01 | Puro teatro

29.3K 2K 2.3K
                                    

"El tiempo no va a curar la herida, si el cuchillo sigue ahí"


° ° °

Asher

27 de agosto, 2018

¿Por qué? Eso fue lo que pensé en cuanto Ethan me dio la noticia.

Suspiré, sentándome en el banquillo de los vestidores, junto a mi mochila, y me dispuse a atarme los cordones de las zapatillas. El juego iniciaba en media hora, yo era el capitán y tenía la cabeza centrada en todo menos en el partido.

Me habría encantado enfocar toda mi atención en el final de temporada, pero era imposible cuando acababa de enterarme de que Scarlett, la chica que quería, acababa de sentarse en las gradas de la mano de alguien que no era yo.

—¿Por qué demonios tenía que venir? —me quejé.

—¿Acaso recuerdas que tú la invitaste? —me recordó Ethan, mi mejor amigo, sentándose a mi lado. Observé como abría su mochila de deporte y sacaba las protecciones para ponérselas.

—Solo invité a Scarlett. Estoy muy seguro de que jamás añadí a Logan a esa invitación.

—¿Y esperabas que viniera sin su novio? En serio, Asher, ¿Qué tan estúpido eres? —puse los ojos en blanco. Tenía razón, pero yo no iba a dársela. Al menos no en voz alta.

—No me puedo creer que en serio esté saliendo con él —mascullé, batallando con las malditas agujetas que no estaban cooperando. Fruncí el ceño, tratando de atar el nudo por tercera vez— Es decir, terminamos hace cuánto, ¿Un mes?

—Un mes y cuatro días, para ser exactos.

—Bueno, pues eso. Un mes y cuatro días, ¿Y ya está saliendo con alguien más? —protesté— Me refiero a, sé que no existe un tiempo establecido para pasar página, pero salimos por dos años, ¿En serio eso es tan fácil de superar? Porque entonces en algo estoy fallando.

—Tú no pasas página porque estás estancado en la fase de negación —respondió Ethan, cuando estuvo listo. Yo por fin terminé de atarme las agujetas y me aseguré de guardar el resto de mis pertenencias para salir de los vestidores de una vez— Cuando decidas salir de ahí, entonces verás como la olvidas.

—No quiero olvidarla, quiero recuperarla.

—Tal vez ella no quiere que la recuperes.

—¿Y si sí quiere?

Ethan negó con la cabeza, soltando un resoplido.

—No tienes remedio, hermano.

Me encogí de hombros y salí con él hacia la cancha. Alcancé a escuchar gritos y vitoreos del público emocionado que se amontonaba en las gradas. Más de medio alumnado estaba allí, como ya era costumbre. El fútbol americano era tan importante en mi instituto, que nunca nadie se perdía un partido, en especial los de aquella temporada, en la que mis compañeros y yo competíamos por ser campeones estatales.

Me acomodé junto al resto del equipo, que ya se encontraba reunido alrededor del entrenador, quien daba un par de indicaciones y mientras él explicaba por enésima vez la estrategia deportiva que íbamos a usar, yo desvié mi atención a ese punto específico en las gradas en el que vislumbraba una inconfundible cabellera rubia.

Scarlett estaba allí, en primera fila, usando un precioso vestido azul que resaltaba sus curvas y el cabello suelto, sujeto con una diadema del mismo color. Sonreía y los ojos se le achinaban solo por ese gesto. Se veía preciosa.

El arte de fingirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora