Chapter 4

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¿Que se supone que debía decir ahora? Estaba paralizada. Se le dificultaba respirar. Su interior le gritaba que confesara todo y así quizás así, terminar con todo.

Semi abrió la boca como queriendo hablar pero se detuvo de golpe. ¿Que estaba pensando? ¿Terminar con todo? Denunciarlo y develar sus terribles actos no lo detendría. Eso pensaba con pánico.

Cambió repentinamente su expresión y sonrió serrando los ojos con actitud soñadora. Llevo sus manos a los costados de sus mejillas sonrojadas queriendo hacer notar que estaba profundamente enamorada. Esto extraño a Tobe, y no lo oculto, levanto una ceja en señal de incertidumbre.

Tob: ¿Quieres dejar de hacer eso? No te creo. Tal vez logres engañar a todos pero a mi no. - volvió a abrir los ojos sin entender. ¿Tan fácil era leerla para este ninja? - Dime la verdad. ¿Sigues enamorada de Garu? ¿Sientes algo por el, al menos?

Puc: "Nada más que un profundo odio." - tenía tanto miedo de decir esas palabras. - "Arruinó mi vida." - tenía la vista perdida en el suelo. Sintió una mano en su mejilla que la sobresalto, miro los oscuros ojos del peli negro y estos parecían ¿preocupados? No supo el por qué hasta sentir como barría con su pulgar unas lágrimas que no había notado cuando empezaron a salir.

Tob: ¿Te está haciendo daño? - dijo más como una afirmación que pregunta pero aún así. Ella se apresuró a negar con la cabeza. Suspiró con cansancio. - Pucca... Entendería un poco que intentes ocultarlo porque aún lo amas pero no parece que ese sea el caso. ¿Es porque tienes miedo? - la azabache intento levantarse, quería huir, pero Tobe no lo permitió y antes de que llegara a la puerta la tomó de la muñeca izquierda haciendo que soltara un inevitable quejido. Se vio confundido, estaba seguro de que no había hecho tanta fuerza. - ¿Estas herida? - pregunto intentando levantar un poco de la roja manga pero ella inútilmente trataba de quitar la mano. No quería hacerle daño pero debía saber que ocultaba. Mediante el forcejeo logró por fin levantar la prenda revelando unas marcas muy recientes de cortadas. Miro a Pucca quien ya no ponía resistencia pero se veía tan cansada, las lágrimas no dejaban de salir.

Tob: ¿Hace cuanto que te haces esto? - pregunto enojado intentando calmarse.

Puc: Tobe... - dijo suavemente con la voz cortada. - Por favor... Deja que me valla....

Tob: ¿Crees en serio que voy a dejar que sigas con esto? No tengo ni la menor idea de lo que Garu te ha estado haciendo pero no permitiré que siga. - sonaba firme y seguro.

Puc: ¿Y que vas a hacer? ¿Retarlo a un combate? Eso no lo detendrá. Volverá, siempre vuelve. - todo su cuerpo temblaba. - Además... - sorbió su nariz. - ¿Por qué lo harías? Fui tan mala contigo desde niños. ¿Por qué eres amable conmigo? - no lo miraba.

Tob: Te recuerdo que yo era el villano de la aldea. Tu solo evitabas que mis malvados planes se concretaran. - recordaba divertido. - Digamos que me lo merecía. Y ahora que ya no soy el que era, busco redimirme y empezar de nuevo. - ella seguía sin mirarlo, tal vez por que no la convencía. - Además, "¿Por que lo haría?" Pues... Somos amigos, ¿O no? - al fin hizo que levantara la cabeza pudiendo así ver sus hinchados pero aún así hermosos ojos. Le sonrió lo mejor que pudo y ella pareció alegrarse.

Puc: No crei que querrías ser mi amigo. - dijo limpiando con el dorso de su mano las lágrimas que quedaban.

Tob: Entonces, ¿Me dejarías ayudarte? - dijo aún sosteniendo su mano.

Ella dudo un poco, no estaba segura de si era buena idea. Necesitaba desesperadamente acabar con todo esto pero aún reinaba el miedo. ¿Y si los descubrían? ¿Que iba a pasar si algo salía mal y terminaba peor de lo que ya estaba?

Tob: Deja de hacerte la cabeza con dudas. - volteo la mirada apenada. - Mira, para empezar necesito saber qué es lo que te hizo exactamente. Estoy seguro que tiene arreglo.

¿Arreglo? Ya no lo hay. Estaba marcada, de dentro hacia afuera. No cambiaría lo que ese desgraciado hizo.

El de piel magenta seguía esperando una respuesta. No quería que él lo supiera. Tampoco quería mentir.

Como quien diría "salvado por la campana", más o menos este sería el caso.

Lin: Pucca. - rápidamente separó su mano de las de Tobe que seguían juntas. - No quisiera interrumpir pero ya vamos a abrir. Tobe, si quieres puedes quedarte a almorzar. - invitó el cocinero.

Tob: Gracias, señor, pero por hoy tendré que pasar. Solo vine de paso, tengo que resolver unos asuntos.

Lin: Bueno, es una pena. Siéntete libre de venir cuando quieras.

Tob: Si, lo haré. - y con esto, el tío mayor de Pucca se retiró. - Bueno, creo que mejor me voy.

Puc: ¿Seguro que no quieres quedarte?

Tob: De hecho, tenía pensado venir en la noche.

Puc: ¿Para la cena? Seguro. ¿Te reservo una mesa con los ninjas? - le ofreció sonriente.

Tob: No, no para cenar. Decía de venir a visitarte, cuando cierre-

Puc: ¡No! - solo pudo pensar en Garu. - Digo, no creo que sea buena idea. Cuando cerramos estoy ya... muy cansada. Estoy segura de que estaría dormida cuando llegues. - trato de excusarse.

Tob: ¿Es por Garu? ¿Va contigo en las noches? ¿Que es lo que te hace? - seguía insistiendo.

Puc: Tengo que irme. Hablamos mañana. - obviamente estaba huyendo. Se fue corriendo entrando de nuevo y subiendo las escaleras a su habitación, probablemente para peinarse.

Pero esto no se quedará así, eso pensaba Tobe.

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El día transcurrió tranquilo y normal, sin nada en particular. Sin embargo cierta azabache con peinado de bollos tenía su interior hecho un desastre. Pensaba sin parar en lo que haría y en lo que había hecho; solo esperaba que Tobe no hiciera una locura. También se preparaba mentalmente para la noche, ya era costumbre.

Dom: Ya vamos a cerrar, mi niña. - aviso su tío sacándola de sus pensamientos mientras recogía los últimos platos que quedaron de la cena.

Ayudó a Dada a lavar todo y se despidió para ir a dormir.

Ho: Si quieres puedes dormir hasta tarde mañana ya que es domingo. Te ves algo cansada.

Lin: Es cierto. Te esfuerzas demasiado. Mañana descansa. - le indicaron. Iba a decir que no pero luego pensó en que tal vez sería buena idea.

Asintió con una sonrisa, abrazó a los tres y subió a su habitación a paso lento tratando de alargar el viaje lo más posible. Llegando a su puerta simplemente la abrió y entró temerosa, miro a todos lados sin encontrar a nadie hasta que escucho un ruido proveniente de su ventana, se asustó y por impulso se puso abajo de su cama, en el mejor de los casos pensaría que no está y simplemente se iría, en el peor... ni siquiera podía imaginarlo. Solo esperaba paciente intentando hacer el menor ruido posible.

Estaba oscuro así que no podía distinguir mucho de la persona que se paseaba por su habitación, solo sus pies y muy levemente. Controlaba su respiración así que casi no se escucha, lo que temía que la delatara eran sus fuertes latidos desesperados y nerviosos. Abrió los ojos asustada cuando la silueta, aparentemente de Garu, comenzaba a agacharse para, creía ella, mirar abajo de la cama.

Le invadió el pánico y cerro los ojos frustrada esperando lo peor.

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Holaaa! Les va gustando hasta ahora???

Gracias por seguir leyendo!

Nos leemos luego 👋😘

Mi bella flor roja {Tobecca} [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora