Su suspiro reflejaba una clara muestra de agobio y algo de aburrimiento por el encierro que él mismo se había ganado; bueno, no era realmente un encierro en lo que se podría definir aquella palabra.
Se había desmayado luego de recibir esa descarga, y despertó de nuevo en esa misma cama de ese mismo lugar, no podía escapar aunque quisiera, sus músculos apenas si respondían bien y todo le volvía a doler a horrores; pero aunque no tuviera nada de eso, no quería volver a salir de ese lugar, tenía algo de miedo de encontrarse otra vez con esa criatura aterradora.
Ya había pasado un día desde aquel suceso electrizante, y por lo menos había sido atendido con cariño por las bolas rosadas, quiénes le habían ofrecido una bebida para calmar los efectos secundarios de la descarga, comía bien y podía descansar bien, pero lo único que no hacía bien era recordar.
Desconocía bastante sobre el lugar en donde estaba, y por mucho que pensara, no lograba reconocer con claridad todas las criaturas que veía, con algo de suerte podía recordar la apariencia de las enfermeras rosadas, pero hasta ahí. Esta pérdida de memoria había asustado a sus cuidadoras, por lo cual, le habían prestado algunos libros con imágenes para que lograra saber más cosas. Lo único que no sabía ese riolu, es que le habían dado unos libros infantiles.
—Starly es... tipo volador, vuela... Vuela alto y con valor—leía con dificultad, puesto que no recordaba cuándo fue la última vez que leyó—, golpea con fuerza a... Caterpie, tipo b... bicho de clamor...
Estaba leyendo la página número 5 de una de las historias que le habían traído, dándose cuenta de tres cosas; la primera es que existen pokémon con diferentes características, la segunda, esas características hace que sean fuertes o débiles dependiendo de su oponente, y la tercera, habían varios que se veían muy raros
—Caterpie es bicho, como se tiene que saber—y observó la página 6—. Así que a... a Pu... Purrloin, tipo siniestro... No h-ha de temer.
Soltó algo de aire, el intentar leer las palabras se le complicaba, parecía un niño pequeño.
—¿Cuántos tipos hay?—se quejó, cerrando el libro.
—18—le respondió alguien que se encontraba en la puerta.
No dudó en soltar un grito, a punto de tirar el libro para atacar al que había aparecido, hasta que se dio cuenta que sólo era Mary, a la cual denominaba como bola rosa pálida.
Si hubiera recordado alguna maldición, la hubiera gritado por el susto que ella le había metido.
—T-¿Tenías que ser tan sorpresiva?
Pero prefirió sólo ser un poco más cortés.
—Perdón, perdón—rió dulcemente—, sólo vine a saber cómo te iba con la lectura... Me alegra que al menos sepas leer.
—¿Leo bien?—preguntó con curiosidad.
No sé veía bien, pero era obvio que Mary había hecho una ligera mueca; parecía que tenía un debate interno sobre qué responder.
—Pues lees mejor que un pokémon recién nacido, si te hace sentir mejor.
—No lo hace.
—Pero al menos vas progresando.
—¡No lo hago!
Y dejó el libro en medio de la pila que tenía, para luego cruzarse de brazos con un cierto enojo, sus orejas temblaban un poco y el mismo estaba temblando por algo de la ira que sentía. Para él resultaba demasiado confuso y estresante no tener la menor idea de lo que estaba leyendo o cómo funcionaban aquellas características.
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Pokémon Mundo Misterioso: Luces de la sombra
FanfictionCuando abrió los ojos, supo que no era igual que antes, los ruidos eran nuevos, el ambiente y nuevos olores abrumaban sus sentidos, ¿que le estaría deparando? Luego de caer de formas misteriosas en la aldea, Alex despierta sin ningún recuerdo de qui...