Si supieras. (Yaoi) [EN PAUSA]

Corre.

El pequeño joven de ojos turquesa y patéticos lentes tenía una tendencia a cambiar rápida y drásticamente una situación con sus comentarios y acciones , incluso llegaba a enloquecerle, y eso que el era una persona muy paciente.     

Valentin,  había aprendido a identificar las facetas de Esteban y sus complicaciones. 

Aunque, era todo confuso, pues anteriormente, en el pasado, Esteban había sufrido un hecho traumatizante,  que, según el, debió haberlo cambiado, pero no.

El continuó con su vida, como si solamente lo hubiera olvidado.  Y eso era simplemente imposible, además de que aquel chiquillo era un desastre a lo que se refería con sentimientos, no podía con aquel recuerdo solo. 

¿Terapias? ¿Hipnosis? ¿Algún tipo de lavado de cerebro extraterrestre? SÍ alguna de las opciones anteriores era la respuesta, el no estaba enterado. ¿Por qué?  ¿Acaso eran Muchas emociones para el para que le obligarán a crear ese sistema de defensa?

Le preocupaba el hecho de que Esteban ocultará sus miedos, porque al igual que una nube no aguanta el peso del agua, el corazón no puede con los sentimientos oprimidos, porque algún  día estallará.

El claro ejemplo era el de hoy. Todo había empezado tan bien.
    
   Flashback

Valentin soltó a Esteban para dirigirse a la cocina, el también tenía apetito, así que preparó dos emparedados y calmadamente comieron en su comedor.

Pero las cosas buenas tan solo duran poco, así que Esteban recibió otra llamada,  pero ahora la que hablaba era su madre, suplicando que regresara, pues su padre estaba muy molesto y que en cualquier momento podría cometer alguna locura. 

El menor no sabía que hacer. Se mostraba nervioso y distraído. Valentin tubo que tomarlo a la fuerza y llevarlo a su casa. Fue un desastre.

Llegando a la puerta de esta, el más grande esperaba acompañarlo a dentro. Pero no. Esteban lo había detenido justo ahí.

--...¿Qué sucede?--preguntó desconcertado Valentin intentando seguir.

--Y-yo no quiero que entres...-- le respondió no muy seguro, sujetando al otro de sus hombros.

¿Qué es lo que estaría pasando en la cabeza de aquel chico?

--Somo una pareja, ¿no es así?--pregunto Valentín con una gran autoseguridad y tomando sus manos delicadamente. Esteban se sonrojo en el acto.

--S-si-- contestó mientras desviaba la mirada a algún punto de el suelo.

--¿Entonces, por qué no puedo entrar?-- cuestionó nuevamente.

Pero el ojos turquesa se mostró perdido y cambiando rápidamente su semblante a uno más serio lo alejó.

--Por favor, retírate. Te llamaré más tarde.-- dijó finalmente,  adentrándose a la casa y cerrando la puerta tras de sí.

¿Pero qué rayos había sido eso? Ese no era su ESTEBAN. Lo había dejado con la palabra en la boca.

Decepcionado,  caminó de regreso a casa y subió a su habitación. Estaba exhausto. Eso chico era un desmadre.

Y sin duda tendría que ser aun más paciente en el futuro. Pero definitivamente avanzarían en su relación. Juntos.

Pero un sonido lo saco de su ensoñación. Había recibido un mensaje. De Esteban.

Rápidamente tomó el aparato y leyó lo que en la pantalla se encontraba.

  Para Esteban:
     
           Terminamos.

Y con una cara perpleja cayó al piso. Completamente consiente y completamente sorprendido. Eso sí lo había agarrado desprevenido.

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*Prefiere ni aparecerse por aquí*

H-hola. ¿C-como estan? Hahaha...

Pues, aquí está su tan ansiado y deseado capítulo,  cuya elaboración requirió a más de 2 perros y un perico para que fuera posible. Demos gracias a los héroes que salvaron esta legendaria historia.

Amén. 

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