13.- Cuando Hal Jordán debería de dejar de comer fruta espacial

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Fue más de una vez que Barry Allen le advirtió a su amigo que no estuviera comiendo cualquier cosa del espacio, si bien el velocista era forense, también tiene algo de medicina y por lógica, sospechaba que esa confianza que tiene el piloto de comer cualquier cosa que le ofrezcan para sobrevivir el hambre en el espacio, lo iba a llevar a tener un desenlace catastrófico en su estomago.

— Te lo dije... Hal Jordán, te lo dije... cuantas veces más quieres que te advierta sobre esos alimentos... debes tener cuidado...

No era el único, Kyle también había llegado con dolor estomacal al igual que Guy, Jhon había tenido más cuidado con los alimentos.

— ... Deberíamos de llevar nuestra dotación de alimentos de la Tierra, no podemos arriesgarnos a envenenarnos...

En la Watchtower no había doctor, el único que tenía conocimiento de eso era Batman quien les indica que vayan a la enfermería y que si tienen muestra de los alimentos que se los den para investigar de que elementos está hecho y descartar una intoxicación.

El piloto no tiene malestar estomacal, solo está un poco inflamado por la fruta que comió, sonríe saboreándose, dicha fruta tiene un sabor entre kiwi y melón, de pequeño tamaño pero con mucho liquido, en el lugar donde se lo ofrecieron le advirtieron que con esa fruta no tomaría líquidos por un tiempo, pero que al mismo tiempo correría el riesgo de que su cuerpo cambiara de un momento a otro, pero no sucedió nada, por otro lado el resto de los linternas se abstuvieron de probarla, pero consumieron otros alimentos, mientras que Jhon prefirió no comer nada.

— Por una vez en tu vida Jordán has caso de lo que te decimos...

Kyle y Guy habían sido enviados a sus habitaciones para que descansaran y tomaran suero, pero Hal por su lado se quedo con Bruce en la enfermería de la Watchtower.

— ¿Qué puede pasarme? Soy el primero en probar todo lo que hay en el cosmos, hasta la fecha no me ha hecho daño nada.

El pelinegro va hasta donde está el piloto, lo besa castamente.

— Hal... solo no te confíes...

El castaño hace un puchero.

— ¿Solo me vas a dar un besito?

Bruce sonríe por lo infantil que puede ser ese hombre que le ha robado el corazón.

— Ve a mi habitación... te daré lo que quieres...

Hal no lo piensa y sale disparado volando, sin importarle a quien atropelle, el guardián de Gotham solo sonríe negando.

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Cuantas veces fue advertido, tanto por sus superiores como por sus amigos en la Tierra, y ahí con un Sinestro con la ceja levantada por lo que ve, no puede creer que el mejor de los Linternas fuera tan necio y cayera ante el antojo de esa fruta adictiva. No, mejor dicho, el maestro de esos Linternas de la Tierra no le sorprende nada de lo que el castaño realice.

— Debería de preguntar mejor ¿Qué es lo único que te falta por hacer?

Hal no le ponía atención, todo su interés estaba en tocarse sus grandes pechos, los levantaba y los dejaba caer, los tocaba y realizaba lo mismo, sorprendiéndose por como su traje de linterna no mantenía esos grandes senos en una sola posición. El mayor no sabía qué hacer, tenía vergüenza ante esa reacción del humano, ante todo estaba molesto porque Jordán no lo escuchaba.

— ¡¡¡Jordán!!! Deja de hacer eso...

Hal sigue distraído con su busto.

— No puedo, mira, los tengo tan grandes...

29 días de BatLanternDonde viven las historias. Descúbrelo ahora