Mi bella flor roja {Tobecca} [PAUSADA]

Chapter 12

El silencio era algo insoportable, estaban ellas solas en la cocina. Los hombres se retiraron ya que pensaban que este tema debía hablarse en privado. Esto extraño a Ching. ¿Qué podía ser tan serio que tenía tan preocupada a su amiga?

Chi: Pucca... Me estas asustando. ¿Que pasa? - quiso saber. Apenas si la había mirado desde que entró.

La azabache abría discretamente la boca ocasionalmente queriendo decir algo pero no sabía cómo. ¿Qué pensaría su mejor amiga?

Puc: ¡Ching, volví a hablar! - habló rápido cerrando los ojos con fuerza y apretando los puños. No lo pensó, solo lo dijo para decir algo, lo que sea. Abrió los ojos lentamente viendo a su costado donde estaba la chica, esta se veía como en estado de Shock, no era para menos, jamás la había oído hablar. Se conocieron cuando ella ya había hecho su boto de silencio.

Chi: Eso... - de la impresión no supo como responder, pero luego reaccionó y formó una gran sonrisa. - ¡Eso es increíble! - abrazo a su amiga. - ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Hace cuanto paso? ¡Que linda voz tienes! Es la primera vez que te escucho. ¡Me alegra tanto! - la chica con la gallina en la cabeza no cabía de felicidad pero luego se dio cuenta de que Pucca no tenía ni la más mínima emoción por esto. - Es algo bueno... ¿Verdad? - se apartó un poco, ella tenía algo en su mirada que nunca había visto antes. - Garu... ¿Él volvió a hablar también? - si mal no recuerda, su boto de silencio era como un apoyo hacia su amado hasta que complete su objetivo en esa vida.

Puc: Si... Pero no por lo que tu crees. - sus ojos se vieron llenos de dolor. Eso era.

Chi: Entonces... ¿Qué paso?

Hizo todo lo posible por no largarse a llorar mientras le contaba a su mejor amiga todo lo que el supuesto amor de su vida le había hecho. Ching no cabía en si misma de la furia, duda y desprecio hacia el ninja.

Estuvieron así un buen rato, Pucca hablaba como podía pues era un tema que todavía le duele en su pecho cuando recuerda. La azabache dio un pequeño sobre salto en su distracción al ver a chica de trenzas levantarse de repente y empezando a caminar.

Puc: ¿A-A donde vas?

Chi: Lo voy a matar. - solo dijo. Pareció estar hablando en serio.

Se apresuró a levantarse también para intentar detenerla.

Puc: Ching, no. Espera. - se puso delante de ella impidiendo que de otro paso. - Ya hice la denuncia. No tienes que ir.

Chi: ¡Claro que tengo que ir! ¡Mira lo que te hizo! Hace tres años que no sonríes de verdad y yo nunca lo note. ¿Como fui tan idiota? ¿Qué clase de mejor amiga soy? ¿Como es que nunca lo ví? - sentía impotencia al no saber que más hacer.

Puc: No lo sabías. No podías saberlo. Yo nunca dije nada, tenía miedo. P-Pero ya... Ya no importa. Esta bien. - intento convencerla.

Chi: No. Esto no está bien. Nada de esto está bien. - no recuerda ninguna otra vez en la que sintiera más enojo en toda su vida. - Iré hasta donde está el desgraciado y lo cortaré en rodajas. - tenía que pasar primero por su casa para tomar sus espadas.

Puc: No. No lo harás. - Ching se vio confundida. Creyó que también querría lo mismo. - Te lo dije. Hice la denuncia. Que la policía se encargue. No quiero que te involucres. - la tomó por los hombros mirándola a los ojos. - Ya no quiero causar más problemas. - su voz sonó algo cortada pero no lloraría.

Chi: Tu no estas causando problemas. Es él quien debe pagar por lo que hizo. Nos engaño a todos, te esta haciendo daño justo ahora aún sin estar presente. - estaba indignada de la situación. Su amiga estaba sufriendo y se sentía en el compromiso de hacer algo al respecto. Ignoro los reclamos de la chica caminando con dificultad hacia la puerta. Abrió la cocina encontrando a los chefs y a Tobe hablando mientras esperaban a las chicas. Se vieron algo confundidos. - ¡No intentes detenerme! - decía queriendo zafarse del agarre de Pucca. - ¡Haré que Wong se coma sus ojos! - amenazó y la gallina cacareó como diciendo que estaba de acuerdo.