cuidando de Deku - Kacchako -

18 Final.

— ¡Te dije que se lastimaría! —. Exclamó con enojo, dejando al pequeño en el sillón de la sala.

El rubio se cruzó de brazos. Deku se sobó suavemente su raspón en la rodilla, dando un quejido al hacerlo.

— ¡Solo fue un raspón!, ¡Yo también me lastimaba cuando aprendía a andar en skate! —. Cuestionó, molesto por la exageración de la castaña —. Además, sabes lo llorón que suele ser.

Kaminari, que solo intentaba almorzar tranquilo antes de que Kirishima lo descubriera y le robara la comida, suspiró cansado de esa discusión, el solo quería comer en paz, ¿Tan malo era eso?

— ¡No lo llames llorón, sabes bien que fue tu culpa que terminara así! —. Acusó, señalando al peli-verde, que miraba a ambos algo cansado de esa discusión que se estaba volviendo eterna para el.

— chicos —. Llamó Kaminari.

— ¡Que es solo un raspón, maldición!

— chicos.

— ¡Cuida tu lenguaje, Bakugou! —. Lo regaño, señalandolo a la vez que tenia una mano en su cintura.

— ¡Chicos!

— ¡¿Que?! —. Dijeron ambos.

— deberían dejar de pelear y charlar como personas civili-

— ¡Tú no te metas! —. Exclamarón ambos.

Kaminari se calló, con un sus ojos cristalinos y su ceño fruncido, solo por ser un secundario no le quitaba el derecho de hablar y ser más importante. A pesar de que el rubio parecía querer llorar, los otros dos jóvenes lo ignoraron y siguieron con sus miradas de enojo.

El rubio soltó unas chispas de sus manos, rechinando sus dientes.

— ¡El quería aprender y yo le enseñé!, ¡El tiene la culpa también! —. Se defendió con un argumento que, según el, era válido y lógico.

— ¡Tu usaste tu quirk para ganarle en altura, el humo no lo dejo ver!, ¡¿Llamas a eso aprender?!

— ¡Le estaba enseñando, no dejando que me gané!

Ochako soltó un gruñido frustrada, sonrojada por la impotencia y luego miro directamente a esos rubíes que tenían la culpa.

— ¡Eres el peor padre y esposo que eh visto en mí vida! —. Se quejo, poniendo sus brazos en jarra.

Kaminari escupió su bebida, ¿Esposo?, ¿QUÉ?

El cenizo hizo un sonido totalmente indignado.

— ¡Tu eres la esposa más terca, caprichosa y - censura - exagerada que eh visto en mí jodida vida! —. Exclamó con igual rabia y algo de indignación.

El rubio que estaba comiendo papitas, se atragantó.

La castaña lo miro indignada, luego lo señaló de manera amenazante.

— ¡Retractaté ahora mismo, Bakugou Katsuki! —. Exigió, haciendo la misma acción que su madre le hacía cuando la regañaba.

— ¡Obligame, fea! —. Dijo desafiante.

— ¡Eres un infantil!

— ¡Y tu una exagerada!

— ¡Orgulloso!

— ¡Terca!

— ¡Egocéntrico!

— ¡Fea!

— ¡Tonto!

Kaminari que ya suspiró cansado, apunto de irse, observó perplejo como un mini destello sobresalía del peli-verde.

— c-chicos