¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?

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Soy (tn)______ aunque algunos me dicen Su Majestad, otros se  inclinan ante mí lo cual es realmente agradable.

 Soy hija del rey y la reina de Vanaheim pero sin embargo mi procedencia es difícil, mi padre es de Muspelheim un  gigante de fuego pero no hay que imaginarlo como un ente grande feo y torpe, más bien es fornido como Asgardiano y con piel bronceada. Mi madre es heredera del trono de Vanaheim, sin embargo yo nací en el hogar de los elfos de luz y viví en Midgard hasta que tuve uso de razón; pero lo importante aquí no es de dónde vengo sino a donde voy pues tanta y tanta transición me hicieron ver el mundo de otra manera.

Unos dirían que soy cruel, malvada y bla, bla, bla pero yo me considero sincera y honesta antes que nada, he hecho muchas cosas “malas” pero mi plan más magnífico es el que lo he tenido en mente desde hace algunos años: Quiero quitarle el trono a Odín, El Padre de Todo, y yo reinar en los nueve mundos. Sé que puedo sonar como una jovencita loca pero me siento lista para gobernar. No es que vaya a hacer una estatua con mi retrato en medio de Asgard… o tal vez si… quien sabe.

Hoy es mi oportunidad perfecta para analizar el terreno pues los representantes de todos los mundos se reúnen a una cena especial con Odín, mientras ellos hablan puedo escabullirme un momento al cuarto dónde está el teceracto y ver cómo funciona antes de robalo.

Ya estoy lista, un vestido desde los hombros hasta los tobillos sin mayor adorno me cubría el cuerpo, según mi opinión se me veía bien, mi cabello castaño recogido y mi rostro con un poco de maquillaje me hacía ver un poco más seria y mayor de lo que era. Estaba lista, por si acaso llevo un pequeño pero mortal cuchillo escondido en medio del vestido.

 *                                           *

 Asgard se veía imponente y firme a lo lejos, sé que todo eso será mío algún día aunque pensándolo bien tal vez necesite ayuda. Ignoro lo que me dicen mis padres lo mismo y lo mismo de siempre:

-Pórtate bien, no seas altanera ni grosera, representas a Vanaheim y debes ser heredera digna…

Creo que ese discurso me lo sé de memoria cada vez que vamos a un lugar me lo repiten, como si no fuera lo suficientemente buena para ser la próxima heredera de Vanaheim. La nave en la que veníamos por fin atracó en Asgard y todos bajamos y ahí nos recibió Frigga con una sonrisa y un abrazo.

Pasamos a la sala principal de Asgard donde ya estaban reunidos varios representantes de los mundos que se levantaron al vernos para saludarnos. Salude educadamente a todo el mundo hasta que vi a alguien que me llamó la atención verdaderamente, cabello negro y ligeramente largo, piel blanca y un tanto pálida y sus ojos verdes totalmente hipnotizantes, pero lo que más me llamó la atención fue su sonrisa cínica, parecía como si acabara de salir del manicomio. Le di la mano, mirándolo a los ojos y creo que ambos sentimos como una punzada de electricidad en el estómago porque nos quedamos quietos unos momentos antes de poder salir del embobamiento.

Sin esperar más nos sentamos en la gran mesa ubicada en el centro de la habitación y empezamos a comer, conversaban de temas ajenos a mi interés y ahí vi la oportunidad más valiosa y precisa para entrar a los salones del palacio, sin vigilancia, sin guardias, sin nada.

Puse la excusa de ir al baño y salí presurosamente a los pasillos que me conducirían al “lugar secreto” donde estaba el teceracto, una vez visité este palacio así que no me perdí por los enormes salones.

Después de virar a la derecha y a la izquierda varias veces sentí que un viento frio cruzaba por el pasillo en el que estaba, y a la vez sentí un poder emanado de alguna parte, no tengo los sentidos muy agudos que digamos pero el poder que irradiaba era muy fuerte y pude dar con el paradero del teceracto casi inmediatamente. Lo más extraño era que no había ninguna clase de seguridad, solo entre como si fuera cualquier habitación. Y ahí estaba tan poderoso y perfecto como lo imaginé, con eso y un poco más de práctica podría luchar contra El Padre de Todo.

Lentamente me acerqué sin pestañar si quiera al cubo, mis manos estaban a punto de tocarlo, a tan solo unos centímetros.

-¿Qué se supone que haces aquí? – Dijo una voz masculina

Al instante me giré y vi aquellos ojos verdes que me habían hipnotizado.

                                *                                                *                                                *

Hola de nuevo! Y como les prometí el capítulo en dos comentrarios, espero que les guste mucho y tambien espero sus comentarios y votos!!!

De una vez quiero darles las gracias a todas las que leen y a todas las que les gusta y comentaron, en fin para no aburrirlas me despido bye! chao! chaito! chaiwis!

Cuidense, Libros y Chocolates :)

Ms. Lectura

Te dije que no te enamores (Loki y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora