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Ochako estaba nerviosa, demasiado nerviosa.

Nunca se imagino estar tan inconforme con su vestimenta, y menos por la culpa de un chico, de Bakugou Katsuki para ser más exactos. ¿Por qué se sentía así?.

Sí, ella había aceptado salir con el, pero no supo cómo tomárselo, incluso el se sorprendió cuando ella no le negó y no se veía nada de temor en su rostro o voz, ¿El pensaba que lo iba a rechazar?, No rechazaría una salida, nunca hizo algo así - recuerden el vano intento de Kaminari, el cual ella ignoró -. Nunca lo hizo.

Pero ahora eso no importaba, lo importante era que acepto, y el problema era que no sabía si sería casual, elegante, ¿Debería maquillarse?, ¿Sería demasiado?, ¿Tendría que llamar a Mina?

Negó con la cabeza repetidas veces, si llamaba a la peli-rosa le haría miles de preguntas incómodas, debería llamar a alguien más... Tranquila.

Busco su móvil y marco. Sabía quien podría ayudarla.

[...]

— ¿Ochako-chan? —. La castaña de inclino ante la peli-verde algo avergonzada.

— Tsuyu-chan, lamento mucho pedirte otro favor, cuando ya aceptaste cuidar a Deku-kun, en serio, lo siento.

— está bien, no hay problema —. Dijo con tranquilidad —. ¿Ya elegiste algo?

— la verdad, no —. Respondió, rascando su nuca con una risa nerviosa.

Tsuyu sonrió y comenzó a buscar en el armario de la castaña alguna prenda con la que quedará conforme.

Luego de unos minutos, Ochako vestía un vestido rosa claro simple, que le llegaba a las rodillas, con unos tacones bajos para no cansarse. Su maquillaje era un labial rosa, y rimel.

La castaña se miraba en el espejo asombrada de lo que la peli-verde hizo en unos minutos, y ella llevaba media hora sin ningún avance.

— ¡Wow, Tsuyu-chan!, Si que eres buena —. La halago, sonriendo de oreja a oreja.

— estás muy bonita, Ochako —. Sonrió satisfecha con su trabajo —. ¿No se te está haciendo tarde?

Uraraka miro la hora en su móvil, su rostro se puso en blanco y dio un grito que casi le saco los tímpanos a su pobre amiga.

— ¡No puede ser, Bakugou-kun me matará! —. Con apuro tomo un mini bolso que hacía conjunto con su vestimenta y miro a su amiga con una sonrisa —. Gracias por todo, Tsu-chan, avísame si tienes problemas con Deku-kun.

— no te preocupes, tu ve tranquila —. Le sonrió de igual forma, y una vez que la castaña ya se fuera, fue a cuidar del pequeño peli-verde que jugaba en su habitación.

[...]

Mientras tanto, la castaña iba apresurada al lugar en el que el rubio la había citado, llegaba tarde y sabía que el no era la persona más paciente del mundo. Estaba muerta.

A lo lejos diviso a la figura del chico, que miraba impaciente su celular, estaba segura de que le gritaría mil groserías y le explotaría toda la cara.

Tomo aire y se acercó a el con una sonrisa apenada.

— llegas tarde, cara redo...

— ¡Lo siento mucho, Bakugou-kun!, No era mí intención...

El rubio dejo de prestarle atención y quedó mirándola atónito. Ella parecía mover sus labios diciendo algo, pero el no lograba escucharla, por alguna razón, alrededor de ella había rosas cayendo pétalos de está y minis Katsuki ángeles, que controlaban y admiraban la belleza de la castaña.

— Bakugou-kun... ¿Bakugou-kun? —. Inclino un poco su cabeza con confución, una acción tan adorable para los mini Katsuki, que parecía que les llegarán un flechazo de cupido y cayeran suavemente —. ¡Bakugou-kun!

— ¿Qué?... —. El rubio salió de su burbuja, observando como la castaña lo miraba algo preocupada y confundida.

— en serio lamento llegar tarde, pero tarde más de lo que pensé en arreglarme —. Volvió a repetir apenada. Katsuki desvió su mirada seria.

— vámonos —. Dijo en tono serio, casi como una orden.

Ochako siguió sus pasos algo asustada, no le gritó y ni siquiera la amenazó con una explosión, el se mantenía callado e indiferente, ¿Estaba demasiado molesto como para mirarla siquiera?

Mientras el rubio tenía su propio lío mental.

No estaba enojado porque ella llegara tarde, ni siquiera un poco molesto. El se sentía... nervioso, demasiado nervioso que hasta le sudaban las manos e intentaba controlar que ninguna explosión saliera sin control, él, el pensaba que ella se veía linda y eso le intimidaba un poco. El odia sentirse intimidado.

De repente sintió una ligera presión en su mano izquierda, era cálido, suave y un poco, casi nada, rasposo. Luego sintió como era arrastrado hacia el otro lado de la calle, algo aturdido miro a la castaña.

— Bakugou-kun, debes mirar cuando cruzas —. Dice con el ceño ligeramente fruncido —. Eres un futuro héroe, debes saber que eso puede ser peligroso.

El rubio volvió su vista a su mano, la cual seguía sujeta por la castaña, sintió su corazón acelerarse y su pulso comenzó a ser más corto, los nervios lo invadieron y sin querer soltó una pequeña explosión en su mano izquierda.

Ochako la soltó al instante al sentir el ardor. Katsuki entro en pánico, lo que una persona normal haría sería disculparse, pero el nunca se disculpo en su vida por absolutamente nada, por lo tanto, no sabía cómo hacerlo.

S

e acercó a la chica, tomando su mano con cuidado, por suerte no fue algo grave y solo tenía un ligero raspón, lo acarició sacándole un quejido bajo a ella.

— está bien, olía a nitroglicerina y no pudiste controlarlo —. Sonrió despreocupada la castaña —. Es solo un raspón, no es algo de que preocuparse.

El rubio la soltó y fingió molestia.

— solo avísame la próxima vez.

Ochako asintió con su habitual sonrisa.

cuidando de Deku - Kacchako -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora