Chapter 11

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No lograba mantener la vista en un solo lugar, el oficial Bruce la miraba con los ojos más abiertos que nunca. No podía, simplemente no podía creerlo. En todos sus años de servicio jamás había escuchado nada similar, tampoco había mucho de todas formas, en un pueblo pequeño, ¿Qué tanto puede pasar?

¿Pero esto? Es algo que si bien esta capacitado para enfrentar, no estaba preparado para saber de donde proviene el problema. Estaba muy sorprendido, no sólo por lo que le había contado sino también el hecho de que estaba hablando.

Si que fue difícil que la chica se animara a decir palabra. Los chefs y el ninja la apoyaban para que lo hiciera ella misma. Se alegraba de escuchar la dulce voz que Pucca había callado tantos años pero le entristeció que lo primero que escucho fue una denuncia por violación.

Bru: Es... Ahm... Difícil de asimilar. - decía intentando no titubear. - Pucca. - llamó apoyando sus codos sobre la mesa y juntando sus manos, la azabache tenía la cabeza algo baja así que tuvo que levantarla pero se negaba a verlo a los ojos. - Disculpa la pregunta pero... ¿Tienes pruebas?

Pucca abrió la boca para contestar pero se lo replanteó: N-No. - pensó que podía decir que tenía heridas en su cuerpo pero eso no prueba nada. Pudo ser cualquier cosa.

Tob: Pero yo soy testigo. ¿Eso bastaría? - dijo de repente sorprendiendo a los presentes.

Es verdad, Pucca recuerda que le había dicho sobre que vio a Garu ahorcarla.

Bru: Servirá si no confiesa pero no hay mucho que pueda hacer. A la vista de todos, Garu es como un protector de la aldea y un ninja honorable. - los civiles se vieron en problemas.

Tiene razón. Garu tiene muy buena reputación. "Ninja honorable" Eso retumba en las cabezas de todos. ¿Donde quedó su honor?

Bruce se quedó pensando un momento hasta que algo se le ocurrió: Pucca, ¿Ya fuiste al hospital? - la pregunta le extraño.

Puc: Ah no. ¿Por qué?

Bru: Tienes que ir. Si abuso tanto tiempo de ti debió lastimarte también internamente. Tal vez no sientas nada ahora pero puede ser perjudicial en el futuro. - la chica asintió con algo de pena. - Y no sólo lo digo por tu salud. Si hay indicios de violación podría verse a tu favor. - explicaba. No tenía experiencia en este tipo de casos pero tenía repertorio para trabajar.

Lin: ¿Algo así es posible?

Bruce asintió: La tecnología medicinal esta avanzando. - dijo recargándose en su silla.

Dom: ¿Cuando debería hacerlo?

Bru: Lo antes posible. No podemos darnos el lujo de esperar. - vio que la chica tenía cierta incomodidad. - No te preocupes. Nadie, además de tu doctor o nosotros, tiene que saberlo si no quieres. - la azabache lo miro y asintió agradeciendo en un murmullo.

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Después de hacer la denuncia, los chefs y Tobe llevaron de inmediato a Pucca al hospital. Cuando la llamaron indicándole que era su turno se puso rígida por el sentimiento de temor que le generaba que supieran que estaba rota. Sus tíos le ofrecieron acompañarla pero la doctora dijo que debía ser ella sola primero, Lingüini le pidió a la doctora que tuviera total discreción, por suerte aceptó sin cuestionar.

Paso un tiempo algo largo en el que los cuatro se quedaron sentados esperando noticias. Hablaban entre ellos para distraerse pero los nervios los superaban. Paso una hora y la puerta volvió a abrirse saliendo la doctora llamando a los familiares de Pucca, como Tobe no era familia directa de la chica tuvo que quedarse a esperar, lo entendió pero hubiera querido acompañarla también.

Mi bella flor roja {Tobecca} [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora