, llevándolo a los golpes en ´algunas´ situaciones, nótese el sarcasmo. El tipo nos golpeó y maltrato toda mi vida, por cualquier estupidez. Él se salía totalmente de sus casillas y nos ‘reprendía´ como lo llamaba él. Pero todo fue empeorando con el tiempo, ya no pasaban dos días sin haber peleas, golpes, insultos, gritos, llantos…Era un total infierno, pero según mi madre, él era mi padre y debíamos hacer lo que él decía, fuera lo que fuera. Hasta que hubo una gota que rebalso el vaso.

 Mi padre luego de tener una importante junta con los inversionistas de la empresa en la que él estaba interesado en comprar, algo le salió mal. No sé exactamente que fue, pero llego hecho una furia a casa, rompiendo adornos, gritando maldiciones y el premio de oro pasó unos minutos después. Nos golpeó. A mí y a mi madre. Aun puedo recordar cómo le suplicaba que parara de golpearla, que se descargara conmigo, pero no, no le basto con dejarla botada en el piso escupiendo sangre, siguió golpeándola hasta que en uno de los empujones que le dio, ella choco contra una pequeña mesa de vidrio y quedo inconsciente, o eso pensé hasta que llegue al hospital, después de que la ingresaran a urgencias gracias a su estado de gravedad, luego paso lo peor. Mi madre entro en un coma severo. No savia que hacer, iban a llevarme a un hogar de niños por ser menor de edad y yo no quería eso, había denunciado los maltratos de mi padre hacia nosotros y no dudaron en meterlo a la cárcel, pero sé que eso no duraría por mucho, tiene muchos contactos a los cuales puede acudir y estoy segura de que en menos de un mes estaría fuera. No tenía con quien quedarme por un tiempo, mi madre era hija única y mis abuelos murieron en un trágico accidente de avión hace 2 años, y de parte de mi padre solo tenía a mi abuelo y dudo que las autoridades decidan dejarme con un anciano que apenas y puede consigo mismo. Pero la sorpresa vino dos semanas después, mi madre despertó y buscamos un lugar apartado de Canadá. Encontramos un pequeño pueblo ubicado en Washington, llamado Forks y nos mudamos rápidamente con mi abuelo allí, compramos un apartamento en el centro del pueblo y buscamos un instituto para empezar mi último año.