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Capítulo 537: ¡El Diablo Bai está aquí!

Durante el trayecto, Bai Xiaochun consideró ponerse la máscara. Pero no era algo muy conveniente de hacer con tantas personas cerca, así que solo podía fruncir el ceño y mantener su lugar entre la multitud.
En este momento lo envolvían sus ideas de cómo mantenerse a salvo. Pero hasta ahora, no se le había ocurrido ninguna idea nueva. Lo único en lo que podía pensar era en intentar conseguir una oportunidad adentro del laberinto para ponerse la máscara y cambiar su identidad.
—Esa es mi única opción... —pensó malhumorado y con una expresión severa. ***
Mientras que Chen Hetian lideraba a su grupo de 30.000 cultivadores hacia los nueve pilares de luz negros y el laberinto que se encontraba debajo, las fuerzas de las Tierras Desoladas hacían lo mismo.
Al fin y al cabo, comparada a un alma deva, la guerra era un asunto secundario. Esa batalla ya llevaba incontables años, y la Gran Muralla siempre se había mantenido fuerte una y otra vez.
Lamentablemente para las Tierras Desoladas, las almas deva era tan raras como plumas de fénix o cuernos de qilin. Por lo que siempre que aparecía alguna, se convertía en el aspecto más importante de todo. Al igual que la Gran Muralla, tenían sus sospechas de que el laberinto fuera alguna clase de trampa. Por otro lado, la Dama Polvo Rojo llegó a ciertas conclusiones casi al instante respecto al lugar, incluso cuando apareció el primer pilar de luz negro.
Después de eso, cuando ese rayo se convirtió en nueve, ¡sus especulaciones se vieron confirmadas!
—¡Ya es casi seguro que este es uno de los diez sepulcros del archi-emperador de la segunda generación! —La Dama Polvo Rojo había quedado claramente entusiasmada al ver esos nueve pilares de luz negros, y estos le hicieron recordar al instante un poco de la historia que su padre le había contado.
Antes de la rebelión liderada por el Celestial de la Isla Alcance Celestial, este reino no se llamaba las tierras de Alcance Celestial, sino las tierras del archi-emperador. No solo eso, pero de hecho había dos emperadores encargados de regir esas tierras. Uno era el archi- emperador, y el otro era el emperador del infierno.
¡El archi-emperador reinaba sobre el Río Ancestral, y el emperador del infierno reinaba sobre el Río del Inframundo! ¡Ese Río Ancestral era nada más y nada menos que el Río Alcance Celestial actual!
Uno de los emperadores reinaba sobre los vivos, ¡y el otro reinaba sobre los muertos! ¡Uno era la entidad suprema del mundo, y el otro era la expresión máxima de la fe de su pueblo!
Antes de que la longevidad del segundo archi-emperador llegara a su fin, este convocó la energía de todos los seres vivos bajo los Cielos y sobre la tierra para construir diez sepulcros. El primer sepulcro sería la verdadera ubicación de sus restos, el cual permanecería cerrado por siempre. Pero los otros nueve sepulcros contendrían los diversos objetos funerarios que dejaría tras su muerte, junto a muchos legados.
El propósito de dejar estos sepulcros era justamente en caso de que sus descendientes terminaran enfrentando a algún poderoso enemigo. En esa situación, podrían usar los sepulcros para ganar el poder para resistirse. Claro, los sepulcros estaban protegidos con hechizos restrictivos que los hacían imposibles de encontrar.
La ubicación de los sepulcros era un secreto que se pasaba de generación en generación de un archi-emperador al siguiente. ¡Pero algo inesperado ocurrió durante el reinado del quinto archi-emperador!
Este sufrió una muerte repentina e inesperada, sin tener la oportunidad de transmitir sus secretos. Debido a eso, la ubicación de los sepulcros del segundo archi-emperador se convirtió en un misterio irresoluble.
Y durante el reino del noveno archi-emperador, Alcance Celestial se alzó a la prominencia. Las tierras se rebelaron y los regentes del mundo cambiaron. Los arruinados y magullados sobrevivientes del linaje del archi-emperador escaparon a las Tierras Desoladas, y los sepulcros del segundo archi-emperador se convirtieron en poco más que una leyenda.
La Dama Polvo Rojo estaba profundamente emocionada por la posibilidad de que ese laberinto fuera uno de los sepulcros del segundo archi-emperador. —Cada sepulcro está rodeado de decenas de cuevas, cada una de las cuales contiene los restos de bestias del nivel deva. También contiene una lápida de piedra que indica los detalles de las pruebas de fuego adentro. A excepción de uno de los sepulcros del segundo archi-emperador, ¡no se me ocurre ningún otro lugar que pueda ofrecer directamente un alma deva como recompensa!
No le contó a nadie lo que sabía, pero igual estaba relativamente segura de que muy pocas personas en el mundo habían siquiera oído del segundo archi-emperador. Claro, tan solo mencionar un alma deva ya era suficiente para agitar a un frenesí a los cultivadores de almas locales de las Tierras Desoladas, y para evitar alguna sospecha, decidió no hacer nada para impedirles actuar.
De hecho, que tantos cultivadores de almas se unieran a explorar el laberinto al mismo tiempo que ella, le facilitaría esconder sus verdaderas intenciones y avanzar a través del laberinto.
Y esto fue lo que llevó a todos los cultivadores de almas y salvajes de la zona a moverse a toda velocidad en dirección al laberinto. Muchos ni siquiera habían luchado en el campo de batalla, y no pertenecían a los principales poderes de las Tierras Desoladas. Eran básicamente cultivadores solitarios y estos aparecieron en masa.
En este momento, el cielo se oscurecía y se acercaba el anochecer, muchas figuras como las mencionadas estaban empezando a aparecer cerca de la entrada del laberinto. Por ahora, aún era muy temprano para que se abriera el laberinto, por lo que los recién llegados se juntaban en grupos de tres a cinco personas, o esperaban por si solos a un lado.
A medida que se acercaba el anochecer, unos sonidos intensos llenaron el aire desde la dirección de la Gran Muralla, y 30.000 rayos de luz aparecieron. La conmoción atrajo al instante la atención de los cultivadores de almas y los salvajes de las Tierras Desoladas, cuyos ojos empezaron a resplandecer llenos de intenciones asesinas.
El escándalo que traían las conversaciones empezó a elevarse rápidamente.
—¡Los cultivadores rebeldes!
—¡Hmph! ¡Los cultivadores rebeldes de la Gran Muralla! ¡Y son un grupo grande! —Sí, ¿y qué? Estas son las Tierras Desoladas, ¡y nosotros somos el Pueblo Sagrado!
Sin embargo, a pesar de que la Gran Muralla envió a un grupo grande, en realidad los superaban vastamente los números de cultivadores de almas de las Tierras Desoladas, quienes eran al menos 100.000.
Chen Hetian estaba a la cabeza del grupo de 30.000, y a medida que se acercaba, pudo ver las miradas gélidas que les dirigían, no hizo más que dejar salir un frío bufido.
El sonido que hizo impactó como trueno en los oídos de los Desolados, y muchos no pudieron ocultar el asombro que sentían al darse cuenta de quién era el que encabezaba a los cultivadores de la Gran Muralla.
Pero Chen Hetian no estaba interesado en empezar un combate. Pudo sentir que el aura de la Dama Polvo Rojo se fijó en él, y también estaba al tanto de que al igual que él, ella también estaba interesada en entrar al laberinto.
Por lo que aparte de ese gesto, Chen Hetian no le hizo más nada a los Desolados circundantes, ni siquiera se molestó en verlos. Solo permaneció afuera de la entrada a esperar a que cayera la noche.
Bai Xiaochun estaba intentando mantenerse oculto entre el ejército de 30.000 hombres, y esperaba que ningún cultivador de almas lo reconociera. Hasta se escurrió entre la multitud hasta quedar ubicado oculto detrás de un tipo alto y corpulento. Luego intentó asomarse entre las rendijas de los brazos de aquel hombre, y pudo ver el área que tenía adelante, la cual estaba repleta de cráteres y agujeros. De hecho, ya ni se veía como la última vez que estuvo aquí. En medio de todo se encontraba el agujero más grande, el cual estaba cubierto por un escudo de luz gris. Al parecer, el lugar estaba cerrado, y nadie podía entrar.
Justo afuera del agujero, se encontraba una lápida de piedra de 30 metros de altura, la cual irradiaba una sensación de antigüedad, como si hubiera existido en ese lugar por incontables años.
Se podían leer algunas líneas de texto sobre esa lápida de piedra, las cuales eran demasiado pequeñas para ser leídas a simple vista. Pero al impulsar la visión con su base de cultivo, se volvieron claras.
«Bajo el laberinto se encuentra el reino de las pruebas de fuego. Viaja por el laberinto y pasa una de las pruebas de fuego. ¡Quien obtenga el 1er lugar adquirirá un alma deva!»
Después de leer rápidamente el texto, Bai Xiaochun no le prestó más atención. Al fin y al cabo, lo que más le importaba era proteger su pequeña e insignificante vida.
De hecho, hasta bajó su cabeza e intentó prestarle atención a las conversaciones y susurros de los Desolados. Después de todo, las miradas de esos Desolados que se dirigían en su dirección lo hacían sentirse inquieto.
—No me pueden ver, —se dijo a sí mismo—. No me pueden ver... —Hasta se puso un poco de lado para que fuera un poco más difícil notarlo.
Pero eran simplemente demasiados cultivadores de almas y salvajes, y estaban congregados en prácticamente todas las direcciones. Además de eso, cada vez aparecían más. A pesar de que Bai Xiaochun intentaba ocultarse entre la multitud, esa multitud de 30.000 personas era completamente llamativa, y todos los cultivadores de almas y los salvajes los veían fijamente. Aunque Bai Xiaochun se escondiera mejor, no podía hacerse invisible. Así que era inevitable que alguien lo encontrara, e incluso si usaba métodos normales para ocultarse, hubieran podido detectar su aura.
La única manera de evadir la detección, hubiera sido ponerse la máscara. Pero había demasiadas personas a su alrededor, además, el viejo tres ojos seguramente difundiría las noticias de que poseía una habilidad para cambiar su apariencia. Entonces se encontraría en aún más peligro. Lo mejor sería esperar al momento indicado una vez dentro del laberinto, ¡entonces se pondría la máscara!
Mientras se encogía de hombros para intentar mantenerse oculto, uno de los cultivadores de almas a lo lejos casualmente lo vio de lado.
Los ojos de aquel joven se abrieron de par en par casi al instante. Apuntó hacia Bai Xiaochun y gritó, —¡Es el Diablo Bai! ¡¡Acabo de ver al Diablo Bai!!
El volumen tan explosivo de su voz hizo que todos los cultivadores de almas cerca de él lo escucharan. Bocas empezaron a abrirse por el asombro y todos voltearon a ver hacia donde apuntaba. Bai Xiaochun aullaba de dolor por dentro. Justo estaba pensando que estaba haciendo un buen trabajo escondiéndose, y jamás se hubiera imaginado que alguien gritaría su nombre tan despiadadamente.
Un gran número de miradas se posaron sobre él súbitamente, tan afiladas como espadas, y aunque no todos podían ver claramente su rostro, ¡había bastantes que sí podían!
—¡¡El Diablo Bai!!
—¡Es el Diablo Bai! Solo puedo ver su espalda, pero seguro que es él. ¡Jajaja! ¡No puedo creer que el Diablo Bai esté aquí!
¡¡De verdad es él!!

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