Capítulo 9: Busco respuestas

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Kelly abrió sus ojos mientras soltaba un jadeo de sorpresa mezclado con terror, como si hubiera tenido una pesadilla antes de despertar. Miró hacia los lados algo asustada ya que no reconocía el lugar en donde estaba. Apenas ver el color de las paredes pudo darse cuenta de que estaba en la enfermería del hospedaje, más que nada, en la del tercer piso.

Su cabeza le dolía a horrores y sentía su pelaje un poco pegajoso y sucio de barro que ya había secado. Esto la asqueó, pero sabía que se lo había buscado luego de querer atravesar una parte húmeda del bosque, pero en sí, no se sentía tan sucia, solo las patitas las tenía con barro y con esa pegajosa sensación. Estaba acostada en las típicas camas que tenían pajar y una mantita que cual la había estado cubriendo todo el rato, soltó un pequeño quejido, ya que se dio cuenta que una de sus patitas se había quedado atrapada en la manta.

Tenía recuerdos muy vagos sobre lo que había ocurrido, pero lo que sí sentía es que fue una locura todo lo que ocurrió por allá antes de que por fin su cuerpo cediera al dolor y al cansancio. Pudo haber estado sin poder moverse, pero recordaba la sensación de muchas cosas.

Una vez se iba a acomodar, sintió un agudo dolor en su espalda que le hizo soltar un chillido, por poco y maldecía luego de sentir aquello. Tuvo que observar de que se trataba esa sensación; puede que no haya visto bien lo que tenía en su lomo, pero sí pudo notar que tenía un vendaje que envolvía gran parte de su torso, y cubriendo algo que, por las manchas de sangre, prefirió no ver.

La cabeza le daba algunas vueltas y su boca estaba prácticamente seca, tenía sed y algo de hambre. Por lo menos el estar inconsciente le hizo reponer un poco las horas de sueño que había perdido en todo el día.

No se sentía tan mal, y no le gustaba estar tanto tiempo acostada en esa cama, así que sin pensarlo mucho puso sus pies en el suelo y se sacudió un poco el cuerpo, queriendo desprender la tierra que tenía en su pelaje sin éxito alguno; estaba muy pegado como para que pudiera hacer algo. Suspiró con desagrado, ya que la sensación era asquerosa.

Pensó en ir a buscar a alguien, pero un sonido peculiar  le dio a entender que no estaba sola en la habitación. Levantó sus orejas en dirección hacia ese sonido de manera automática.

Miró a la cama que estaba enfrente suya, y el que estaba ocupando aquel lugar era nada más ni nada menos que el Riolu que había escapado, el cual estaba aún sin despertarse y con un montón de vendajes en su cuerpo. La Eevee hizo una mueca de desagrado, ya que continuaba con el enojo de cuando él se escapó como si fuera una estrella fugaz pero, ¿valía la pena seguir enojada?

Era claro que podría merecerse algún escarmiento por su parte luego de todos los inconvenientes que le hizo pasar a ella y a Charlie. Pero luego de que toda aquella locura en el bosque ocurriera ahora se sentía confusa. Sintió remordimiento por estar enojada con él, ¿por qué siquiera lo sentía? ¿Su subconsciente quería que se percatara de algo?

Alex comenzó a soltar algunos murmullos mientras dormía, los cuales a ella le produjeron tanta curiosidad que tuvo que acercarse lentamente para ver qué ocurría. Parecían murmullos y balbuceos normales de alguien que podría estar sólo hablando dormido, pensó que era común puesto que ella lo hacía un millón de veces, o al menos eso le contaba Walter. Pero una vez se acercó lo suficiente, comenzó a escuchar algunas frases medio completas.

—A... Aléjate...—por un segundo pensó que se lo decía a ella, pero en seguida continuó—T... tú... Mier... da...

Eran frases que se salteaban y parecían que no tenían alguna continuación lógica, ella se quedó completamente quieta, esperando ver qué más decía. No continuó, pero en cambio hizo otra cosa.

El Riolu comenzó a soltar pequeños gritos y quejidos, mientras se agitaba bruscamente en la cama. Esto casi echa para atrás a la Pokémon, la cual se aterró por la repentina acción que él comenzó a hacer. Alex parecía no querer parar con ese pequeño escándalo. 

Pokémon Mundo Misterioso: Luces de la sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora