11.- Hal Jordán está celoso.

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Jordán sabía que su novio Bruce Wayne es famoso, tanto en negocios como en la farándula, todos los medios de comunicación saben quién es el príncipe de Gotham, aunque desde que hicieron público su relación sentimental y su próximo enlace matrimonial, el pelinegro ha mostrado a los medios que es un hombre fiel y hogareño en realidad. Cabe destacar que Hal conocía todas esas aventuras como una actuación para la sociedad, pues Pennyworth le confesó que todas esas modelos y jóvenes se les pagaban para que fueran compañía y parte del escándalo, pero que en realidad era raro que Bruce se acostara con ellos.

— Ahora veo, Señor Tenebroso eres un hombre de solo una persona...

Bruce lo besa en la frente, se sienta en la silla continua del comedor para almorzar con Hal, ahora que los muchachos se fueron de vacaciones tienen la mansión para ellos solos. Aman a sus hijos, son su mundo, pero realmente necesitan tener días libres, con la Liga de la Justicia manteniéndose al margen de ese bendito descanso que se tienen bien merecido. Por un momento se sienten tan relajados que comen tan parsimoniosamente que Alfred ya sospecha que quieren su momento a solas y así es, con discreción cierra las puertas del comedor y se marcha a sus deberes diarios.

— Hal... sabes que solo te pertenezco a ti...

Se escucha como los platos de la mesa caen junto con los cubiertos, el piloto había sido subido a la mesa por los fuertes brazos de Bruce que sostienen sus caderas, sonríe travieso por tan atrevida proeza del pelinegro que comenzaba a desvestirlo mientras lo besaba con urgencia.

— Sí, lo sé... ahora cómeme...

Bruce le quita el pantalón mientras se saborea el manjar que ve, pequeños besos en el rostro, abdomen, hasta los muslos.

— No tienes que mencionarlo...

Y si, fue una mañana de lo más placentero para ambos, pero el señor de la casa Wayne tiene sus deberes con la empresa familiar y uno de esos deberes es ir a una fiesta de gala propiciado por el ejercito de los Estados Unidos, donde todos sus benefactores tanto en tecnología y medicina asistirán y entre ellos es Antony Edward Stark quien es el patrocinador de la fiesta, Ray Palmer, entre otros inversionistas más que apoyan a la milicia y por supuesto Bruce Wayne que aunque a regañadientes asistió, pues no le complace que en el área médica el gobierno meta sus narices, se negó rotundamente a entregarles tecnología de Wayne Tech pero ante la encrucijada de apoyar a su país prefirió que fuera en el área de investigación médica.

— ¿En serio estamos en el edificio de los Vengadores? ¿El edificio de Tony Stark?

Bruce no puede quitarle la vista de encima a Hal, se ve tan atractivo con su uniforme de gala del ejercito aéreo, el cabello bien peinado hacia atrás, con su gorra verde olivo puesta de lado.

— Si Hal, estamos en el edificio de los Vengadores, Stark quiso que el evento se realizara en el edificio para mayor seguridad.

El piloto no termina de maravillarse por todo lo que ve, a lo lejos divisa a Carol Ferris y a Steve Trevor que viene con Diana Prince.

— Oh mira nada más quien acaba de llegar...

El magnate también las saluda, observa como Hal lo deja para conversar con Diana y su mejor amiga Carol Ferris, mientras que Steve Trevor se aproxima a él para saludarlo cordialmente.

— Buenas noches señor Wayne...

El pelinegro sonríe de lado.

— Excelente noche Trevor...

Bruce sabe a dónde va toda esa cordialidad del militar quien lo dirige hacia un grupo de soldados y sargentos que entablaban una conversación de lo más intimo. Antony Edward Stark lo ve llegar.

29 días de BatLanternDonde viven las historias. Descúbrelo ahora