Fall In Love Again ~ Soukoku

Capítulo XXI * Final

Y despertó

A su alrededor solamente podía escuchar el sonido que emitía la máquina que media el ritmo cardíaco, resonaba una y otra vez haciendo eco en esa pequeña habitación, no estaba en el hospital, tampoco en la mafia pero si se detenía a observar con atención había múltiples instrumentos médicos

Intento levantarse para salir hasta que un fuerte malestar lo detuvo, su brazo estaba enyesado y las vendas eran el triple de lo que acostumbraba, las heridas eran más graves de lo que creyó, solo esperaba que Chuuya estuviera bien

- Chuuya-

¿Que había pasado con él? no se perdonaría si hubiera muerto, no sabría que decirle a su hija si su madre murió, tampoco estaba listo para criar a una niña solo pero no sería capaz de abandonarla ¿que debería hacer?

La puerta se abrió trayendolo de regreso a la realidad, una mujer de cabellos negros se acercó con tranquilidad revisando los números de la máquina

- despertaste, debo admitir que me preocupe tras los primeros tres días pero no era como si pudiese hace algo - cambio el suero añadiendo un medicamento por la intravenosa - anulabas mi poder cada que intentaba sanar tus heridas -

-¿donde estoy? - pregunto con una mueca de dolor en su rostro volviendo a recostarse

- estas en la Agencia de Detectives, necesitaba tenerte bajo observación así que pedí te dejaran aquí - continuó haciendo las revisiones de rutina para asegurarse no haya un problema a largo plazo - ¿sabes quien soy? ¿recuerdas que pasó?

- eres la doctora de la agencia- bajo la mirada sosteniendo el puente de su nariz - hubo un derrumbe después de que Chuuya utilizó corrupción y quedamos bajo los escombros... ¿donde está él? ¿y mi hija donde está?

- estan bien, salieron por algo de almorzar pero en cuanto vuelvan les diré que despertaste - dejo todo a un lado incluido el archivo del castaño- el suero tardará un par de horas en terminarse cuando lo haga podrás llamar a la mafia y luego irte

- gracias - saber que su familia se encontraba a salvo le daba una gran tranquilidad, todo había llegado a su fin y había recuperado su motivo de vivir

Lentamente cerro sus ojos cayendo profundamente dormido

No estaba seguro de cuantas horas habían transcurrido, el sol aún iluminaba el cielo azul tiñendose de ligeros tonos naranjas y rojizos, el suero ya había sido retirado así que sin problema se levantó encontrando una muda de ropa limpia a lado de la cama, era evidente que fue el pelirrojo quien la dejo ahí

Con dificultad se vistio, le tomó algo de tiempo por el yeso pero una vez estuvo listo salió encontrándose con las miradas de los detectives incluidos los brillantes zafiros de su pequeña

- papá- la castaña se levantó dejando la libreta en la que dibujaba segundos atrás para acercarse a toda prisa lanzándose a sus brazos

- mi niña - la cargo, acaricio su espalda con cariño buscando detuviera su llanto - tranquila mi niña aquí estoy - alzó la vista esbozando una sonrisa al pelirrojo extendiendo su mano como señal de que se acercara

- Yosano me dijo que despertaste- tomó su mano entrelazando sus dedos, queria abrazarlo pero temia lastimarlo - estaba tan preocupado, permaneciste cinco días inconciente

- lamento haberte asustado Chuchu- rompió toda distancia entre ambos depositando un dulce beso sobre su frente - pero ya estoy mejor

Esta vez no se limitó, Nakahara se paro sobre las puntas de sus pies para acercarse a sus labios y unirlos en un beso lento, largo en el que le fuera arrebatado el oxígeno de sus pulmones

Al final partieron, tras agradecer por la ayuda de parte de la agencia volvieron al apartamento del pelirrojo, a pesar de que Dazai prefería llevarlos consigo aún necesitaban tiempo para terminar de sanar las viejas heridas del pasado.

- ya se durmió - el pelirrojo cerro la puerta de la habitación caminando al balcón a lado del mafioso - estaba cansada, no a dormido en todos estos días... tiene pesadillas

- ¿que fue lo que le hizo? - presionó el vaso de vidrio que sostenía, no quería escuchar cuanto hirieron a su pequeña pero era necesario solo así sabría como ayudarla

- nada, si te preguntas si la tocaron no lo hicieron - dio un largo suspiro cubriendo su rostro con ambas manos - le pegaron un par de veces pero nada grave

- menos mal, realmente imaginé lo peor - relajo su cuerpo posando su diestra sobre la cadera del menor y abrazarlo

- también yo- se recargo sobre su hombro cerrando sus ojos y sentir el calor de su cuerpo - hay que ir adentro preparare el otro futon para que también podamos descansar - no quería separarse, no quería alejarse de él, lo necesitaba tanto para asegurarse que su presencia no era un sueño y realmente podrían formar la familia que tanto desearon

En ese punto no fueron necesarias más palabras, su silencio lo decia todo, la luna llena de la misma forma que la primera vez era el único testigo que conocía lo que albergaban en sus corazones, nunca dejaron de amarse, jamás olvidaron esas promesas y esos sentimientos que intentaron ocultar y negar, quizás las cosas que enfrentarían serian difíciles pero no imposibles pues al final se habían vuelto a enamorar y esta vez sería para siempre...

Fin

Y llegamos al final de la historia, gracias a todos los que han llegado hasta aquí, espero haya sido de su agrado este proyecto que tenía en mente desde hace un tiempo.