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Ambos llegaron al comedor después de un par de discusiones en el camino, cuando se dirigieron hacia la mesa donde el niño estaría, se sorprendieron de sobre manera.

— Bakugou-kun, ¿Estoy viendo mal, o Deku-kun creció? —. Preguntó algo atónita.

— estás viendo perfectamente, cara redonda.

La castaña se dirigió para observar más detenidamente al bebé que parecía ahora de tres años.

— sucedió de la nada —. Comentó Mina —. Le estábamos dando del biberón y de repente se agrandó.

— ¿El efecto se estará agotando?, Quizás, pueda terminarse hoy o mañana —. Habló Momo pensativa.

— o justo... ¡Ahora! —. Se acercó al peli-verde esperando que volviera a ser normal, sin embargo, nada pasó, suspiró con un puchero en sus labios.

Lo bueno era que había comprado ropa algo grande, así que no tendría que preocuparse por eso.

— ¡Vuelve a la normalidad, inútil! —. Exigió el cenizo, moviendo los hombros del niño.

— ¡Ten más cuidado, Bakugou-kun! —. Dijo, arrebatandole el niño al chico, que la miro enojado.

— dile que vuelva a la normalidad, de seguro se está aprovechando el muy-

— si el pudiera volver a la normalidad, lo habría hecho.

Bufó fastidiado, mirando a la chica que seguía confundida con lo ocurrido.

— no creo que el efecto termine mañana o hoy, creo que podría tardar días, semanas, quizás —. Murmuró, al rubio casi se le sale el alma al oír eso.

Definitivamente, no quería cuidar de ese niño por semanas. ¡Eso debería de terminar antes!.

— encontraré a ese maldito villano y lo mataré —. Murmuró con rabia, cerrando su puño dejando sus nudillos blancos.

— ¿Dijiste algo? —. Preguntó la castaña.

— dije que me voy —. Y sin dirigirle la mirada, se marchó.

Lo miro marcharse confundida, encogiendo sus hombros sin tomarle importancia.

— no sé cómo puedes soportar estar tanto tiempo con Bakugou —. Mencionó Mina —. Ni siquiera yo puedo aguantarlo tanto.

La castaña se sorprendió por las palabras de su amiga, luego cambió su expresión por su típica sonrisa amable.

— no es tan malo como parece, el también me está ayudando a cuidar de Deku-kun, y creo que está teniendo mucha paciencia a como la tiene realmente.

Las chicas quedaron un poco confundidas y sorprendidas con las palabras de su amiga, era algo difícil imaginar que la dulce Ochako pudiera soportar tanto tiempo a alguien como Katsuki. Y pensar que este siquiera tenía algo de paciencia lo era más, pues parecía que no sabía lo que era eso.

El timbre del fin del receso sonó, la castaña bajo al suelo al niño y lo tomo de una de sus pequeñas manos. 

— las veo en clases chicas —. Se despidió alzando su mano libre —. Vámonos, Deku-kun.

[...]

La castaña junto con el rubio se encontraban en la habitación de está, anotando todo lo que les haría falta ahora que ya no tenían un bebé, sino, un niño.

— bueno, el ya sabe ir al baño solo, pero sigue siendo pequeño para llegar, vas a tener que acompañarlo cada vez que tenga que ir —. Dijo la chica, el cenizo rodó los ojos y miro al niño.

cuidando de Deku - Kacchako -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora