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La corta etapa de enamoramiento expiró, a la puerta estaba la sangre y más batallas. Otabek y Viktor salieron en expedición para checar los alrededores. Encontraron centenares de cuerpos masacrados, dentro del bosque. La mayoría eran de soldados del palacio, los soldados que se

—Qué hacen todos ellos aquí?—preguntó Otabek intrigado

—No lo sé, pero no llevan aquí más de un día. La sangre sigue fresca.—Viktor se bajó de su caballo y tocó la sangre de uno de los cuerpos. Se detuvo al escuchar ruidos de ramas. Otabek se puso al defensiva, preparado para pelear. Tomó su espada, listo para descuartizar a cualquiera que se le parara enfrente.

Viktor caminó con cuidado, acercándose a dónde había venido el sonido.

—V-Viktor, Viktor—susurró Otabek—Espera, yo voy—Viktor negó con la cabeza. Siguió caminando con cautela.

—S-Sultán—dijo una voz casi en susurro. Viktor se detuvo y le miró. Uno de sus hombres de confianza.

—Leo—Viktor al reconocer a su amigo de batallas, Leonardo, hijo de una ex esclava que fue parte del harén y después se casó con un Pasha. Leo, más que un soldado o un general, era su fiel amigo—Leo, déjame ayudarte—le sacó de entre una pila de madera.—Otabek ayudame—ordenó y Otabek rápidamente se acercó.

Se sorprendieron al ver a Leo en tan mal estado. Tenía varias heridas por todo el cuerpo, sangraba por todos lados como si fuera una regadera.

—Esperen, esperen...—Leo sacó su brazo izquierdo que se encontraba bajó la madera. Había una caja enorme lo que estaba debajo de la tierra.—A-Ayudenme

Otabek y Viktor limpiaron la caja, era como una carroza pequeña.

—Está bien, ya estamos a salvo. Puedes salir—dijo Leo con gentileza. Otabek y Viktor se quedaron mirando confundidos. Una pequeña mano pálida salió.

—Ayse—dijo Viktor sorprendido—la pequeña le miró asombrada y extendió sus brazos. Viktor la tomó y abrazó fuertemente.—Mi sultana hermosa, mi lucero. Mi Ayse. Pero... Pero qué hacen aquí? Qué pasó?

—Intentaron entrar al palacio. Las sultanas se encontraban fuera. Cuando llegamos el carruaje fue interceptado y tuvimos que huir hacia el palacio del norte. Después los soldados rebeldes intentaron atacar el palacio. Salimos por el túnel secreto, pero fuimos perseguidos. La carrosa de las sultanas...—Leo miró a Viktor con miedo—El carruaje cayó al lago. Intenté salvarlas, pero...—Viktor tocó el hombro de Leo, la voz del moreno se quebraba— La madre sultana estaba consciente y la saqué del carruaje justo antes de que se hundiera.  Justo cuando íbamos saliendo, una flecha la atravesó. Ella cayó muerta. Tuve que dejarla, tuve que hacerlo para poder salvar a la sultana Ayse. Corrí hasta uno de los caballos  y escapamos. Cuando llegamos al bosque cavé un hoyo para ocultarla. Justo cuando terminé, llegaron. Luchamos y matamos a todos, pero como puedes ver... no hubo victoria.—dijo mirando alrededor.

—Está bien, hiciste lo que pudiste. Sabes si han entrado al palacio?

—No lo han hecho, los soldados están esperando por usted y Otabek. Están resistiendo todo lo que pueden, pero no se cuanto más lo hagan.

—Bien. Otabek, dónde está JJ?

—JJ está en el puerto, estaba combatiendo con los barcos que llegaron.

—Seung nos debe un favor, ahora es tiempo de cobrarlo. Toma dos palomas, informarle la situación a JJ y a Seung. Que JJ nos recoja, iremos al palacio. Dile a Seung que tiene una semana para llegar aquí, necesitamos todo tipo de armamento

Viktor llevó a la pequeña sultana Ayse y a Leo al palacio en el bosque junto con el puñado de soldados que encontraron con vida.  La idea era dejarlos con Yuuri, Yuri, y los criados para que Viktor, Leo y Otabek regresen a la capital a luchar.

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⏰ Last updated: May 15, 2020 ⏰

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