Capítulo 2: Alex...

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El agua envolvió sus orejas y evitó que oyera algo del exterior, y el no ser tipo agua le impidió lograr ver bien bajo de lo que parecía un estanque muy profundo. Pese a que el agua era reconfortante, hubiera preferido mil veces haber caído en el pasto verde que específicamente en aquel estanque.

El haber caído en agua de espaldas se sintió como si le hubieran pegado con un palo por todo su cuerpo. Sentía un mareo insoportable, y el estómago lo tenía hecho añicos, sin tan sólo no hubiera tenido tantos malos síntomas que lo tuvieran paralizado, posiblemente hubiera recordado que necesitaba aire para respirar, y lo que estaba recibiendo no afectaba en nada bueno a sus pulmones, pudo reconocerlo, pero fue segundos después de expulsar todo el aire que contenía, dejando salir las últimas burbujas de aire que mantenían su cuerpo.

Lo único que pudo llegar a ver fue los sensores que sobresalían casi como orejas, que mantenían una física estable al estar debajo del agua, y mientras su vista se empezaba a nublar y sus pulmones a llenar de agua lentamente, pudo ver la figura de alguna criatura de color verdoso, nadar con rapidez hasta él.



No pudo siquiera abrir sus ojos cuando ya se encontraba levantándose de a un millón de toses, escupiendo la poca agua que quedaba de sus pulmones o quizás sólo garganta, intentó recordar qué fue lo que había pasado, sin embargo, el último recuerdo que poseía era él, ahogándose, se pasó su mano por su barbilla, estaba cubierta de agua, o al menos más de lo que había tosido, ¿había vomitado el agua que se había tragado? Intento recordar donde estaba antes de quedar bajo el agua, pero estaba en blanco, ¿Quién era él, siquiera?

La habitación en donde estaba tenía un toque un tanto verdoso y amarillento, estaba acostado en una cama llena de pajar, era bastante cómoda para él en aquellos momentos —tomando en cuenta que lo último que sintió fue un frío y duro golpe del agua—. Había varias camas iguales a esa en aquel lugar, pero él era el único acostado. Toda la habitación era iluminada por dos esferas de fuego, retenidas por cristal, que colgaban en el techo, era bastante bonita e iluminaba bastante bien, además que el calor que emitía era un poco reconfortante. Pese a todas las comodidades del lugar, no se sentía cómodo, mucho menos tranquilo, ¿dónde estaba exactamente? ¿cómo había llegado a ese lugar?

—¿Que...?—fue la única palabra que pudo sacar de su boca, y siquiera la logró escuchar bien, sus orejas estaban llenas de agua y hasta ese momento se había dado cuenta, por lo que empezó a darse pequeños golpes de ambos lados para tratar de sacarla.

Apenas pudo quitarse el agua de una oreja, logró captar los pequeños pasos de alguien acercándose, tragó un poco de la saliva que mantenía en su boca, tenía bastante miedo, alguien que no tenía idea quien seria se acercaba a su posición, quién sabe si lo podrían atacar.

Todas sus dudas y miedos se fueron de pronto cuando vio la apariencia adorable de la criatura que lo visitó: Marrón y afelpada, por poco parecía un algodón.

Andaba a cuatro patas, y su pelaje era bastante esponjado, el pelaje de su cuello hacia un pequeño collar de un color más claro que el resto de su cuerpo, sus orejas eran algo alargadas y se movían con suavidad para escuchar cualquier cosa que pasara, era pequeña, y sus ojos brillaban de un color ámbar

La bolita de algodón marrón jadeó por la sorpresa apenas entrar y darse cuenta que había despertado, se regresó por donde había llegado, soltando un grito que, aunque no pudiera escuchar bien por el agua, aquello lo escucho con bastante facilidad.

—¡Despertó, pensé que estaba muerto pero despertó!—luego de eso fue callada por un golpe, o al menos eso lo imaginó, ya que pudo escuchar un quejido suyo como dos segundos después de decir aquello, seguido de algo que, por ser una voz más baja, no pudo escuchar.

Pokémon Mundo Misterioso: Luces de la sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora