•42•

4.6K 409 176
                                    

[Aria Pov]

Me desperté por un fuerte golpe en los barrotes de la celda.

Ayer, o no sé cuando, sinceramente no tenía idea del tiempo o la hora, estaba trabajando pero me moría de sueño. Mi cabeza no podía pensar más y comenzaba a ver borroso. Mis ojos no podían mantenerse abiertos por más que lo intentara, así que caminé un poco a la vieja cama y no recuerdo nada de nada a partir de ese entonces, hasta ahora, que había despertado bruscamente.

-¡despierta Callahan! ¡que haces durmiendo!- el jefe de los tipos gritaba mientras golpeaba fuertemente los barrotes.

Froto mis ojos rápidamente intentando despertarme un poco, pero cuando me saco las manos de la cara el tipo ya estaba adentro de la celda.

Me agarra fuertemente del brazo y me lleva hasta la máquina, en donde había dejado todo hace unas horas.

-¡sigue con la máquina! ¡no pares!- me sigue gritando.

-dormir es una necesidad fundamental para no morir, si quieres que termine la máquina lo más pronto posible debes dejarme descansar!- le dije en vos muy alta.

-a mi nadie me contesta de esa forma!- dice enojado- tu te piensas que esto es una broma?- pregunta furioso.

-no, pero debes dejarme descansar!- Exclamé

-dije que no me contestes!- me grita y luego saca una especie de cinturóno látigo, no pude ver nuy bien.

Abrí muy fuerte los ojos y me cubrí la cabeza con los brazos, cuando escucho un golpe, y recibí un golpe tan fuerte que la piel de uno de mis brazos comienza a quemarme.

Suelto un grito y las lagrimas comienzan a caer de mis ojos.

-¡trabaja y no vuelvas a contestarme!- me grita el hombre y luego sale bruscamente, dejandome sola en esa cárcel.

Comienzo a llorar desesperada mente, mi brazo estaba temblando del dolor,
Lo miro y estaba todo rojo, con un poco de sangre manchando mi ropa. Eso dejaría una marca. Me aprieto el brazo contra el pecho e intento calmar el dolor para seguir trabajando, esto era peor de lo que esperaba.

Camino un poco y voy hacia la canilla que estaba ahí, suspiro forzozamente y meto mi brazo al agua fría, me mordí el otro brazo para aguantar lo que estaba sintiendo en ese momento. Por suerte, sirvió para calmar un poco el dolor, pero seguía doliendo mucho. Llorando y con mucho dolor comienzo a trabajar nuevamente, como podía. No quería recibir otro de esos, intentaría quedarme con la boca callada y trabajar todo lo posible, aunque sienta que vaya a desmallarme. No sé cuantas horas dormí o qué hora era, pero ahora cada vez que escuche ruido o algún paso depertaré rápido y seguiré trabajando. Lágrimas seguían callendo arriba de lo que iba la máquina.

Y en ese momento... algo pasó por mi mente. Algo muy malo...

Miré un especie de cuchillo que había por allí, tenía bastante filo, lo miré mientras mis ojos seguían llenándose y largando agua desesperadamente, y si...?

Analizé las probabilidades, si yo lo pensaba bien tal vez era la opción más rápida y sencilla para liberarme de todo esto, si morir lo haría ahora o cuando termine la máquina...

De todas formas, él me mataría cuando termine la máquina, ¿para que sufrir latigasos y tortura hasta mi muerte? Si antes de hacerlo destruyo los planos ya nadie podría volver a armar la máquina, y yo ya no estaría tampoco. Su plan fallaría completamente, no podrá hacer más daño con la máquina. Si yo me sacrifico, puede que solo yo salga herida, ya que cuando tanga la máquina hará grandes caos y muchísimas personas saldrían heridas, y a mi ya me hubiera matado. Básicamente adelantaría mi muerte un poco más de tiempo, y salvaría a muchas más personas.

-te Odio.  -yo también te amo. [Hiro Hamada Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora