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El peli-verde miraba a ambos jóvenes, los cuales estaban con los brazos cruzados, ninguno se dirigía la mirada y tampoco había un intento de conversación de parte de la castaña, o una queja de que se callara de parte del rubio.

— ¿Mamá y papá estan molestos? —. Preguntó con timidez, desde que fueron al parque comenzó a llamarlos así, aunque ambos le dijeron que lo hiciera en privado para no tener que sufrir malentendidos.

Ochako lo miro con una sonrisa y acarició su cabello.

— mamá y explosiones locas tienen asuntos que resolver entre ellos —. Dijo, con un rostro amable pero con un tono de voz algo... escalofriante.

El rubio le dio una mirada amenazante, que ella ignoró totalmente.

— ¿Explosiones locas?... —. Murmuró confundido Izuku.

Gruñó, con su rostro algo rojo por la cólera que sentía. ¿Quien se creía para llamarlo así?

— ¿A quien llamas "explosiones locas", maldita ardilla?

Ochako se giró para encararlo, sin una pizca de temor hacia el.

— a ti, explosiones locas —. Contestó de manera desafiante —. ¿Acaso las explosiones te dejaron sordo? —. Preguntó con un rostro de falsa preocupación, y con una sonrisa burlona que trataba de ocultar.

— te dejo sorda con una de ellas si quieres —. Reto, acercándo su mano de manera amenazante hacia su rostro.

— y yo te hago volar hasta el sol si quieres —. Ambos se miraban con fuego en sus ojos, el rubio no bajo su mano y la castaña estaba en posición para mandarlo a volar.

Deku miraba a ambos sin comprender que sucedía, luego desvió su mirada a Tsuyu, que estaba preparando la cena.

Se dirigió hacia ella con mirada curiosa.

— Oh, eres tu, Izuku-chan —. Mencionó al notar al pequeño a su lado, miro a sus alrededores no encontrando a las dos personas a cargo de el —. ¿Donde están Ochako-chan y Bakugou?, Kero.

— están resolviendo asuntos entre ellos —. Contestó con simpleza.

Tsuyu suspiró, mientras miraba con una sonrisa al peli-verde.

— fueron al gimnasio, ¿No? —. Una explosión seguida de un muere, respondió a su pregunta.

Deku tomo de la mano de Tsuyu, haciendo que está lo mirará algo atónita.

— ¿Puedo quedarme con Tsuyu? —. Preguntó, haciendo un mini puchero en sus labios y ojos de cachorro abandonado.

La peli-verde lo observó unos segundos, suspirando resignada y asintiendo con la cabeza al final.

— déjame preparó la cena y luego jugaremos a algo, ¿Sí?

Luego de preparar la cena y guardar para las dos personas faltantes, llevo al pequeño a su habitación, mientras buscaba entre sus cosas algo que lo entretuviera.

— ¿Quieres jugar a los héroe-

— ¡Sí! —. La interrumpió con entusiasmo.

— kero.

[...]

Ochako y Bakugou se encontraban en una posición... Demasiado comprometedora.

La castaña de por si ya estaba sonrojada por el esfuerzo, ahora estaba completamente segura que estaba echa un tomate.

El rubio sentía su respiración más agitada de lo normal y un ardor en sus mejillas.

Ambos se separaron al instante con sus corazones a punto de salirse, Uraraka hiperventilaba sin poder dejar de sentir su rostro completamente rojo.

— tsk, vayamos a cenar —. Mencionó el rubio sin mirarla.

— s-sí

Cuando llegaron a la sala, encontraron a un Deku fingiendo ser All Might, y una Tsuyu fingiendo haber sido salvada de "un monstruo" aterrador.

— ¡No te preocupes, yo estoy aquí! —. Ochako sintió ternura al escucharlo y Katsuki nostalgia.

— gracias por salvarme, símbolo de la paz, ribbit —. Dijo Tsuyu con una sonrisa.

— es mí deber salvar a todos.

Antes de que los notarán, la castaña le tomó una foto a esa escena. El rubio miro la expresión demasiado graciosa que tenía su compañera castaña en ese momento, y se abstuvo de reírse frente a ella.

— ah, Ochako-chan —. Dice, al notar la presencia de ambos jóvenes —. Lo siento, tenía que entretenerlo con algo.

— no, esta bien Tsuyu-chan —. Dijo la castaña con una dulce sonrisa.

— les guarde la cena en el microondas, por si tienen hambre.

— oh, muchas gracias, ¿Deku-kun ya ceno?

— sí, no te preocupes por eso, kero.

La castaña asintió y siendo seguida por el rubio, calentaron su comida.

Ambos comían en silencio, no uno incómodo, más bien, lo disfrutaban, y ya estaban acostumbrados a comer junto al otro.

— oye, cara redonda —. La llamo.

— ¿Si?

— salgamos este sábado.

La castaña lo miro algo confundida, pero al final asintió.

— podríamos ir al Parque, para que juegue Deku-kun con los demás niños —. Mencionó pensativa —. Así no se aburrirá.

El rubio dió un gruñido frustrado.

— Deku no, maldición —. Murmuró.

— ¿Eh?

— habló de que salgamos nosotros dos —. Dijo, evitando el contacto visual con ella.

— ¡¿Ehh?! —. Debió haber escuchado mal, "nosotros dos", debió haber escuchado demasiado mal.

— ¡¿Es que acaso estás sorda o que?! —. Exclamó con rabia.

La castaña se sentía nerviosa, ¿No había escuchado mal?, ¿Bakugou la había invitado a una...

— salgamos este sábado —. Volvió a repetir, sintiéndose demasiado avergonzado como para mirarla, disimulando con una mirada desinteresada —. Los dos.

cuidando de Deku - Kacchako -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora