Pokémon Mundo Misterioso: Luces de la sombra

Capítulo 7: ¿Por qué? ¿Para qué?

Algo no estaba yendo bien, y eso lo había despertado un tanto alterado. Ya su corazón estaba palpitando rápido, y eso ya suponía que algo extraño estaba ocurriendo.

Lerroy levantó su cabeza y comenzó a mirar alrededor de la aldea, intentando revisar si había algo que estaba yendo fuera de lo común, pero realmente no había nada, salvo claro, el establecimiento activo de Petrew. Por un segundo pensó que se trataba de alguna pelea que lo hizo alterar por dentro, pero su sexto sentido le decía que lo que estaba ocurriendo no tenía que ver con esos combates.

Frunció el ceño, no habían pasado ni cuatro días y el continuaba despertando por las noches, algo lo estaba atormentando en el fondo, pero no tenía la mayor idea de la razón.

Tuvo varios pensamientos en su mente sobre cosas que estuvieran pasando y sobre como todo iba a salir mal debido a que su sexto sentido se lo advertía. Pero no fue hasta que vio a su hijo que todos sus malos pensamientos se dispersaron

Su hijo estaba en completa paz, durmiendo mientras movía ligeramente su cola de un lado a otro, soltaba pequeños chillidos, y a veces desprendía chispas de su pelaje dorado. Lo hacía sonreír lleno de ternura; su hijo lo llenaba de calma y era una de las pocas razones por las cuales seguía sin perder los estribos. Pensó en que sólo debería seguir el ejemplo de su hijo y continuar durmiendo, ya que no sentía nada en su radar, ni veía que algo realmente malo estaba pasando, sólo su adrenalina lo había vuelto a despertar por tercera vez.

Él acomodó su cabeza y esperó a que sus ojos se cerrarán cuando por fin tuviera sueño de nuevo. La punta de su cola soltaba pequeños ases de luz mientras la movía; y mientras veía la aldea, se quedó pensando por un rato más en que era lo que estaba alterando tanto a su sexto sentido.

Hasta Charlie había pensando que eso era una mala idea una vez Kelly se lo sugirió, pero luego de armar un pequeño trato, terminó acordando que lo haría si ella le invitaba a comer el postres de bayas safre de Walter la próxima vez que lo hiciera. Pero de todas formas, el fantasma y ella estaban nerviosos de lo que pudieran ocurrir, y ambos estaban de acuerdo de que si Lerroy los atrapaba serían polvo.

La primera parte fue fácil, Charlie los había vuelto invisibles a los dos y le explicó al riolu como funciona aquella invisibilidad; a ella la volvió a agarrar de la oreja, mientras que con Alex fue más simple de tratar, ya que le había tomado la mano. Por algún milagro, ninguno mencionó algo sucedido en el día en que casi no-chocaron, y si querían mantener la discreción y evitar que alguien los oyera mientras intentaban contradecir quien casi choca contra quién, era mejor mantener la boca cerrada.

Por un rato, para Alex fue bastante complicado caminar a la par que ellos, por lo que tuvieron que bajar un poco el ritmo a la hora de avanzar para evitar que se tropezara y se volviera visible en el peor momento; Charlie sentía que cojeaba y, aunque no se viera, se podía escuchar muy tenue el hecho de que estaba tratando de ahogar sus gemidos de dolor. Alex estaba enojado por el hecho de que ahora volvieran a doler, pensaba que se había acostumbrado por completo a caminar otra vez.

De algún milagro inexplicable, lograron salir sin que la recepcionista se percatara de la presencia de nadie, cosa extraña ya que, justo en el momento que pasaban Alex lanzo otro ligero quejido, y lo único que hizo ella fue aterrarse. Y una vez salieron, pudieron escuchar un chillido de la Audino, la cual se acercó a la puerta, pero afortunadamente —para ellos—, no vio nada ni a nadie a la lejanía y luego de unos segundos se fue temblando bastante.

—¿Por qué no supuso que eras tú?—indagó Kelly, una vez se dieron cuenta que estaban en zona segura.

Charlie sólo soltó una risita. El viento azotaba fuerte y era algo helado debido a la horas y, por lo suave que fue su risita, hasta el sonido del pasto agitándose por el viento fue mucho más fuerte que aquel sonidito proveniente de él.