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Capítulo 443: Abordando

—No tuve opción, —le respondió amargamente mientras sacudía su cabeza.
Ese dolor evidente en su sonrisa le ablandó un poco el corazón a Bai Xiaochun. Quien le respondió en voz más baja, —¿Quién diablos eres? ¿De dónde vienes?
Después de un largo momento de silencio, inhaló profundamente y dijo, —Soy del Mar Alcance Celestial y eso es todo lo que puedo decir. No me preguntes más al respecto...
Bai Xiaochun permaneció en silencio... estaba impactado.
El sol se estaba poniendo afuera y el cielo se estaba oscureciendo. Dentro de la cueva de inmortal todo estaba muy tranquilo, solo se podía escuchar el sonido de sus respiraciones.
La cueva también se oscureció eventualmente y Bai Xiaochun finalmente decidió preguntarle otra cosa, una que había estado acechando su corazón por mucho tiempo, una pregunta a la que realmente le quería dar respuesta.
—En aquel entonces en las Montañas Luochen, esas lágrimas que derramaste, ¿fueron reales o solo un acto...?
Ella no le respondió la pregunta directamente, sino que extendió su mano derecha, y dentro de ella apareció una llama de color violeta. Conforme ardía allí, desataba una cantidad de energía impresionante, algo que sobrepasaba la energía de la hoja que contenía el poder de un deva que Bai Xiaochun había recibido. Esta llama le hacía sentir como si hubiera un deva justo de pie frente a él. Además, dentro de esas llamas violetas había... ¡¡un alma!!
Luego lo observó y dijo con una voz suave, casi como si susurrara. —Crees que esta alma deva es real, ¿o solo un acto?
Ver a Du Lingfei sosteniendo un alma deva dejó profundamente conmocionado a Bai Xiaochun. Él también tenía un alma deva, una del tipo madera que el Patriarca Sectaglacial le había dado. Había quedado muy impactado cuando le dijeron lo valiosas que eran las almas deva, pero en aquel entonces, su verdadero valor aún era un poco abstracto para él.
Ahora que la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado estaba a punto de enviar a un gran número de discípulos en una expedición de cacería de almas, comprendía mucho mejor lo valiosas que eran las almas deva.
Quienquiera que quisiera alcanzar el Alma Naciente del Dao de los Cielos necesitaría cinco almas deva, cada una de un elemento distinto. En cuanto a las almas de bestias deva... ¡una sola alma deva se podía intercambiar por cinco de ellas!
¡Solo por esto ya era fácil calcular el valor astronómico que tenían las almas deva!
Antes de que Bai Xiaochun pudiera responder sus palabras, Du Lingfei envió esa alma del tipo fuego flotando hacia él. Y después de hacerlo, su cuerpo empezó a desvanecerse lentamente. Durante todo el tiempo que estuvieron allí, la mirada con la que veía a Bai Xiaochun era muy gentil, y parecía estar llena de arrepentimientos y sentimientos.
—Las Tierras Desoladas son un lugar muy peligroso. Deberías... deberías asegurarte de no hacer nada riesgoso. Cuando vuelvas, podrás intercambiar esa alma deva por un conjunto de cinco almas de bestias deva... Cuando alcances el Alma Naciente y llegue la hora, ¡te explicaré todo! —Dicho esto, desapareció.
Bai Xiaochun simplemente permaneció allí en silencio por un largo rato. Después de que ella se desvaneciera, cerró sus ojos por un momento y después los abrió para sujetar esa alma deva del tipo fuego. Luego se sentó de piernas cruzadas para reflexionar, aunque no estaba seguro de que pensar.
El tiempo pasó. Quince días transcurrieron, y el día de la prueba de fuego se acercaba. Bai Xiaochun eventualmente no tuvo más opción que despertarse y prepararse. Se ocupó bastante, tanto confeccionando píldoras como haciendo refuerzos espirituales, hacia todo lo que podía para estar en la mejor condición posible.
El día antes de que la prueba de fuego comenzara, salió de su cueva de inmortal y fue al Gremio Extermina Diablos para despedirse del Gran Gordito Zhang. El Gran Gordito Zhang aún no había despertado, pero ya se había recuperado bastante. Su aura era estable y su base de cultivo se hacía cada vez más fuerte. Dentro de unos dos o tres meses lograría llegar a la Formación del Núcleo.
Se sentó frente al Gran Gordito Zhang, y más que nunca sentía que no podía soportar partir. —Hermano Mayor... la próxima vez que nos veamos será dentro de diez años. Realmente desearía no tener que irme.
Pasó hasta la puesta del sol diciéndole muchas cosas de corazón. Y finalmente, por temor a perturbar la Formación del Núcleo del Gran Gordito Zhang, salió del templo y fue a ver a Feng Youde. Juntó sus manos y se inclinó profundamente, ofreciéndole sus más sinceros agradecimientos por la ayuda que Feng Youde había proveído.
—Mantén un corazón tranquilo, eso es lo mejor que puedes hacer, —dijo Feng Youde—. Si quieres compensarme, entonces vuelve como un cultivador en el Alma Naciente. En lo que concierne a tu Hermano Mayor, te garantizo que lo cuidaré.
Bai Xiaochun juntó sus manos y se inclinó de nuevo para expresar su gratitud. Claro, Xu Baocai no iría a esta travesía, así que fue a visitarlo y dejarle algunas instrucciones antes de irse. Al final apretó sus dientes y volvió a su cueva de inmortal para meditar por el resto de la noche.
No ocurrió nada esa noche, y el sol se alzó eventualmente a un cielo despejado. Había llegado el día en el que comenzaría la prueba de fuego.
El estridente sonido de tambores inundó la secta entera, indicándole a todos los cultivadores que salieran, entusiasmados y llenos de anticipación. Bai Xiaochun ya había empacado sus cosas, y se veía muy triste cuando salió por la puerta de su cueva de inmortal y permanecía allí temblando un poco.
Casi en ese mismo instante, se escuchó un sonido estruendoso proveniente del mar de abajo. Sonaba casi como el rugido de un gigante, e hizo que unas enormes olas aparecieran por la superficie del mar... y al mismo tiempo el gigantesco y antiguo buque de guerra se activaba lleno de poder.
A medida que el barco se activaba, las entidades misteriosas parecidas a fantasmas que había adentro empezaron a aullar y gritar, hasta eventualmente escapar aterrorizadas. Al parecer, la voluntad del buque de guerra en sí estaba despertando, haciendo que su energía llegara a un punto que hacía temblar hasta a los arcoíris que conformaban la Secta de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado.
Bai Xiaochun inhaló profundamente viendo al gigantesco buque de guerra. Era de 300.000 metros de largo, totalmente negro y se veía en muy malas condiciones. Parecía ser antiguo a un punto increíble, y había algo muy feroz que lo hacía ver como el tipo de barco al que nadie se atrevería a acercarse. También habían atado a su proa el cadáver de alguna bestia enorme y putrefacta, algo tan desfigurado que era casi imposible determinar lo que era. Sin embargo, estaba claro que tenía una figura antropomórfica, y alguna vez había tenido 30.000 metros de altura.
La superficie del buque de guerra estaba cubierta con un gran número de púas que irradiaban una luz negra. ¡Era fácil imaginarse las poderosas técnicas mágicas que se podrían desatar a través de esas púas y como harían que hasta los Cielos y la tierra se estremecieran!
El barco tenía cinco cubiertas, y algunas partes de ellas parecían haber sido selladas con sellos mágicos.
Mientras Bai Xiaochun estudiaba el buque de guerra en detalle, este empezó a moverse, desatando un poder explosivo que agitó olas aún más enormes sobre la superficie de las aguas doradas del Mar Alcance Celestial.
A medida que el buque de guerra se ponía en movimiento, un viejo se elevó volando desde el arcoíris de los deva. Se le veía muy antiguo, con un cabello largo y blanco que lo hacía ver como un ser trascendental. Además, tenía un tercer ojo en su frente, lo que le daba una apariencia bastante intimidante.
—Mi nombre es Chen Hetian, y encabezaré este viaje al puesto de avanzada de la secta, allí se llevará a cabo la expedición de cacería de almas. El viaje por el mar será largo, de más de seis meses. Ya es hora... ¡todos aborden el barco y prepárense de inmediato para la partida! —Las últimas palabras del viejo de tres ojos impactaron el corazón de los oyentes como un relámpago.
Las primeras 1.000 Superestrellas de la Polaridad del Dao del Cielo Estrellado de los cuatro distritos arcoíris salieron volando inmediatamente a toda velocidad hacia el buque de guerra. Bai Xiaochun por otro lado, simplemente apretó los dientes con determinación y decidió que no tenía más opción que olvidar su temor. Rugió a todo pulmón y se unió al a multitud que volaba hacia el buque de guerra.
En el momento en el que se elevó, Bai Xiaochun pudo sentir una energía espiritual intensamente poderosa proveniente del Mar Alcance Celestial la cual le impactó como un gran huracán.
Era como una ráfaga muy difícil de resistir a pesar ser un cultivador en la Formación del Núcleo. Todos los que volaban hacia el barco temblaban y se tambalearon por un momento antes de poder seguir acelerando hacia el barco.
Todos se juzgaban los unos a los otros, intentando pasar tan rápido como fuera posible a través de esas ráfagas de energía espiritual para intentar demostrar quién era el mejor.
Uno de los cultivadores que avanzaba volando era una mujer joven, quien logró tomar la delantera de manera considerable, volaba por el aire como una bola de fuego. Esta era Chen Yueshan y justo en el momento que estaba acercándose al buque de guerra y parecía estar a punto de aterrizar, se pudo escuchar un frío bufido y Herético apareció. Con tan solo un paso adelante, fue como si se teletransportara, ¡sobrepasó a Chen Yueshan y se convirtió en la primera persona en llegar al barco!
Cuando Herético usó lo que parecía ser una habilidad divina para teletransportarse, los demás cultivadores quedaron impactados, y un destello de luz feroz pasó por los ojos de Chen Yueshan.
Hasta Bai Xiaochun respiró profundamente. Él podía llevar a cabo teletransportaciones menores usando sus sombras glaciales, ¡pero lo que Herético acababa de hacer era completamente distinto!
Algunas personas cerca de Bai Xiaochun sabían lo que acababan de ver, y gritaron asombrados.
—¡Esa fue la Carrera de Viento!
—¿La Carrera de Viento? —murmuró Bai Xiaochun sorprendido. Mientras tanto, cada vez aterrizaban más cultivadores al barco. Bai Xiaochun no se molestó en ir muy rápido, y llegó entre las primeras cien personas más o menos.
Los cultivadores que aterrizaban al barco se separaban los unos de los otros casi al instante. Estaba claro que ya había un fuerte espíritu competitivo y rivalidades, y era fácil imaginarse que la situación solo se intensificaría al llegar a las Tierras Desoladas.
En lo que concernía a Bai Xiaochun, estas personas actuaban como locos y monstruos, así que buscó una esquina vacía rápidamente y se alejó de la multitud.
—¿Por qué siempre con tantas peleas y matanzas? —pensó—. Esta gente... ¿por qué no pueden ser más simples y puros como yo? —Conforme veía a su alrededor, alcanzó a ver eventualmente a Song Que, el Maestro Deidad Adivina y a Chen Manyao, eso le mejoró el humor un poco. Pero no era conveniente acercarse a ellos en este momento.
También pudo ver a Gongsun Wan'er a lo lejos, pero al recordar lo extraña que era, apartó su cabeza y evadió su mirada.

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