El departamento de Anko

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Pov: Kazuto (tú)

-Anko, estas cosas están muy pesadas- me quejé cargando todas las cosas que Anko compró para mí, aunque fue un lindo gesto, pero es que está muy pesado.

-No te quejes, ya casi llegamos- me dijo observandome con una mirada asesina la cual me da miedo.

-Sí, perdon- dije agachando la cabeza.

-¿Y durante tu misión estuviste con alguna chica... o chico?, yo no juzgo- me preguntó.

-Con unas cuantas chicas, sí, pero nada serio- le respondí sinceramente sintiéndome algo incómodo por hablar del tema de noviazgo con la persona con la que alguna vez quise.

-Mm vale, ¿Y qué harás ahora que estás devuelta a Konoha?- preguntó.

-Supongo que tomar un descanso del trabajo Shinobi, estoy algo cansado- respondí.

-¿Enserio crees que Tsunade te va a dejar? Ya sabes cómo es ella- me comentó 

-Ya verás que sí, tengo mis metodos- le respondí a la vez que le sonrió y le guiño un ojo, lo que hizo que se sonrojara e intento ocultarlo pero si logre notarlo.

Me quedé viendo a Anko por el rabillo del ojo para que no lo note y gasta ahora me estoy dando cuenta de que ha cambiado bastante desde la última vez que la ví. Sigue con la misma estatura, adelgazó un poco, sus piernas están más fuertes y marcadas,y bueno... Sus pechos están más grandes, no me juzguen, sé que ustedes también lo notarían.

-Listo, hemos llegado... por cierto, deja de mirarme tanto- dijo en un tono molesto aunque en realidad se que no le molesta. Me sonrojo ante el hecho de que me haya descubierto.

El departamento era como todos los demás (lo voy a dejar a su imaginación), Anko saco una llave y abrió la puerta, subimos unas cuantas escaleras para solo llegar a otra puerta que abrió con la llave que estaba a lado de la primera, entramos y en lo primero que me fijo es que el departamento está extrañamente ordenado. Cuando viví con Anko ella era super desordenada, ropa tirada por el suelo (no mal piensen, bueno... quizás un poco, sí) la comida fuera del refrigerador, las mesas llenas de polvo etc. yo siempre era el que ordenaba todo, y me sorprende el hecho de que ahora esté MEGA ordenado. Le preguntaré a que se debe el cambio.

-Oye Anko- le hablé.

-Mm?- me respondió mientras cerraba los múltiples cerrojos de la puerta principal.

-Cuando vivíamos juntos, tú eras un completo desorden, ¿Cómo es que eso cambio tan radicalmente?- le pregunté.

-Supongo que en tu ausencia, comencé a pensar en que siempre llegabas cansado de tus misiones y a pesar de eso yo dejaba toda la limpieza en tus manos. Debido a la culpa que sentí comencé a ser más ordenada- me comentó algo avergonzada.

-Pues vaya que lo has logrado, ahora eres más ordenada que yo- le comenté y ella solo río.

-Por el pasillo a la derecha está la habitación de invitados, ahí puedes dejar tus cosas y de paso tomar una ducha, sin ofender pero... apestas- me dijo burlonamente.

-Pues si te creo, por cierto Anko, muchas gracias por dejarme vivir aqui temporalmente, y gracias... por todo- le sonreí con sinceridad.

-Lo que sea por mi amigo- me regaló una sonrisa que me pareció bastante hermosa.

Camino por el pasillo, abrí la puerta y me encontré con una habitación sencilla, paredes blancas una cama muy ordenada, dos mesitas de noche a los costados de la cama etc. Dejé mis cosas arriba de la cama y camino hacia el baño. Cierto la puerta y comienzo a desvestirme para darme una ducha y aparentemente Anko tenía razón, apesto, pero era de esperar después de un viaje de 3 horas en camino aquí.

Miro mi figura en el espejo y noto que ya tengo bastantes cicatrices, al menos en la zona de pecho y hombros debido a la lucha inminente que enfrentaba constantemente en la misión que estuve retenido por 4 años.

*15 minutos después...*

Salgo de la ducha, me seco con la toalla y me visto con la ropa que Anko había comprado para mí, que por cierto, era el típico traje Shinobi pero sin el chaleco ni guantes.

Tengo bastaaante tiempo libre, supongo que puedo aprovecharlo e ir a la oficina de Tsunade y hablar con ella sobre mi retiramiento temporal del ejército Shinobi.

Salgo de mi habitación y camino por el corredor para encontrarme con Anko comiendo dangos bastante animada.

-Anko voy a salir, iré a la oficina de la Hokage- le informé.

-Vale pero no tardes, ya casi oscurecerá y es probable que me quedé dormida y no pueda abrirte la puerta- me dijo.

-Vale, no tardaré- digo cerrando la puerto.

Bueno Tsunade, espero que estes lista por que allá voy.








Hasta aquí el capítulo, muchas gracias.

Sugerencias, críticas u opiniones háganmelo saber en los comentarios.

Hasta pronto


¿Qué tal si lo intentamos? Tsunade x túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora