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Yuri estaba abriendo sus ojos y no podía creer lo que estaba mirando. Otabek acostado a su costado, abrazandolo de todo mal. No tenía que ser adivino para saber lo que pasó la noche anterior. Su cuerpo le dolía como los mil demonios y sentía aún algo escurrir por su entrepierna. Joder, no podía creerlo, Otabek lo hizo, Otabek lo hizo. Yuri estaba que no podía de la felicidad. Una sonrisa se dibujó en su rostro y emocionado abrazó al mayor

—Despertaste—dijo Otabek aún sin abrir sus ojos

—T-Tu, cuidaste de mi?—Yuri se sentó, era tan lindo todo. Otabek utilizó las otras prendas del vestido de Yuri para cubrirle el cuerpo.—Gracias—sonrió y se acercó a besar a Otabek, el cual no dijo nada—Auch! Creo que no fuistes muy gentil conmigo anoche he! También te vinistes mucho. Aún siento salir tu jugo

—Por Alá, no digas esas cosas—Otabek se ruborizó y se cubrió con un velo. Yuri comenzó a reír

—Ahora tendrás que hacerte responsable de mi, bueno, de nosotros si es que me dejaste embarazado—Otabek se sentó con una cara seria. Yuri se sintió atemorizado

—Embarazado? Pero eres un hombre?

—Soy un Omega hombre. Lo olvidaste?

—Yuri, deja de bromear—dijo con la cara sería. Yuri sintió tristeza y no quiso seguir insistiendo.

—Otabek, que haras conmimgo? Me llevaras con el sultán?

—Pues claro, después de todo vienes desde tan lejos para verlo

—Debes de estar bromeando, no es así? Y entonces esto? Y nosotros?

—Yuri, yo...—Otabek no sabía qué decir. Su cabeza aún era un lío.

—Regresare a casa, no vere al sultán

—Pero tu...

—Yo vine a conocer a mi destinado. Ya lo encontré y como no hay sitio para mi con él, me voy—Yuri se puso de pie y comenzó a vestirse. Otabek se quedó pensativo. No quería dejarlo ir, pero tampoco podía detenerlo.—No debiste asomarte a ese carruaje, no debiste hablarme y no deviste salvarme—dijo Yuri conteniendo el llanto— Y definitivamente no debiste sacarme del agua ni ayudarme con el celo. No debiste—soltó en llanto—Otabek intentó consolarlo, pero un manotazo lo rechazó—No debes tocarme—dijo sollozando

.

.

.

—Creo que debemos subir por ahí

El camino cuesta arriba era muy difícil sobre todo para Yuri que se atoraba en cualquier lugar. Su vestido tenía mucho velo y se quedaba atorado por dónde quiera que pasaba. Llevaban horas caminando y no parecía tener final. Yuri ya estaba muy cansado pero se rehusaba a pedirle ayuda a Otabek. Su terquedad hacía que se forzara demasiado y por consecuencia, tropezar con una piedra

—Yuri, deja ayudarte, llegaremos más rápido si yo te cargo

—No, si tienes prisa déjame aquí y mandas a alguien a buscarme.

—No te dejaré aquí solo

—Entonces cállate y sigue caminando

—Shh!

—No me calles

—-No, Shh!! Escucho caballos, el camino debe de estar cerca.—Otabek corrió cuesta arriba y Yuri se quedó muerto del miedo abajo. Si eran enemigos podrían matar a Otabek y él no podría ayudarlo.

Después supo que no eran enemigos porque escuchó a Otabek platicar con alguien más. Un joven parecido a Otabek, pero un poco más alto bajó corriendo y sin preguntar nada, tomó a Yuri en brazos y subió corriendo. Yuri estaba tan agotado como para pelear.

Mi Sultán Where stories live. Discover now