-te Odio. -yo también te amo. [Hiro Hamada Y Tú]

•14•

Hiro Pvo

-hasta luego Hiro- escucho que dice Aria y después de unos segundos se cierra la puerta.

Meto las manos en mis bolsillos. Estaba sonriendo ¿porqué estaba sonriendo? Borré mi sonrisa y me imaginé que podría llegar a pasar cuando llegue a mi casa. ¿Seguirán esos niños? Por favor no.

La pasé bien en la casa de Aria, digo... fué agradable, y gracioso verla en pijamas. También fué adorable verla dormir entre las mantas. Me agradó pasar un rato con ella.

Llego al café de la tía Cass. Estaba cerrado. Abro la puerta del Café con mis llaves. Estaba todo oscuro, seguramente cerró temprano. ¿Y si cuando había cerrado el café por irse con unas amigas, no se fué con unas amigas? ¿Y si se había ido con este tipo? Oh por dios.

Subo las escaleras hacia mi casa. Como era de noche no podía ver bien, pero bueno.

Cuando llego a la cocina veo que ella esta sentada en la mesa con ese tipo. Ambos con una taza de café en sus manos y comida entre ellos. Tía Cass estaba soltando una carcajada, nunca la había visto reir así.

Me quedo helado viendo la situación. Tía Cass me nota y el señor también.

-¡Hiro! Que suerte que estás aquí!- exclama y viene hacia mí. Me da un abrazo -¿cómo te fué en tu proyecto?

-bien- digo rápidamente

-ven- dice agarrando mi mano- no te presenté formalmente antes, te tenías que ir rápido.

El señor con una simpática sonrisa se levanta de la mesa.

-Hiro, él es Josh... Josh, él es Hiro... mi sobrino- nos presenta.

Estrechamos las manos, yo lo miraba extraño, pero finjía una sonrisa.

-un gusto Hiro- dice el señor

-igualmente- digo- y... ¿se quedarán a cenar?- pregunto temiendo la respuesta.

-así es!- responde tía Cass con una sonrisa, podrán conocerse.

Yo abro mucho los ojos cuando escucho un ruido proveniente de mi habitación.

-que alegría- digo escondiendo el temor que estaba pasando por mi cabeza ahora mismo.

-quieres ir arriba Hiro? Conoce a los hijos de Josh, son una dulzura- dice acariciando mi hombro.

-cl...claro- digo y prácticamente corro hacia mi habitación

Subí de a e escaleras intebtando llegar lo más rápido posible. No puedo creerlo. Mi habitación estaba hecha un chiquero.

Todas mis figuras de acción y demás cosas estaban tiradas en el piso. Miro la situación sin sabér que decir.

Había dos niños, el varón... que era el más grande, estaba arriba de mi cama jugando con mi robot, el que usaba para ganar las peleas robóticas, y mi figura de acción favorita que tenía partes de vidrio, y estaba colocada en el estante más alto para que nadie lo agarrara. Se tuvo que subir a mi escritorio para poder llegar. Y en ese estaba todo tirado, hojas y lápices por el suelo y mi montaña de ropa que había amontonado en una silla también estaba tirada.

Mientras tanto la niña más pequeña estaba jugando con varios muñecos más pequeños en la cama de Tadashi, tenía puesto la gorra de mi hermano, que solía estar arriba de su cama. Ahora estaba todo tirado.

Ni siquiera podía moverme, estaba mirando la situación con la boca abierta mientras intentaba procesar lo que estaba viendo.

Toqué mi bolsillo donde estaba mi celular para marcarle a Aria, para que viniera inmediatamente a ayudarme. Ella sabría que hacer.
Pero al mismo tiempo pensé que no, no la molestaría para que viniera, tendría que hacerme cargo de una forma u otra.