10.- Seres Nocturnos

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Estuvo enamorado de él, no hay que decir más, lo conoció en una época donde el amor de dos hombres era mal visto, en una época donde a temprana edad te comprometías con una doncella de buena familia, en una época donde tenías que rendir cuentas ante la sociedad por el que dirán. Eran pocos los que se aventuraban a demostrar su afecto y admiración hacia un hombre, eran contados aquellos que vivían juntos hasta envejecer, engañando a la gente diciendo que eran socios, primos, parientes mientras que en el calor del hogar y la privacidad desfogaban todo amor que tenían.

Bruce Wayne no era cualquiera, su vida estuvo rodeada de misterio y miedo, aquel que lo llegaba a conocer verían en ese hombre que no era alguien mortal y Hal Jordán fue quien anduvo tras de él, un cazador de Vampiros, asesinos nocturnos que se alimentaban de hombres y mujeres, pero la única diferencia era que Wayne no eliminaba a sus víctimas, solo las dormía y bebía una ración de sangre. Ante el descubrimiento de que el mayor de los seres nocturnos no asesinaba, el castaño fue atraído a buscarlo, se lo encontró algunas veces y converso.

- Quiero ser tu compañero...

Le interesaba saber más de ellos, deseaba conocer más, en especial de ese ser, su mirada oscura como el cielo nocturno lo hechizaba, esa aura de un ser que tiene caminando durante siglos por la faz de la Tierra, solitario.

- Bruce, permíteme ser tu compañero... no busques más gente, toma mi sangre en lo que me queda de vida a cambio de acompañarte en tu andar.

El vampiro no puede creer lo que escucha, sonríe con burla ante la proposición.

- No sabes lo que pides, no tienes idea...

El castaño se planta firme frente él.

- Sé lo que estoy solicitando... mi vida será tuya a cambio de tu conocimiento...

Cuantas veces lo alejo, cuantas veces salvo a ese hombre de ojos almendrados de la furia de sus compañeros nocturnos por ser un cazador, un hombre valiente hasta los dientes, atrevido y descarado por semejante petición.

- No tienes idea Hal Jordán del peligro que corres al estar a mi lado...

El castaño sonríe.

- Sé lo que has estado haciendo por mí... no te soy indiferente, por esa razón quiero estar a tu lado... no como enemigo, sino como compañero...

Bruce cual sombra se desliza a su alrededor, aproximando sus labios en el oído derecho, susurrando.

- No es solo tu vida, sino tu cuerpo y alma... serás mi amante, dispondré de ti cuando quiera, serás mi alimento y mi gozo... más nunca te convertiré en uno de nosotros...

Hal se estremece, mantiene su postura seria.

- Lo entiendo...

Bruce se burla.

- ¿quieres ser mi mascota?

Hal voltea, lo mira a los ojos, fijamente.

- No, no creo que puedas rebajarme a mascota... quiero ser alguien en tu vida...

Bruce se sorprende de ese hombre que no le teme, sonríe ahora con tristeza por ese destino que le quiere evitar al castaño.

- No, no sabes cuán importante eres en mi vida Jordán... no sabes cuantas veces he tratado de evitar tu destino... tus incontables vidas a través de todo este andar, evitándote pero al parecer siempre me encontrarás, no importa las veces que mueras y las veces que quiera evitarlo.

Hal comprende ese recitar, alza sus manos para acunar el rostro de aquel ser.

- Entonces comprenderás que no me rendiré si me niegas estar a tu lado, si te alejas te buscare.

Una lágrima se desliza por la mejilla pálida de Wayne.

- Deberías de olvidarme, tener una esposa y muchos hijos... y no buscarme...

El castaño aproxima sus labios, lo besa castamente.

- Una vida así no vale la pena sino es con la persona que amas.

Wayne lo acepta, lo estrecha a su cuerpo sintiendo esa calidez.

- Tonto y testarudo como siempre...

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Cuanto ansiaba escribir algo de vampiros sobre ellos dos, T_T sobre las reencarnaciones, es algo breve, pero lo vale. Saludos, besos y abrazos estilo Superman.

29 días de BatLanternDonde viven las historias. Descúbrelo ahora