29 días de BatLantern

25.- Hasta que...

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Hal se mira espectacular, con su traje de Linterna Verde y ese velo vaporoso de tonos dorados, se mira como un hombre de ensueño y no porque lleve ese ramo de flores de ese mismo color dorado como el oro, no, ni por su gallardo porte, ni por su atractiva persona, es esa mirada tan desafiante del castaño que lo hace único, entre todos los seres que existen, entre todas las entidades de los Linternas, ningún alma se aventura a mofarse de la situación en la que se ve forzado a realizar.

Por un lado está la Tierra, el planeta donde habita su familia, su querida y mejor amiga Caroline Ferris, su amado amigo Barry Allen y Oliver Queen y sin olvidar a todo un grupo de amigos que respetan a Jordán, si, lo respetan antes, lo respetan más ahora, cualquiera estaría enloqueciendo por la decisión que le han hecho tomar, cualquier hombre o mujer estaría molesto, enfurecido, también por otro lado quizá hasta temerosos, avergonzados por pasar por ese problema del cual no tendrá fin, pues simple y llanamente es solo el inicio de las penurias que le tocara vivir.

Cualquiera diría que un estado así solo pasaría en la Tierra, en los países bajos, comprometer a una mujer con un hombre que no ama y lo peor, mucho mayor; vender a una niña por una vaca o alimento; un intercambio de niño o niña a un grupo de guerrilleros solo para mantener la paz, pero a costa de la integridad del inocente que entregan para placer. Si, cualquiera pensaría que esas atrocidades solo pasan en la Tierra, pero todos los presentes que fueron involucrados en el intercambio de paz, no pueden aun creer el trato que el enemigo a puesto, pero no fue algo que sucedió así como así, no fue algo que se acepto o que salió de la manga, no, no estaban acorralados o en el límite de tener pocos aliados para defender el sector 2814, no, claro que no, fue algo que se planeo de ante mano. Un trato que se hizo con los Guardianes para controlar a una corporación que estaba ganando terreno, pero también un trato con el enemigo para controlar a un Linterna Verde que esta por decirlo así evolucionando a grandes escalas, donde llegara a un punto de no tener control de sus emociones y desatara su poder contra todas las corporaciones de linternas.

Exactamente... Hal Jordán necesita ser controlado y lo sabe, su anillo no necesita tener una batería, él es la batería para su propio anillo, es Voluntad pura.

Aunque todos los de la Watchtower piensan que los Guardianes se volvieron locos y vendieron a Hal con la creencia de solo traer paz, lo que no saben es que Sinestro es el único con la experiencia para capacitar a Jordán, para enseñarle y controlar ese poder que comienza a evolucionar en un cuerpo humano, no en el sentido de manipularlo, sino en el sentido de tenerlo a su lado para que gane más habilidad, sin importar que tal vez el castaño sea más fuerte en un futuro. Porque de entre todos los linternas de las entidades que tienen la oportunidad de capacitar a alguien tan aguerrido como el primer humano Linterna, nadie se quiso arriesgar al desenlace, no de unirse, no de entrenarlo o de crear al destructor. Sino de morir y Sinestro al igual que Kilowog fueron los primeros en entrenarlo, ahora el primero se encargara de llevarlo al máximo sin importar que tal vez su propio pupilo lo elimine.

Y así dos corporaciones de entidades diferentes equilibraran al resto en la balanza.

La Liga de la Justicia no da crédito a todo lo que ven, frente ellos, fuera de la Watchtower están los Linternas de cada entidad, los primeros que nacieron del caos del universo, del amor, la envidia, la ira, la meditación, la vida, la muerte, el miedo o la voluntad entre otras más. Cada entidad levita alrededor, los Linternas Verdes de la Tierra se encontraban también afuera, protegiendo la atalaya, observando sin comprender el porqué Hal tenía que sacrificarse. No tienen idea de lo que oculta esa unión y aunque el castaño no reniega, no se defiende, solo levita en medio de sus amigos y enemigos con su traje verde con negro, pero con la diferencia de llevar ese dorado sobre su cabeza, como un precioso velo y el ramo de flores traído de Korugar.